El viaje tranquilo de la lucha libre

Con la salida de Mustafa Ali de WWE, luchador que llevaba tiempo buscando su rescisión, McMahonlandia se vio obligada a improvisar. Y recientemente, Fightful reveló que antes de dicho despido, Ali estaba programado para ganar el Campeonato Norteamericano NXT

Un reporte que tuvo la severa reprobación de Booker T, ante los micrófonos de la última edición del podcast ‘Hall of Fame’

«Estas páginas son las que están matando el negocio. Estas páginas representan verdaderamente lo que está mal en el negocio hoy día […] Si es cierto, creo que WWE tiene que vetar a tipos así de entrar en vestidores o de ir a sus shows otra vez. Porque para mí, esto es como contar el final de una película

«No sé si tienes alguna información sobre cómo va a ir el show [dirigiéndose a Brad Gilmore, coanfitrión del podcast], pero tipos así, estos tipos como Meltzer, como Alvarez, y el tipo que escribió esto… nunca deberían ser parte de nuestro negocio, jamás.

«Y me enciendo con esto porque, demonios, son los tipos que están matando el negocio, cada día, escribiendo historias como esta… Ocurriera lo que ocurriera con Mustafa Ali, ocurrió. Pero esta historia representa lo que está mal en el negocio hoy día, y tipos así deberían estar vetados de acercarse a nuestros shows». 

En la línea de tamaño «romanticismo», Eddie Kingston hizo unas interesantes declaraciones días atrás

«Pienso que… el negocio va hacia atrás. En el sentido de que… los fans ya lo saben todo. Conoces la magia. Conoces quiénes son los programadores… Todo se ha expuesto. ¿Sabes lo que quiero decir? Desde hace años ya. 

«Es como ver una película de Marvel. Los fans no quieren que el Capitán América se detenga en mitad de una escena de acción y le diga a todo el mundo que él y el resto de personas que están en la escena son actores». 

Bryan Alvarez y Dave Meltzer
Twitter: @roheblius

► Superando el «wrestling is fake»

Por suerte, hoy día los luchadores ya no propinan sopapos a periodistas entre bastidores o dejan insconcientes a actores en mitad de un «talk show» para proteger el negocio. Sólo, y Booker T constituye una rara avis, llegan al punto del ataque verbal mediante podcasts. Principalmente, porque está ya aceptado de manera tácita que, en efecto, la lucha libre es ficción. Como una película de Marvel, reproduciendo las palabras de Eddie Kingston. 

Y está bien. De hecho, si lo analizamos desde cierta perspectiva, se trata de un statu quo idóneo y lógico en su evolución.

Según Roland Barthes, la lucha libre es un arte excesivo per se, deudor del pathos del antiguo teatro griego. Y aunque el célebre pensador expone que mediante la suspensión de incredulidad permitimos a los luchadores ser dioses y mostrarnos la eterna pugna entre el bien y el mal (volvemos a Marvel), la mayoría de espectadores no necesitamos experiencias tan elevadoras ni catalizadoras. 

El pancracio luce actualmente liberado de ese antiguo «proteccionismo» que acababa convirtiendo a la disciplina en un arte aún más minoritario si cabe a ojos de muchos, cual secta aislada del mundo exterior. Pero sobre todo, haciéndola lucir como arte menor, que necesita mantener el pacto ficcional en todo momento para validarse. 

En consecuencia, implica un insulto hacia la inteligencia del espectador, al sugerir que es incapaz de disfrutar del negocio si se rompe la cuarta pared. Por otra parte, el fan ya no se contenta con el personaje, quiere conocer quién está detrás en la medida de lo posible. 

Apunte necesario aquí: Booker T carga contra la cultura del «spoiler» y hace una analogía fílmica, a pesar de que está fuera de lugar. Fightful comparte su información sobre Mustafa Ali a posteriori, ya con el protagonista fuera de WWE. Distinto hubiera sido publicarlo antes de la rescisión del gladiador. 

Superluchas - Una imagen de un luchador participando en una pelea "Kayfabe".
David Schultz, John Stossel y la bofetada que se escuchó alrededor del mundo

► The Elite, asesinos del negocio

Guy Debord decía que los espectadores no encuentran lo que desean, sino que desean lo que encuentran. En este sentido, el filósofo francés consideraba que la sociedad, al igual que el espectáculo, dejó de relacionarse como una realidad para pasar a hacerlo como una representación de lo real. 

