Otra señal de lo mal que está la división de parejas en WWE
Cuando señalamos que Vince McMahon es consciente de que el sistema creativo de WWE no funciona pero las críticas le resultan indiferentes, lo decimos con seguridad. Qué mejor ejemplificación que la de su división de parejas. Es uno de los puntos fuertes de AEW, y por tanto la afición no deja de recriminárselo, pero él, tan disgustoso de la acción de duplas, cada vez pareciera importarle menos.
De no ser por la repentina aparición del Campeonato 24/7, seguramente no habría dos Campeonatos más intrascendentes que el de parejas femenil y de Raw. Mientras que desde que lo ganaron las IIconics en WrestleMania 35, los títulos de equipos apenas ven tiempo en televisión, y cuando lo hacen,
Así ha sido la historia de Peyton Royce y Billie Kay, pero peor ha sido para Zack Ryder & Curt Hawkins. Quienes en algún tiempo se llamasen «The Edgeheads» han tenido la «mala fortuna» de adquirir los títulos malditos. En la nota titulada «Las Superestrellas frustradas de WWE no quieren Campeonatos», ya expusimos el porqué:
«¿Importan realmente los Campeonatos en WWE? Es innegable que el valor de estos se ha visto devaluado en los últimos años, con reinados como el de Jinder Mahal o —le pese a quien le pese—el actual de Kofi Kingston. Cuando AEW hace hincapié en el hecho de que le darán énfasis a las victorias y derrotas, hacen clara referencia a las carencias que hoy han de ser pulidas en el producto McMahon.
«Mirando estadísticas, en muchos casos los monarcas cuentan con reinados que suman más caídas que triunfos. Una tendencia que cada vez se naturaliza más con el tiempo, y que afectó, por ejemplo, a The Revival en su momento o The IIconics y Zack Ryder & Curt Hawkins actualmente. Y pensar que en su tiempo, una mísera lucha perdida era toda una vergüenza para un Campeón; fíjense la postura de Bret Hart en «La Traición de Montreal».
«Todo tiene que ver con todo, y este mal que tocamos aquí es tan sólo uno de los tantos huecos que presenta el presente creativo de la WWE. Entre tantas Superestrellas descontentas y frustradas con su situación, algunas de las cuales tienen ansias de ver la puerta de la salida, hay un patrón que parece repetirse: no ven en ganar títulos una solución a sus problemas, ya que eso no garantiza un mejor manejo.
«No creo que haya hablado con algún luchador de WWE en el último año que me haya dicho ‘necesito un título o me iré’. Hablé con muchísimos que me dijeron que quieren una dirección creativa consistente y una subsecuente satisfacción».
Claro está que Ryder y Hawkins no necesariamente eran parte de la programación de la compañía antes de hacerse con el oro. Pero para su infortunio, tampoco lo son ahora. Luego de su victoria en «La Vitrina de los Inmortales», el dúo apenas hizo acto de presencia en cuatro ediciones de Raw; con una sola defensa, dos triunfos y dos derrotas. Su última aparición tuvo lugar el 6 de junio. Ni hablar de PPVs…