Las calaveras luchísticas de SÚPER LUCHAS
Las calaveras de Día de Muertos son tan tradicionales en México como la lucha libre, un símbolo icónico de la cultura nacional y un recuerdo de que la muerte es una parte natural de la vida.
¡Lucha libre mexicana
has sufrido un año duro
pues la Muerte, muy tirana,
segó a técnicos a rudos.
Comenzó en el mes de enero
apoyándose en Valiente
quien, en jaula, en lance fiero,
hizo polvo a su oponente.
Condenándolo al eclipsis,
honra y máscara arrancó…
Así fue que a Apocalipsis
la Pelona lo fregó.
En febrero, Sam Adonis
fue campeón en Rey de Reyes.
Reluciente como el ónix
prometía gran descuelle.
Mas de tanta expectativa
nada el gringo realizó;
la Calaca, despectiva,
al panteón se lo llevó.
La World Cup de Triple A
llegó en marzo, día domingo.
El Patrón y Psycho Clown
con el Hijo del Vikingo
alcanzaron la victoria
y libraron a la Muerte
(en las luchas siempre hay gloria,
en Mundiales… mala suerte).
Y de marzo sobresale
Homenaje a Dos Leyendas”.
Lutteroth e Irma González
recibieron loas sendas.
La Tiznada al matadero
llevar quiso al trasquilado…
Se salvó Rocky Romero:
a AEW (ei-i-dóbliu) había marchado.
Vino abril: en Monterrey
inició Triplemanía.
Coronado como rey
el Vikingo quedaría.
A Swerve Strickland, a Rich Swann
y a Komander, la Catrina
los usó para hacer pan
tras molerlos como harina.
Mes de julio: en Tijuana
continuó Triplemanía
y la Muerte, soberana,
al acecho seguiría…
Arrojó, tranquilamente,
al sepulcro a Kenny Omega;
del Vikingo el descendiente
salió invicto en la refriega.
Culminó Triplemanía
al llegar el mes de agosto.
Sam Adonis tornaría
con los vivos, ¡y a qué costo!
Psychi Clown le dio una zumba
junto a Rush con L.A. Park.
Ya rapado, a ultratumba
la Tilica lo fue a echar.
Mas no pudo Triple A
igualar lo extraordinario
del Consejo al celebrar
su noventa aniversario.
Fue en septiembre. Se lucieron
Ángel de Oro y Dragón Rojo.
La Huesuda cruel, empero,
hizo de ellos vil despojo.
Contempló la Calavera,
cual testigo subrepticio,
este oficio donde impera
la pasión y el sacrificio.
Observó que lucha y muerte
son los polos de la vida
que se alternan y convierten
en un ciclo sin salida.
Emoción, rivalidad,
gloria efímera y profana…
¡Eres mito y realidad
lucha libre mexicana!