Ciertamente, la lucha libre escenifica una competencia deportiva legítima, y esa emulación, aunque interpretada de distintas maneras por cada variante de este arte (lucha mexicana, puroresu, wrestling), siempre acaba convergiendo en un punto: el factor «in-ring»

Durante décadas, la industria estadounidense, encabezada por WWE, ha basado su fórmula en la preservación a toda costa del «kayfabe». Desde aquel sopapo de Jerry Lawler a Andy Kaufman en una edición de ‘Late Night with David Letterman’ (antes del doble sopapo de David Schultz), dando el pistoletazo de salida al «entrenimiento deportivo» del que se apropió Vince McMahon para catalogar su producto —y así esquivar regulaciones y tasas de la comisiones atléticas estatales—, al surgimiento de The Undertaker

Obviamente, la lucha mexicana y la japonesa también pretenden escenificar tal «realismo» (sobra mencionar el celo con el que se sigue guardando la identidad de los gladiadores enmascarados en el país azteca), pero la lucha estadounidense siempre usó el melodrama y el vodevil por una suerte de obligado recurso, ante la mayor dificultad de lograr su propósito a través de los combates

Y entonces llegó The Elite, de la mano de una nueva época donde gracias a internet ya era imposible fingir que el conejo no se escondía dentro de la chistera, y su show youtubero ‘Being The Elite’, en el que desdibujaban el «kayfabe» y entre otras genialidades, sometían a Cody Rhodes a un exorcismo, mientras bajo los focos de NJPW, Matt Jackson proclamaba que no podía perder en televisión por haber firmado un acuerdo con Hot Topic. El efecto de distanciamiento brechtiano llevado al ámbito luchístico.

The Young Bucks
© New Japan Pro-Wrestling

Tachados de asesinos del negocio por dinosaurios como Jim Cornette, The Young Bucks titularon su autobiografía «Killing The Business», tras haber fundado AEW junto a Kenny Omega, Cody Rhodes y Tony Khan. Y hoy, esta empresa representa tal cambio de paradigma. 

Hasta WWE cayó en la cuenta de que los tiempos de las «Monday Night Wars» quedaron atrás. El gusto y la exigencia del espectador luce muy distinto al de hace un cuarto de siglo. Se antoja impensable que AEW presentara un episodio de Dynamite con el nivel «in-ring» de una edición de WCW Nitro.

Las historias/rivalidades no han elevado su nivel con respecto a décadas pasadas, pero sí los combates, que al fin y al cabo, son la esencia de esta disciplina. 

En cuatro años de vida, AEW viene dejando una cantidad de buenas luchas como ninguna otra empresa durante tan breve lapso de tiempo. Si bien esa demanda de excelencia entre las doce cuerdas ya estaba ahí y AEW pisa un camino pavimentado por ROH o PWG, los Élite han situado el factor «in-ring» en el centro de la lucha «mainstream», modelando un tipo de consumidor que debería perdurar de cara a la próxima década, ante el éxito de la novel compañía. 

Me remito al reciente Bryan Danielson vs. Zack Sabre Jr. de WrestleDream. Anunciado sin una construcción propiamente dicha, ipso facto numerosos seguidores (poco conocedores) lo tacharon de «random», ignorando su condición de «arte por el arte», de divertimento puro y duro para el espectador que simplemente quiere ver un buen combate entre dos talentos únicos.

Y sin ni siquiera estar condicionado por posibles «spoilers», ante la premisa de dirimir quién era el mejor luchador del mundo en cuanto a técnica. Un servidor, de hecho, lo vio conociendo de antemano el resultado y pudo disfrutarlo igualmente. Como siempre me ha ocurrido con combates de similar excelencia

He ahí cuando la lucha libre se convierte en un viaje donde el camino, y no el destino, es lo que importa, que diría Cavafis. Hoy, 2023, sacudida de viejos complejos y adaptada a la coyuntura que le toca vivir, afronta su verdadera madurez. 

Superluchas - Dos luchadores luchan en el ring durante el viaje tranquilo de la lucha libre.
© All Elite Wrestling
LA LUCHA SIGUE...
Suscríbete para recibir un resumen diario de las últimas noticias.
icon