The Bloodline original se reunió una vez más
La última edición de SmackDown dio a los fans una noche llena de emociones con el regreso de la alianza de The Bloodline original.
Roman Reigns intentó dirigirse al público, solo para ser interrumpido por Jey Uso. La presencia de Sami Zayn agregó intensidad a la situación, iniciando un intercambio de palabras ntre los antiguos miembros de The Bloodline. Zayn, quien apareció en el ring junto a Jey Uso, se dirigió a Reigns con sinceridad, explicando que su única intención en el pasado evento Crown Jewel fue apoyar a Jey, y calificó el incidente del Helluva Kick hacia Reigns como un accidente.
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En una conversación cargada de nostalgia, Zayn le recordó a Reigns los momentos que compartieron en The Bloodline y declaró que aún sentía un lazo especial con esa etapa de su vida. Con emotividad, expresó su creencia de que Reigns no es indiferente a él y que, en el fondo, aún tiene afecto por su antiguo aliado. Zayn puso la decisión en manos de Reigns, proponiéndole una disculpa hacia Jey Uso para sanar sus diferencias. Sin embargo, Reigns respondió de manera cortante, aclarando que Zayn «no es sangre, no es un Uso».
► Sigue la guerra en The Bloodline
Mientras Zayn abandonaba el escenario, apareció Jacob Fatu en la pantalla gigante, lanzando una advertencia a Reigns y recordando que Solo Sikoa ya no seguía sus órdenes. En backstage, los hermanos Uso cuestionaron la actitud de Reigns, pero el líder de The Bloodline se mostró desafiante y provocó el alejamiento tanto de Jey como de Jimmy.
La tensión subió aún más cuando Jacob Fatu, Tama Tonga y Tonga Loa se unieron a Solo Sikoa en backstage
► Se reúne el Bloodline original
En un giro inesperado, Sikoa reveló a Sami Zayn como el quinto miembro de su equipo, lo que dejó a los fanáticos en suspenso. Sin embargo, el caos se desató cuando Tama Tonga y Tonga Loa atacaron a Reigns por la espalda, con Jacob Fatu uniéndose al asalto. Los Usos llegaron para ayudar a su primo, pero fueron rápidamente superados.
En el punto álgido de la confrontación, Sami Zayn traicionó a Sikoa con un Helluva Kick, permitiendo que Reigns conectara un Superman Punch a Fatu y completara la ofensiva con un Spear a Sikoa. La función concluyó con Reigns, Zayn y The Usos levantando sus dedos índices en señal de unidad, simbolizando el regreso de The Original Bloodline. Esta inesperada reconciliación dejó un mensaje claro: la verdadera lealtad y el poder de la familia prevalecen por encima de cualquier desafío en WWE.