WCW Millennium Final, el último gran PPV en Alemania
De alguna manera, que WWE acabara por programar un «premium live event» en tierras germanas era cuestión de tiempo, al confirmarse tal intención la semana pasada, con el anuncio de Bash In Berlin para el próximo 31 de agosto.
Junto a las islas británicas, Alemania es probablemente el territorio europeo con una tradición más rica por el pancracio (allí se fundó, en 1912, la primera comisión luchística de la que se tiene constancia, Verband Der Berufsringer), WWE se emite allí en TV abierta a través de ProSieben MAXX y wXw, promotora top de la actualidad, guarda estrecha relación con McMahonlandia; hasta hace poco, Gunther dirigía la escuela que dicha «indie» posee en Gelsenkirchen,
Y claro, sin AEW, WWE no se hubiera decidido a recalar de forma «premium» en Alemania. Recordemos que apenas una semana antes de Bash In Berlin, la casa Élite presentará su segunda edición de All In London, y WWE no quiere ser menos en el mercado europeo, tal vez obligando a muchos a tener que elegir entre la cita británica o la germana.
Con todo, resulta un tanto chocante que haya tenido que pasar tanto tiempo para que WWE programe un PPV (ahora «PLE») en Alemania. Y es que Bash In Berlin no supone el primer gran evento luchístico que ha acogido el país teutón. WCW, hace casi 23 años, el 16 de noviembre del 2000, ya presentó uno propio, titulado Millennium Final.
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Como expuse al comienzo, las islas británicas y Alemania son los dos focos europeos más importantes en cuanto a lucha libre durante el último medio siglo. Y en el caso de WCW, la nación bávara supuso un mercado incluso de mayor rentabilidad que el del archipiélago
Aquí, como de costumbre, la televisión fue clave en la internacionalización de WCW. DSF (hoy Sport1) no sólo permitió que los habitantes de Alemania pudieran seguir la extinta promotora semanalmente. En una época pre-IWC, las compañías de cable de otros países europeos, como España, incluían a dicha cadena en su paquete. Así era como un servidor, apoyándose también en TNT, estaba al tanto por entonces del producto de Ted Turner.
Y quisieron los hados que Alemania fuese el último destino internacional de WCW antes de su cierre. Apenas cuatro meses después de Millennium Final, culmen de una gira por aquellos lares, WWE (entonces WWF) anunció la compra de su gran enemiga. Adiós tan repentino que hizo que los planes de programar un nuevo PPV en Alemania de cara al otoño de 2001 (titulado Odyssey) ya sólo puedan ser carne de ucronía.
Millennium Final, se entiende, tuvo bastante rentabilidad para WCW (la Arena Oberhausen, ahora Rudolf Weber-Arena, se llenó con casi 10 mil personas), aunque la empresa, tónica de su recta final, no respondiera a las expectativas depositadas por un cartel atractivo,
Alex Wright, no podía ser de otra forma, tuvo su cuota de protagonismo, ganando el Campeonato Mundial de Parejas WCW junto a General Rection. Esta implicación, un duelo poco menos que patrocinado por el Oktoberfest entre Norman Smiley y Fit Finlay y la presencia de una «European Cup», defendida por Sting ante Kevin Nash en un estelar que arbitró el púgil Axel Schulz —basándose en la victoria de «The Icon» seis años antes— como eje central de Millennium Final fueron los guiños de la función hacia el público germano.
Bash In Berlin, seguramente, por repercusión y calidad de lo presentado, haga olvidar a Millennium Final. Y con justicia, porque Alemania merece gozar de una mejor referencia en cuanto a evento luchístico de grandes proporciones.