Sting y la dignidad de los finales

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29-02-2024
Si echamos la vista atrás, una particular redención para Sting será su combate de retiro el próximo domingo en AEW Revolution 2024.

Quién sabe si con Ric Flair en su esquina o en la contraria, pero este próximo domingo, para oprobio de muchísimos seguidores, Sting disputará su último combate, cuando, junto a Darby Allin, defienda el Campeonato Mundial de Parejas AEW ante The Young Bucks en Revolution 2024.

Se dice que Sting no quería portar dicho título, pues ciertamente era innecesario cualquier extra, pero esto concederá mayor prestigio al mismo de cara a próximos portadores. Obviando la implicación de Darby Allin, principal beneficiado de sus tres años como pupilo y amigo de Sting, quien promete que veremos algo salvaje y espera sirva de ejemplo a quienes quieren dejar un buen legado sobre la industria.

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Todo, precisamente por el empeño de Allin, quien antes de conquistar dicho oro, dijo lo siguiente durante la entrega de Dynamite del pasado 17 de enero.

«Para mí, la parte más importante de una historia no es el principio. No es la mitad de la historia. Es el final. Y esta historia va a terminar con Sting y yo como campeones mundiales de parejas».

© All Elite Wrestling

► A la cuarta va la vencida

Y si hablamos de finales, lo cierto es que por algún motivo u otro, en ninguna de las principales empresas para las que compitió pudo tener Sting un cierre sobre el ring digno de su grandeza; bien por el nefasto contexto, bien por simple falta de calidad o bien por una lesión.

Dirán algunos seguidores que la última lucha de Sting en WCW, aquel simbólico duelo contra Ric Flair precisamente en el último evento de la extinta empresa de Ted Turner (Nitro del 26 de marzo de 2001) fue todo lo digna que pudo ser. Pero su contexto, con un Vince McMahon protagonista durante todo el show, plasmando sobre las pantallas su legítima compra de WCW al tiempo que retozaba con

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Trish Stratus, la convierten en vergonzante.

Poco después de debutar con AEW, Sting rememoró así aquellas semanas ante los micrófonos del podcast Unrestricted.

«A ver, recuerdo a Ted Turner reuniéndose con nosotros al comienzo, y decirnos, ‘Tengo a todos estos tipos en traje y corbata a los que no le gustáis, porque dicen que siempre estamos en números rojos. Pero, ¿sabéis qué les digo? Les digo que a mí me gusta la lucha libre y tengo unos buenos bolsillos. Así que, chicos, seguid haciendo lo que hacéis, ¿vale?’

«Y al final, el multimillonario ni siquiera sabía lo que estaba pasando. Estábamos en la picota y nos vendieron por nada. Éramos ciudadanos de segunda clase y al final nos dimos cuenta, y nos compraron y se acabó. Desapareces como un cachorrito con el rabo entre las patas. Fue un momento horrible para mí».

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© World Wrestling Entertainment

Sting encontró entonces amparo dentro de TNA, nacida como una sucesora espiritual de WCW y con evidentes reminiscencias a esta por posteriores fichajes. Y aunque allí tuvo un buen recorrido y se le trató debidamente, su implicación final resultó poco memorable.

TNA, al menos, se molestó en armar un combate «título vs. carrera» que justificara narrativamente su salida, y en el especial televisivo Genesis de 2014 se consumó, cuando no pudo vencer a Magnus (hoy Nick Aldis) por el Campeonato Mundial de Peso Completo TNA. La actuación de ambos no estuvo muy inspirada, amén de numerosas interferencias «made in Vince Russo« (incluida la de Dixie Carter) cuyo resultado, en última instancia, fue opacar la figura del propio Sting.

Con todo, no dejó la empresa en malos términos; indicativo de ello, su vídeo felicitando a TNA por 20 años de vida emitido durante Slammiversary 2022.

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tnawrestling.com

Ese mismo 2014, meses después, el infierno se congeló al comprobar cómo Sting firmaba contrato con WWE. Era quizás el paso lógico, pero a un manejo descaradamente vengativo por parte de Vince McMahon, con una significativa derrota ante Triple H en WrestleMania 31, se le unió una desafortunada lesión en Night Of Champions 2015, evento que en consecuencia albergaría su último combate como Superestrella de WWE.

Seth Rollins, quien tuvo que cargar con la consideración de luchador descuidado, le endosó su característica Powerbomb sobre uno de los esquineros del ring, con la mala fortuna de provocarle una estenosis espinal cervical. Tan de gravedad, que WWE aprovechó la ocasión para instar a Sting a retirarse y este cedió, haciéndolo oficial durante su entrada al «Hall Of Fame» al año siguiente.

Véase, una lesión fue la última imagen de Sting como competidor en activo… hasta la llegada de AEW. Allí, afortunadamente, la historia promete no repetirse.

© World Wrestling Entertainment
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