En su tercer aniversario luctuoso: El día que La Parka se hizo Diablo
Hace tres años, un día como hoy, 11 de enero, se reportaba el terrible deceso de Jesús Alfonso Escoboza Huerta, mejor recordado por personificar la máxima creación de Antonio Peña, La Parka. Después de batallar por su vida durante prácticamente tres meses, Jesús dejaba unas botas imposibles de llenar en la lucha libre mexicana, pues su carisma y su nobleza lo convirtieron en un verdadero ídolo.
Aunque La Parka fue el personaje que lo consagró, Jesús había ya encarnado otros: Bello Sexy, Maligno, Karis la Momia y tras un breve paso como La Parka Jr. se convirtió en el gran referente de la lucha libre nacional durante la segunda parte de los noventas y la primera década del Siglo XXI, generando que se le copiara y se le imitara en todo su accionar en el ring.
En ese sentido, fue precisamente el luchador quién declaró a SÚPER LUCHAS sobre esto:
“La gente sabe quién soy, y con eso estoy más que tranquilo. Soy un luchador al que la gente ubica, y hoy, con las redes sociales, saben dónde me presento. Parka sólo hay una. Me caracterizo por ciertos movimientos, por el carisma. Si hay otras Parkas, pues ellos sabrán su manera de salir adelante; ellos tendrán su manera de ser con la gente. Yo ya tengo mucho tiempo en la lucha libre, y creo que a la gente no la haces tonta. Me da gusto que por ellos soy quien soy y me han mantenido tanto tiempo como su ídolo. Te doy un ejemplo: En Xalapa, en vestidores, algunos compañeros me dijeron ‘¡Cómo te quiere la gente!’. Yo no lo noté en el momento, pero sí estaban esperando a que yo apareciera. Eso, para mí, es muy especial y me hace ver que así haya miles de Parkas, a mí me identifican, y me lo hacen ver en cada plaza donde me presento”.
— La Parka Diablo
Pero aunque vivió muchas anécdotas dentro y fuera de los cuadriláteros, quizá una de las que mejores recuerdos tuviese fue cuando el 28 de enero de 2015, la directiva de los Diablos Rojos del Toluca, de la Liga MX, le brindara un homenaje en vida al reconocerlo como uno de sus aficionados más simbólicos.
En la propia cancha del estadio mundialista