El tóxico «lobby» de la comunidad luchística de internet

Estos son los combates producidos por AEW que durante 2023 recibieron cinco o más estrellas vía Dave Meltzer. Y bajo criterio personal, otros podrían merecer tal consideración: The Elite vs. The House of Black por el Campeonato Mundial de Tríos AEW en Revolution, Kenny Omega vs. Jon Moxley durante el capítulo de Dynamite del 10 de mayo, MJF vs. Kenny Omega por el Campeonato Mundial AEW durante el episodio de Collision del 28 de octubre

Repasando los ya casi cinco años de vida de AEW, nunca antes había dejado tanta cantidad de buenos combates en menos de 12 meses. Y asimismo, con un uso de la ultraviolencia sin precedentes bajo los focos de un producto «mainstream» que goza de presencia televisiva de primer nivel. Todo, ubicado en shows semanales o eventos de pago por visión cuya excelencia se mantiene intacta.

¿Por qué, entonces, se habla de una crisis de identidad en AEW, cuando su nivel «in-ring», principal distintivo, es el mayor de su historia? ¿Por qué incluso talentos como MJF o Daniel Garcia han hecho virales la expresión «restore the feeling»?

► Las secuelas de CM Punk

»Es asombroso cuánta gente del negocio de la lucha libre está siempre en Twitter. A veces se convierte en una cámara de eco. Hay mucha mala fe en lo que se publica, y puedes tener un gran día en el negocio, como ser el show número uno, y la gente te dirá que no hiciste algo genial». 

Durante la conferencia de prensa que tuvo lugar tras ROH Final Battle 2023, Tony Khan dio respuesta a las dos preguntas planteadas anteriormente. AEW siempre se ha mostrado muy al tanto de la opinión de los seguidores, y como les sucedió a los Young Bucks, ahora Khan entiende que el sueño de la razón produce monstruos

No existen argumentos de peso que justifiquen ese ¿lema? de «restore the feeling», pero de algún modo, AEW se cree tal discurso y pone todo su empeño en contentar a unos seguidores poco convencidos de lo que les gusta o con escaso criterio, pues a su vez han comprado el discurso de que el producto pasa por horas bajas. 

Dos ejemplos. Primero, un tuit de Tony Khan.

»¡Gracias a todos los que sintonizaron AEW Collision esta noche en TNT Drama! Gracias a todos por hacer posible la sensación». 

Segundo, unas palabras de MJF en el podcast SI Media with Jimmy Traina

»Creo que hubo un momento en la compañía que estábamos en una fase de reconstrucción y creo que ahora estamos construyendo un importante momento de candencia. Hay fans que dicen en redes que hay que ‘recuperar sensacionses’ y voy con ello y estoy muy motivado, porque pienso que lo estamos haciendo y me siento orgulloso de estar ahí en primera línea». 

No es casualidad que este «movimiento» se detonara tras la vuelta de CM Punk a WWE.

Desde entonces, varios medios especializados y figuras de la industria exponen el presunto efecto negativo para AEW de tamaña recontratación. Pero sobre todo, la comunidad luchística de internet (llamada comúnmente IWC, Internet Wrestling Community), impulsada por esas voces y por el tóxico tribalismo que destilan algunos fanáticos de Punk y de WWE.

Twitter (X) cambió la forma de abordar la lucha libre. Pensamos en libertad y democratización cuando hablamos de redes sociales, y a cambio, lo que tenemos es un algoritmo que actúa como viciado filtro, donde se impone la corriente de pensamiento más ruidoso, ensanchando esa «cámara de eco» y diluyendo cualquier discordancia.

De resultas, un discurso falaz encuentra difusión, pues para los divulgantes, la veracidad es un factor secundario. Y los siguientes receptores comprarán tal discurso, ya que, básicamente, es lo que quieren oír. Una endogamia 2.0

Superluchas - Un hombre con tatuajes que representan la marca "IWC" de pie frente a una multitud.
© World Wrestling Entertainment

► El reverso de los conocedores

AEW surgió como respuesta ante la demanda del público por tener un producto «mainstream» que supusiese una alternativa mejor a WWE, luego de que el gigante estadounidense alcanzara un punto abisal de calidad durante finales de la pasada década, reflejado en sus ventas de boletos y ratings. 

Pero AEW no quiso ser una mera versión mejorada de WWE. AEW se mostró como verdadera alternativa, más abierta y deudora de la escena «indie» (en especial ROH y PWG) y de NJPW, donde los combates sirvieran de eje conductor. Dos rasgos, apertura y calidad «in-ring», que definen el wrestling contemporáneo. AEW es, básicamente, hija de su tiempo. Y ahora se topa con el reverso de dicha condición

Primero, porque un considerable porcentaje del público que permitió su establecimiento en el panorama luchístico eran aficionados descontentos con WWE. Y hoy, la empresa de Endeavor vive un momentum sin precedentes desde que inició su «PG Era», luego de una mejora de su producto. Aunque también gracias a ese efecto de percepción (al fin y al cabo, Triple H sigue los pasos de Vince McMahon). Unos aficionados para los que el consumo de lucha libre parece basarse en la tendencia del momento. Y hoy, claro, WWE es otra vez un «must». 

Segundo, porque muchos de los supuestos fidedignos de la IWC que no provenían del «WWE Universe» han mostrado una actitud poco constructiva. No sólo dando la espalda a AEW tras ver que todas sus peticiones no se veían contentadas y al observar un giro, según sus pareceres, hacia el estilo de WWE, sino promoviendo activamente el odio hacia la casa Élite. Pocos consumidores de entretenimiento tan veleidosos como el usuario medio de la IWC, cuya devoción por un luchador (CM Punk surge de nuevo) puede llevarle a cargar contra lo que hasta hace apenas un mes elogiaba. 

Superluchas - Una multitud de personas en un estadio con un cartel que dice Día del Miedo de Vicky, organizado por un "lobby" llamado IWC.
@wrestlingexaminer

Con todo, no hay mal que por bien no venga. En pos de recuperar sensaciones, AEW nos ha ofrecido el Continental Classic, uno de los mejores torneos vistos fuera de Japón. Pero la pregunta continúa indeleble, cada vez más nítida: ¿es necesaria la IWC? 

Shawn Michaels reabrió el debate allá por 2016, ignorante de que hoy estaría impulsando en NXT a talentos candentes entre la fanaticada, caso de Trick Williams

»Yo no escucho a los aficionados… los aficionados me escuchan a mí. Yo soy el luchador. Ellos no me dicen qué hacer. Nadie me va a decir si mi lucha fue buena. ¡Yo me digo si mi lucha fue buena!»

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