El infierno de Kyle O'Reilly: "Un segundo eterno"

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25-06-2025
En junio de 2025, Kyle O'Reilly está asentado como luchador en activo de AEW. Pero en junio de 2022 tuvo que decir adiós a los rings sin saber si volvería.

En junio de 2025, Kyle O’Reilly está nuevamente asentado como luchador en activo en los shows de All Elite Wrestling como integrante del trío Paragon junto a sus amigos Roderick Strong y Adam Cole, el presente Campeón TNT.

► La lesión de Kyle O’Reilly

En cambio, en junio de 2022, «The Martial Artist» tuvo que alejarse de los rings debido a una grave lesión en el cuello (y posteriores complicaciones de la cirugía)

que lo mantendrían ausente hasta marzo de 2024.

«Fue un periodo loco, casi de dos años. Llevaba años lidiando con lesiones en el cuello. Es parte del negocio. Tengo un movimiento específico, que sé que fue lo que causó todo con el tiempo, donde caigo de cabeza tres veces seguidas mientras hago un suplex a un oponente. Fue bastante tonto de mi parte seguir haciéndolo. Hubo un incidente en una lucha, creo que en junio de 2022, donde hice ese movimiento y mis brazos y piernas se apagaron por completo; no podía moverme por un segundo. Se sintió como una eternidad. Al ver la repetición, fue solo un segundo, pero fue algo serio. Pensamos que era mi hombro. Seguí luchando durante otros cuatro meses básicamente con el cuello roto. Con el tiempo, mis brazos comenzaron a empeorar y a debilitarse. Me hicieron una resonancia magnética y encontraron una gran compresión en varios nervios del cuello. ‘Tendremos que operarte si quieres volver a luchar’. Eso prácticamente tomó la decisión por mí. De lo contrario, no me autorizarían a volver al ring a menos que me lo arreglara.

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Tengo amigos en quienes confío y que sé que se han sometido a esta cirugía. Hablé con Adam Copeland, una persona increíble e inspiradora, él ha pasado por estas lesiones y cirugías. Me tranquilizó. Muchos amigos míos han pasado por esto, así que sabía que estaba en buenas manos y que todo estaría bien. Pero en mi caso, hubo una complicación con la cirugía: me desperté con lo que llaman parálisis del nervio C5.

Debido a la compresión de ese nervio, se apagó completamente todo lo relacionado al C5: la flexión del bíceps y el hombro dejaron de funcionar. Fue duro. Empecé a trabajar con Jesse tres meses después. Aún apenas podía mover el brazo. Y, sorpresa, con el tiempo mejoré. Sabía que eventualmente mejoraría, pero tener a alguien que guiara mi rehabilitación de forma positiva fue clave. Recuerdo la primera vez que pude hacer una rotación completa del hombro después de ocho meses sin poder mover el brazo. Fue una gran victoria. Puede que nunca vuelva a luchar, no es gran cosa, mis prioridades han cambiado, pero esa fue una victoria emocional enorme. ‘Está bien, podré volver. Puede que nunca sea el mismo, pero he crecido y evolucionado'», explica O’Reilly a Andrew Dettelbach y Jesse Grund de Fellowship of the Gains.

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