The Young Bucks y Twitter: el sueño de la razón produce monstruos
«Ninguna guerra es una guerra hasta que un hermano mata a su hermano» supone quizás la cita más memorable de la película Underground, de Emir Kusturica. Y disculpen si luce frívolo trazar cierto símil entre un conflicto civil y las consecuencias que están trayendo estas «Wednesday Night Wars», pero quien escribe no puede evitar volver a hablar del clima extremista que se respira en la comunidad luchística de internet, y que cada semana se acentúa. Así, recientemente supimos que The Young Bucks fueron protagonistas de un hecho relacionado con este tema.
El viernes, Matt Jackson tuiteó lo siguiente.
Me he divertido con esta app durante unos diez años, pero ahora es momento de hacer la cruz. ¡Os veo en BTE!
A continuación, tanto Matt como Nick decidieron dejar Twitter
https://twitter.com/ItsKlondikeBill/status/1207962353867919361?s=20
Y no sólo de parte de aficionados, sino también de importantes nombres de la industria, caso de Mark Henry, Randy Orton o Silas Young; este último lanzando un «sutil» dardo.
Hey, Ring of Honor, ¿podemos tener televisión en directo cada semana en 2020? Estoy bastante seguro de que hablo por el vestidor cuando digo que no haríamos tantas pifias cada semana que recorrieran internet
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Pero incluso también de propios integrantes de AEW, como Dustin Rhodes, protagonista a su pesar de la viral secuencia, quien publicó y poco después borró esta contundente opinión al respecto.
Es casi 2020 y estoy avergonzado de lo que vi en el gran negocio que sigo protegiendo a día de hoy. Por favor, aprende a cómo lanzar puñetazos. O mejor aún, ven a mis clases que hago semanalmente y te enseñaré.
Aunque los Bucks volvieron a Twitter. Eso sí, con una única cuenta conjunta (sin tuits a la vista en su tablón), pues parece que Nick sí sigue firme en su decisión de no seguir trinando. Y el padre de la talentosa dupla, ante la avalancha de cuestiones, quiso aclarar el porqué de tal vía tomada por sus hijos.
https://twitter.com/MATTLEEMASSIE/status/1208238453894217731?s=20
¡Gracias por todo el amor que nos llega de la gente que pregunta por Matt y Nick! ¡Están bien y sólo necesitan un bien merecido descanso de la toxicidad que hay aquí! ¡Son los tipos más dulces y genuinos del mundo! ¡No se merecen el odio que están recibiendo! Os queremos
► El sueño de The Young Bucks
Un discurso fácil sería descargar de responsabilidad a Nick y Matt, y hacerlos ver como meras víctimas. Sin embargo, este monstruo de absurda radicalidad ha sido en buena parte alimentado por los ahora directores ejecutivos de AEW. Lógicamente, no puedo oponerme al plausible fin de su sueño: ofrecer una alternativa «mainstream» al monopolio televisivo del Imperio McMahon en EEUU.
Pero desde el minuto uno, sus declaraciones poco han ayudado a hacerlos ver como una sana competencia a ojos de mentes obtusas que viven por y para hacerse notar al amparo de Internet.
Si ya en los tiempos de WCW y TNA las empresas instaban a posicionarnos y a formar parte de un proselitismo que a nadie beneficia, AEW ha hecho lo propio vendiéndose como lo «cool», como la moda a seguir para todo fan cualificado que se precie
Podéis sentirlo, hay un hambre, hay una sed. ¡Vosotros, tíos, queréis buena lucha libre! ¡Vosotros, tíos, queréis buen entretenimiento! […]
Cody: «WWE fue un trabajo maravilloso, pero no era lucha libre»
Volviendo al mundo del celuloide, seguro que leyeron hace un par de meses a Martin Scorsese y Francis Ford Coppola considerar que las películas del Universo Marvel no pueden calificarse como cine. Y más allá de que estos veteranos directores puedan estar en lo cierto, o de que el mal momento por el que pasa WWE (más bien su elenco principal) sea evidente,
He elogiado a AEW en numerosas ocasiones, pero del mismo modo, siempre he señalado su excesiva referencialidad hacia WWE desde que echaron a andar hace ya casi un año. Estrategia en parte comprensible para una promoción cuyo grueso de seguidores proviene de un importante cupo de descontentos con el gigante estadounidense.
No obstante, sus formas acabaron por situarlos de diana para odiadores profesionales de todo lo que no salga de la factoría McMahon. Así queda reflejado en el hecho de que los espectadores de NXT parezcan querer ignorar al programa que se emite en TNT a la misma hora. Obviando que años atrás, The Young Bucks ya contaban con numerosos detractores, quienes siempre los han acusado de desvirtuar el pacto ficcional.
Siendo responsables de la imagen pública de AEW, Matt y Nick demuestran tener la piel demasiado fina. O algo de verdad reprochable: su escasa autocrítica. Y por supuesto, el show debe continuar. Las empresas seguirán impertérritas en su cruzada por captar adeptos a toda costa, para oprobio de quienes no deseamos posicionarnos.
