Dave Meltzer cree que las buenas luchas no salvarán a AEW
Cualquiera diría que AEW está de capa caída. La empresa de Tony Khan firmó hace poco más de un mes una jugosísima renovación de su acuerdo con Warner Bros. Discovery, que hará que alcance nuevos horizontes al emitir sus shows vía Max a partir de 2025. E incluso la opción sobre la mesa de situar a ROH en TruTV.
Sin embargo, la derrota de Dynamite ante WWE NXT bajo la particular «Wednesday Night War» de esta semana nos muestra otra vez las costuras de AEW.
Aparte de acusar cierta dificultad para vender boletos durante los dos últimos años en mercado doméstico, el principal problema pasa, precisamente, por su rendimiento televisivo, cuya relevancia desde la ampliación del número de eventos de pago por visión ha decrecido a ojos de cualquier espectador. Sin olvidar
Y no me malinterpreten. Como he comentado en varias ocasiones, AEW sigue ofreciendo un gran producto. De hecho, 2024 va camino de suponer su mejor año «in-ring», con una cantidad de grandes luchas casi absurda, lo que ya es decir considerando el historial de la promotora, gracias al elenco más brillante que ha tenido en cinco años de existencia. Pero a la hora de hacer crecer tu audiencia, como también he expuesto, las grandes luchas parecen no ser suficiente.
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► Una complicada tesitura
Dicha «Wednesday Night War» de la presente semana fue diseccionada por Dave Meltzer dentro del último Wrestling Observer Newsletter. Pero más allá de los números al detalle, prefiero quedarme con la reflexión hecha por el periodista acerca de la situación de AEW.
Meltzer considera que Dynamite no debería haber salido derrotado en su franja normal de emisión, para seguidamente estimar que
«Necesitan con urgencia cambiar cómo se promocionan y hacer una renovación de sus relaciones públicas o podrían convertirse en una WCW de principios de los 90».
Es curioso que Meltzer vuelva a trazar un símil entre AEW y WCW. Si este enero apuntó que las cifras de asistencia de los Élite estaban cerca de las de WCW durante el año 2000, ahora se remonta a casi una década atrás, cuando precisamente la extinta empresa de Ted Turner ofrecía shows de mayor calidad. Y a pesar de ello, estaba por detrás de la entonces WWF en ratings y taquilla.
Cuando tuvo lugar Worlds End 2023 el pasado diciembre, no pocos analistas se aventuraron a asegurar que AEW mostraba síntomas de un cambio de rumbo en su producto. Sobra recalcar que se equivocaban, pues esos mismos analistas señalan ahora la necesidad de un cambio, como hace Meltzer.
Y ciertamente, en el caso de que Warner Bros. Discovery empiece a ver inadecuado el rendimiento televisivo de AEW, Tony Khan y Cía deberían agitar el árbol. Y con agitar el árbol no me refiero a adoptar un cariz más cercano al «sports entertainment» y/o recurrir a «worked shoots». El año pasado, la rivalidad
El quid de la cuestión aquí es si realmente AEW tiene mucho margen de crecimiento, con una WWE pasando por su mayor «momentum» en años y un gran público todavía insuficiente en EE.UU. para conformar una alternativa que amenace la supremacía del otrora Imperio McMahon. Asimismo, los cambios potencialmente positivos supondrían actualmente un paso atrás en sus intereses económicos; sobre todo, la reducción del número de eventos de pago por visión.
Aunque trazar una hoja de ruta para AEW luce complicado, sí sabemos que parecerse a WWE es el camino erróneo. Tal vez las grandes luchas resulten incapaces de mejorar ratings y ventas de boletos, pero en última instancia,
No deja de antojarse curioso que WWE e incluso TNA hayan mejorado sus réditos coincidiendo con una mejora de su nivel «in-ring» y en cambio, AEW haya visto decaer su candencia cuando mayor cantidad de «5 Stars» ofrece.