Romantizando la lucha libre: una batalla interminable
«Ser más papista que el Papa» se emplea en castellano para hacer referencia a quien manifiesta más preocupación o celo por un asunto que la persona directamente afectada, pretendiendo lucir más dogmático y rígido que ella.
Esta expresión describiría muy bien cierto posicionamiento de la comunidad luchística de internet sobre la agencia libre. En los últimos años se hizo patente en especial con NXT UK, generalizándose una corriente opositora que demonizaba la creación de aquella extinta marca británica de WWE, al considerarla perjudicial para la escena «indie» local.
A través de las siguientes declaraciones de Michael Oku, el pasado año, puede sintetizarse tal postura.
«Creo que
«Y de nuevo, digo: ‘Oh, vamos a hacer NXT Europe’. Pero vale, si vas a hacerla, ¿cuál es la explicación para que despidas a todo el elenco?’. Es lo que quiero saber […] Ofreció más dinero a los luchadores independientes. Veremos lo que hacen. A ver si se dan cuenta que Europa no es un país y que está lleno de países distintos con reglas distintas. Es intrigante».
► Los necesarios grises
Pero no todos comulgan con el discurso de Michael Oku. Recientemente, bajo entrevista concedida al podcast The Winning Edge, Mark Andrews, ex NXT UK, ofrece una visión muy distinta.
«Es muy fácil de creer. Vale, esos shows indies en Reino Unido están agotando boletos por todo el país. La escena está muy candente. Pero personalmente, por lo que sé por muchos luchadores importantes en Reino Unido, en ese momento
«Así que a menos que una gran compañía llegara, ya fuese WWE o fuese New Japan o AEW, o incluso una compañía no luchística, como Netflix o alguna corporación televisiva de las grandes… Sé que a los fans les gusta creer que era posible haberse mantenido para siempre. Pero sólo puedes estar un máximo de tiempo dañando tu cuerpo sin una promesa de verdaderos ingresos. Y no intento decir que todo sea por el dinero, porque no lo es. Pero cuando eres un luchador independiente y te lesionas, no hay seguros mágicos que te cubran. ¿Sabes lo que quiero decir?
«Es muy complicado ser bueno de manera consistente y que te paguen de manera regular. Así que eso es lo que pienso. Creo que los fans romantizaron con la idea de que sin WWE la escena podía haber continuado. Creo que WWE fue lo mejor que le pudo pasar a la escena británica».
Otro dicho popular español dice que «cada quien habla de la feria según le va en ella». Muchos pensarán entonces que
Sin embargo, muchos otros competidores que no han trabajado para WWE/NXT UK y vivieron aquellos años opinan lo mismo que Andrews. Por ejemplo, Cara Noir, bajo entrevista con talkSPORT en febrero de 2020.
«Es un nuevo comienzo, realmente. La vieja guardia se fue y eso ha concedido oportunidades para mí particularmente en los últimos cinco meses. No creo que sea algo malo de ninguna manera […] Hace que más ojos se posen sobre la escena británica. Hace que la gente esté más al tanto de que hay lucha libre en Reino Unido. Y creo que eso es genial.
Por entonces, Noir estaba muy poco interesado en unirse a WWE/NXT UK. Quizás hoy —en una realidad que conecta con las palabras de Mark Andrews—, tras tener que abrir una campaña de recaudación a fin de sufragar los gastos médicos de las lesiones que lo mantienen inactivo ya durante 15 meses
, su parecer sea distinto.Ni NXT UK mató a la escena «british», ni aquella subdivisión se creó como una casa de beneficiencia, amén de privar a numerosas promotoras de nombres muy valiosos. Ambos axiomas deberían poder coexistir y la toxicidad de la comunidad luchística de internet parece a cambio buscar el borrado de cualquier gris, llevándonos a un pueril maniqueísmo.
Asimismo, no todos los talentos buscan triunfar en WWE, pero muchos sueñan con llevar su arte a una plataforma mayor, se llame WWE o AEW. Y el discurso populista de furia contra el poderoso cala, aunque estos aficionados, desde sus cómodos sillones gamer, no tengan pajolera idea sobre las dificultades de ser un luchador independiente. Sucede lo mismo en la industria musical, cuando los fans más acérrimos de un grupo se rajan las vestiduras al comprobar que la banda «indie» con la que crecieron se ve seducida por una multinacional.
Entiendo la romantización, pues el pancracio, al igual que la música «indie», luce como arte alternativo a ojos de la mayoría de sus adeptos, promoviendo un absurdo «proteccionismo» a fin de preservar su ¿pureza? Y esto, en última instancia, y mirando en perspectiva,
Como espectador, hubiera deseado que Gunther no dejara la escena europea, pero el interés del propio «Ring General», no mis preferencias personales, es lo único que importa. Y así, hoy Gunther porta el Campeonato Mundial de Peso Completo y seguramente estelarice Bash In Berlin, cita que a su vez propiciará un fructífero fin de semana para varias promotoras europeas. Y quien se interese por su bagaje tiene el potencial de abrir otras puertas, de descubrir quiénes son esos tal Stan Hansen y Kenta Kobashi mencionados como influencia en su página de Wikipedia.
Tema aparte pasa por discernir cuál es el lado bueno de la industria y la necesidad de una alternativa, como se evidenció con la llegada de Stephanie Vaquer a WWE. No obstante, ¿quiénes somos nosotros, meros mortales, para decirle a la mejor luchadora del mundo que renuncie al sueño de su vida en pos de una mejor industria? Nadie.