Invasiones en la WWE: ¿Es creíble el fenómeno "Nexus"? - Opinión
Las invasiones son historias que por muchas razones pueden dar ignición a un sentimiento renovado a cualquier lector o televidente. El fenómeno de una fuerza que azota lo preestablecido siempre ha sido una gran maniobra en el mercado del entretenimiento, sea literario o audiovisual. El espectador o lector siente los ojos invadidos (metafóricamente hablando) de novedad, y es difícil que al menos al comienzo, hasta el más prevenido y escéptico no se sienta de alguna manera abordado por la idea. Sucede que la invasión es un género que bien usado, siempre implica sorpresa. Porque la amenaza arriba a todos los frentes.
Ahora bien: NXT (ahora llamado Nexus, para distinguirlo del programa de TV) invadió la
Ahora bien, si nos remitimos a la historia, la invasión más célebre del mundo de Wrestling moderno anglosajón, es la de WCW/ECW contra la WWE/F. Particularmente en este caso, ocurrió una singularidad: la falta de poder estelar de la facción invasora, llevó a insertar a Stone Cold (un luchador de la WWE) en el grupo como líder del grupo extranjero, lo cual no solo desfiguró aún más el sentido de la invasión, sino que resaltaba la falta de grandes nombres en la organización de caos que venía a corromper el orden de la WWE. Para muchos, la falta de impacto de aquella historia se debió a esta cuestión. Esta gente que era muy profesional, no tenía suficiente poder estelar para llevar en sus hombros el sentido de una invasión.
En esta nueva invasión que WWE nos quiere contar, el booking ha sido muy sabio al evitar las confrontaciones directas de los rookies invasores con las superestrellas veteranas. Pero sucede que, siguiendo con la lógica de una invasión, la voluntad de una facción es apoderarse de los galardones ajenos. Aparentemente, ya hay semillas plantadas para una historia entre los Hart (que culpan a Nexus por el despido de su tío), John Cena o Sheamus (Barrett tiene garantizado una pelea por un título), así como otros nombres relevantes de la compañía (Orton ya manifestó sus deseos de pelear contra los recientemente contratados novatos).
Entonces, recapitulando, la compañía vendió la invasión congruentemente, dejando que los agresores dominen absolutamente todo aspecto de la historia llevada hasta el momento, para evitar que se vislumbren las falencias de la facción. También plantearon seriamente desafíos por títulos mayores de la WWE. Ahora falta la resolver la cuestión principal, que es la que en definitiva resuelve un historia de estas características:
- -¿Existe poder estelar en la Facción de Nexus?
- -Si no lo hay, ¿hay tiempo para crear el aura de amenaza en cada individuo?
- -Si ninguna de las dos respuestas anteriores se puede responder afirmativamente, ¿Se puede vender una pelea en estas condiciones?
Con la partida de Danielson (que restó poder estelar al grupo), la única forma inmediata de resolver esta gran falencia (que en algún momento vamos a ver), parecería ser insertar una «mente maestra» que eleve el estatus del grupo. Para muchos, este hombre podría ser Chris Jericho. El problema con una solución como esta, es que la incorporación beneficiaría a Jericho más que a Nexus: Como ya pasó con StoneCold en WCW/ECW, Jericho solo elevaría más su propio estatus, pero en el largo plazo, la agrupación se vería muy lesionada en su credibilidad.
Así las cosas, parecería que WWE tiene un reto interesante: necesita elevar al menos 2 estrellas de la facción, que sean originales (es decir, que hayan nacido en NXT, y no que sean profesionales aliados a ellos). Una estrella ya casi elevada lo suficiente es Wade Barrett (quien era el segundo más apto después de Danielson, además de tener el físico más adecuado para los parámetros de la WWE). Pero el resto del grupo, aún está lejos de tener el nivel suficiente para parecer una amenaza. De hecho, incluso Barrett necesita tener aún una victoria convincente para consagrarse como el elemento peligroso del grupo.
Es mi parecer que, en principio, la tarea que tiene WWE por delante es de dimensiones colosales.
Gracias a todos por pasar y detenerse a leer.