La lucha o el drama: AEW contra una falacia

«De haber producido el segmento como si Saturday Night Live hiciera una parodia de la lucha libre al principio de la nWo, hubieran producido esto. Fue jod*damente malo. Fue como una parodia. Fue comedia. Y lo triste es que se toman esto en serio, se supone que es un catalizador dramático serio […] Fue sin duda el peor y más horrible show en horario de máxima audiencia que se ha visto en una gran cadena por cable probablemente en toda la historia». 

¿Quién podría haber hecho un juicio tan «hater» sobre el ataque de The Elite a Tony Khan en el cierre del AEW Dynamite de esta semana? Efectivamente, Eric Bischoff, en la última edición del podcast ‘Wise Choices’.

Pero no crean que Bischoff es el único. De hecho, «Easy E» sólo supone el epítome de una corriente que ha recorrido la comunidad luchística de internet durante los últimos días, resumida en el titular escrito por el autor de NoDQ.com, Christopher Connor: «Tony Khan jumped the shark»

Quienes vilipendian tal ángulo del pasado miércoles, tildan a Khan de hipócrita, esgrimiendo que tiempo atrás, el mandamás de AEW descartó ejercer de personaje en pantalla dentro de su producto luchístico. Asimismo, apuntan que desde el inicio del episodio, AEW puso el foco sobre The Elite y Khan, mientras Swerve Strickland, flamante nuevo campeón mundial, ni siquiera tuvo una promo de estreno para su estatus. 

Y en especial, esgrimen que AEW ha dejado de lado su apuesta por la lucha profesional en favor de un estilo similar al de WWE. Podríamos resumirlo, según los parámetros de estos críticos, en un concepto cercano al «sports entertainment» y una asunción del estilo «shoot» melodramático de Vince Russo; figura siempre denostada por el fan acérrimo de la casa Élite, luego de numerosas declaraciones del propio Khan (caso de la citada anteriormente) sobre que AEW nunca tomaría el recurso «fácil» que entonces tomó WCW para mejorar ratings en sus dos últimos años de vida.

Todo, tras el igualmente controvertido uso de las imágenes del encontronazo entre CM Punk y Jack Perry en All In 2023 y antes de que, ataviado con un collarín, Khan proclamara en NFL Network que WWE es la Harvey Weinstein de la lucha libre

© Lee South/All Elite Wrestling

 

► La ilusoria encrucijada

Como dije, Eric Bischoff supone sólo uno de los muchos críticos hacia lo hecho por AEW. Y en este sentido, quiero citar el inicio de la «review» que escribió Bryan Rose para F4WOnline.com sobre Worlds End, el pasado diciembre. 

Tras el final de Worlds End, el último evento de PPV del año de AEW, puedo deciros algo seguro: AEW está cambiando, y no puedo decir que sea para mejor

De algún modo, este discurso cuenta con bastantes seguidores dentro de la comunidad luchística de internet, y se remonta a antes del citado ángulo de la presente semana con Tony Khan como protagonista, antes de la emisión del incidente Punk-Perry y antes de Worlds End. Diría que el detonante fue la historia de amistad entre MJF y Adam Cole y aquel estelar de All In 2023, cuando se criticó el reinado de «The Devil Himself» por lucir demasiado «sports entertainment»…enmarcado en el año donde AEW presentó mayor cantidad de grandes luchas de toda su novel historia.

Aunque un servidor ya tocó este tema vía artículo, exponiendo cómo el (tóxico) «lobby» de la comunidad luchística de internet influye enormemente en la percepción hacia un producto luchístico, he querido echar la vista atrás para resaltar que el origen de esa corriente viene de lejos

Superluchas - Dos luchadores de pie en un ring con confeti celebrando.
© All Elite Wrestling

 

¿Realmente AEW está cambiando? No. Y un no sin matices. Tony Khan y Cía intentan adaptarse a las circunstancias, que es distinto

Analicen el componente «in-ring» de AEW en este primer cuatrimestre del 2024: similar al de 2023, 2022, 2021, 2020 y 2019. Como muestra, el reciente PPV Dynasty, que en línea con la tradición de grandes shows de la empresa, dejó una serie de combates excelsos, con el aclamado Bryan Danielson vs. Will Ospreay a la cabeza. Pero claro, para el propósito que persigue AEW, los Élite saben que no todo pueden ser luchas de cinco estrellas

Hasta el momento, All Out 2021 se mantiene como el PPV más exitoso en la historia de AEW, y este sólo contuvo un único encuentro memorable (The Young Bucks vs. The Lucha Brothers). A cambio, lo memorable allí para la mayoría de seguidores fueron los debuts de Danielson, Adam Cole y Ruby Soho. Y por entonces, en época de jauja para AEW ¿quién proclamaba que la promotora estuviera cambiando? «Ríe y el mundo reirá contigo; llora y llorarás solo», escribió Ella Wheeler Wilcox. 

Actualmente, AEW negocia la renovación de su acuerdo televisivo con Warner Bros. Discovery, en unos meses clave a la hora de mostrar buenos resultados de audiencia. Habría que ser muy cenutrio para no sacar partido de las imágenes del incidente CM Punk-Jack Perry (recordemos, emitidas luego de que el «Best in the World» disparara primero) y de la candencia del otrora Jungle Boy. 

Y esto no atenta contra el manual de estilo de AEW si tenemos un poco de memoria. Ya en el primer show de la empresa, Double or Nothing (2019), Cody Rhodes endosó un martillazo contra el simbólico trono de Triple H para seguidamente enfrentarse a su hermano Dustin, con WWE de claro telón de fondo. 

Controversy Creates Cash, se titula la autobiografía de Eric Bischoff. Y la controversia también ha definido las carreras de The Young Bucks, en una difuminación de la línea que separa la realidad de la ficción cuya muestra más reciente, no debe tomarnos por sorpresa, fue dicho pietaje de All In 2023 y por extensión, el ataque sobre Khan, que ha insuflado vida al «kayfabe».  No veo entonces la incoherencia, cuando en última instancia, el principal beneficiado será Jack Perry, uno de los cuatro pilares de AEW. 

© All Elite Wrestling

 

Obviando que sólo los idiotas no cambian de postura y que la comunidad luchística de internet parece ser particular seguidora de la escuela de Parménides, por defender a capa y espada el concepto de inmutabilidad, la disyuntiva lucha o drama resulta absurda y parece estar dirigida falsariamente por quienes buscan el hundimiento de AEW. Porque el verdadero fan de esta sabe que ambos conceptos nunca han sido incompatibles dentro del producto que ofrece la empresa, y con mayor o menor incidencia y mayor o menor acierto el llamado «sports entertainment» siempre ha estado presente en el mismo. 

La controversia genera dinero, y tal vez no haya público suficiente todavía como para que AEW dé el salto y sólo mediante fantásticas luchas logre competir de tú a tú con WWE en televisión. Pero si algo mantendrá viva a AEW será precisamente su capacidad de contar historias a través de un factor «in-ring» que ninguna otra empresa del mundo posee hoy día

LA LUCHA SIGUE...
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