Jim Cornette: "NXT causó $19 millones en pérdidas a WWE en 2017"
Casi 7 años después, y por sexta vez en toda su historia, WWE consiguió que uno de sus combates recibiera 5 estrellas por parte de Dave Meltzer. Y el mérito no fue de Raw o SmackDown, las dos marcas principales, sino de la tercera en discordia: NXT. Un reducto libre de los peores tics del estilo McMahon, que a día de hoy, supone la mejor baza luchística de la compañía. No obstante, parece que a costa de un buen puñado de dólares.
Alguien que conoce bien los entresijos de WWE es Jim Cornette, y precisamente este fue el mayor responsable creativo de Ohio Valley Wrestling, territorio de desarrollo que acogió los primeros pasos de
«NXT en 2016 recaudó 7 millones de dólares en boletos y tuvo 20 millones de dólares de costes. En 2017, NXT obtuvo unos 6 millones de dólares en venta de boletos y 25 millones de dólares en gastos… Con todo, en 2016 perdieron 13 millones, en 2017 perdieron 19 millones, pero no es una gran cantidad de dinero para una compañía tan grande. Pero imagina lo que yo y Danny Davis hubiéramos podido hacer con Ohio Valley Wrestling si ellos nos hubieran dicho, ‘Pueden traer a quien quieran que no esté en el elenco principal o contratado por New Japan y pueden perder 32 millones de dólares en los próximos dos años’. ¡Hijo de la…!»
Desde el resentimiento, como se intuye, Cornette recordó que OVW nunca supuso una derrama para la empresa, y que bajo sus propios términos, resultó exitosa.
«No conozco los porcentajes exactos, pero garantizo que no perdimos 32 millones de dólares. Ahí está la cosa, Ohio Valley Wrestling nunca ha perdido dinero desde que está operativa. Algunos años seguramente no recaudaría mucho dinero, pero en ese momento era la única compañía rentable a tiempo completo con eventos televisados regulares en EEUU, aparte de WWE«.
Finalmente, Cornette admitió que es lógico que WWE necesite gastar dinero en entrenar a futuras Superestrellas, aunque siguió considerando que la cifra es desorbitada. Unos números que lógicamente, no aparecieron en los reportes financieros anuales de 2017, y que evidencian que cada vez el público está menos interesado en disfrutar de la lucha libre en vivo.