WrestleMania 36, la balsa de la Medusa
Cuando estás solo a la hora de llevar a cabo un propósito ilógico, te expones a que quienes te acompañan salten por la borda. Y Roman Reigns no ha querido exponerse más a esta locura de Vince McMahon (califiquémoslo ya así, con todas sus letras) llamada WrestleMania 36.
Ayer saltó la noticia de que «The Big Dog», retador de Goldberg por el Campeonato Universal en la que está programada como una de las principales luchas, no participó en las grabaciones del show. Pocas justificaciones hay que dar sobre una persona que lleva media vida batallando con la leucemia.
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Por supuesto, Reigns no ha sido el único en anteponer su salud
Supimos de Carmella y Dana Brooke, quienes provocaron una reestructuración del combate en torno al Campeonato Femenil SmackDown, ahora un Fatal 5-Way. También de Rey Mysterio, cuya cuarentena voluntaria hizo que Andrade no tuviera una defensa del Campeonato de Estados Unidos.
Y en las últimas horas, hemos conocido nuevos nombres. El episodio de hoy de Friday Night SmackDown será clave para hacernos una idea de la situación. WWE tendrá que justificar la salida de Reigns de WrestleMania 36 de alguna manera, y seguramente sin mención alguna al COVID-19, lo que convierte a todo esto en algo aún más rocambolesco.
Tras todas las bajas, así queda el cartel de WrestleMania 36
El «Chairman» ha ido demasiado lejos, porque no sólo esta WrestleMania 36 supone una decisión en contra de los fans y la propia naturaleza de la cita, sino también contra sus Superestrellas. Lo que quizás marque un antes y un después en la relación empleadores-empleados a partir de ahora.
Natalya y otros pesos pesados del vestuario han prestado su apoyo públicamente a este falsario lema de «el show debe continuar», pero la realidad es que, en privado, la mayor parte de talentos preferían un aplazamiento de «The Showcase of the Inmortals», como reportó ayer Mike Johnson de PWInsider.
Piensen, por ejemplo, en los competidores que perdieron la oportunidad de al menos ser parte de una de las Batallas Campales; combates que como saben, quedaron eliminados del menú.
Y la obstinación de Mr. McMahon ha puesto a otros tantos nombres en un complicado brete.
Reigns pudo permitirse no luchar contra Goldberg por el Campeonato Universal, pues ya lo ha conseguido todo a sus 34 años y sabe que más pronto que tarde, volverá a coronarse como cara de la empresa que es.
Caso distinto al de Drew McIntyre: la oportunidad de una vida, de reivindicarse y demostrar finalmente a WWE que puede ser «The Chosen One» pasa irremediablemente por su duelo con Brock Lesnar. Y de resultas, esta presumible coronación será en un Performance Center vacío. Así de absurda y a la vez triste se presenta WrestleMania 36, cual balsa de la Medusa.