5×5: Lo mejor y lo peor de NXT TakeOver: WarGames 2
Con un cartel modesto de apenas cuatro luchas confirmadas, NXT TakeOver: WarGames tuvo la ardua labor de competir con uno de los PPV más históricos de WWE: Survivor Series.
Survivor Series donde debutó The Undertaker en 1990, The Rock en 1996, Kurt Angle en 1999 y la diabólica Elimination Chamber en 2002.
Con una primera entrega bastante satisfactoria el año pasado. El elenco de NXT debía seguir la racha de aciertos que fue su primera edición con esta secuela.
Nuestra cobertura:
Resultados NXT TakeOver: WarGames 2 (17-11-18) — Inicia la carnicería
Lo malo
5- Vacante.
4- El artista noqueado.
La situación de Kassius Ohno es alarmante. Si tenemos en cuenta que ha estado tanto tiempo en la compañía como para haber debutado en Survivor Series 2012 como parte de The Shield (sin Roman Reigns). Aunque es cierto que estuvo un tiempo fuera y regresó a NXT. Lo más destacado desde su regreso ha sido su única oportunidad titular por el Campeonato NXT, donde retuvo Bobby Roode.
Se supone que su apodo es «El artista del nocaut». Pero meses atrás vimos su última aparición en TakeOver: Philadelphia siendo noqueado por Velveteen Dream. No ayuda en nada que anoche perdiera en unos segundos luego de ser noqueado por un rodillazo de Matt Riddle.
Es defendible el punto de que quieren vender a Riddle como un artista marcial brutal que puede terminar luchas en segundos. Pero ese tipo de victorias sólo es impactante cuando el que cae tiene mucha credibilidad; el mejor ejemplo que tenemos de ello es la victoria de Goldberg ante Brock Lesnar en Survivor Series 2016.
3- Faltó el cameo épico.Anuncio
Aunque fue agradable ver a X-Pac entre el público, se echa de menos los cameos de futuras Superestrellas. Es una tradición de cada TakeOver, ese momento súbito en donde entre las pausas de las luchas enfocan o a un luchador que ya pasó por NXT o su más reciente firma.
Como fue el caso en su momento de Asuka, Roode, EC3 y Riddle. Parte de la magia de los TakeOver son esos cameos (como las películas de Marvel con Stan Lee). Se esperan mucho esos cameos en los especiales dado que presenciamos uno cada 2 ó 3 meses.
2- La división de parejas sin lucha.
Es discutible que no es necesario usar a todo el elenco disponible. Pero, es cierto que hace falta ver más acción de la división de parejas que se encuentra en un momento cumbre.
Desde 2016 no se tenía una división de parejas tan destacada. Con equipos como el de Danny Burch y Oney Lorcan, Street Profits, Humberto Carillo y Raúl Mendoza, The Mighty entre otros.
La respuesta de ello sería que los campeones de parejas y sus últimos retadores ya se enfrentaban en la
1- Shayna Baszler y sus amigas
Había que introducir de alguna manera a Jessamyn Duke y Marina Shafir a la mitología de WWE, para así tener a las Four Horsewomen de MMA, entre todas las elecciones posibles decidieron que ayudaran a Baszler a retener no una sino dos veces al hilo.
Tanto en Evolution como en NXT TakeOver: WarGames 2, nos presentaron la misma lucha pero un poco alargada al final. Con la única novedad de que Dakota Kai e Io Shirai llegaron al rescate de Sane.
Baszler necesita victorias contundentes y brutales. No parecer una impedida que necesita de sus amigas para ganarle a alguien que ya había derrotado antes (eso da la sensación de que se está volviendo débil).
Lo bueno
5- La duración de las luchas.
Con cuatro luchas pactadas era de esperar un incremento en el tiempo de cada una. Riddle vs. Ohno tuvo una duración de 7 segundos. Baszler vs. Sane casi llega a los 11 minutos. Aleister Black vs. Johnny Gargano llegó a los 18 minutos con 10 segundos. Tommaso Ciampa vs. The Velveteen Dream se alargó hasta los 22 minutos con 25 segundos. Finalmente, la WarGames Match marcó 47 minutos con 10 segundos.
Eso se tradujo en más momentos sobre el encordado, cuando Black se sentó en el medio del ring y le gritó a Gargano que le diera su mejor patada. Tiempos muertos, como tantos en la WarGames match donde estaban todos golpeándose hasta caer agotados en la lona (en el instante siguiente el público estallando en euforia por la secuencia que acababan de vivir).
Más allá de la lucha libre, este negocio se fundamenta en
4- Made for Wrestling Hardcore fans
Mientras que en Raw o SmackDown vemos un producto más enfocado en el público masivo y casual que apenas ve lucha libre (a veces sólo WWE), en NXT el contenido va enfocado a los apasionados del deporte de combate.
No es gratuito que hasta el cartel sea más cómodo de ver que uno de un PPV del elenco principal (esos eventos parecen eternos). Ni que la mayoría de los luchadores conserven el mismo personaje que traían de la escena independiente u otras compañías como New Japan Pro Wrestling, Ring of Honor o Impact Wrestling. NXT es fanservice puro y duro para los conocedores de lucha libre.
Además de que si algún curioso entra sólo a ver las luchas, es muy probable que salga con un gran sabor de boca;
3- Aleister Black vs. Johnny Gargano
La narrativa acá no era nada fuera de lo común; presa de la envidia, Gargano lesiona a Black y le impide reclamar su revancha obligatoria por el Campeonato NXT. Black regresa de la lesión y quiere partir en dos a Gargano. William Regal pacta esta lucha y estos dos hombres suben al cuadrilátero a resolver sus problemas a golpes.
Lo fuera de serie acá es la lucha que nos dejaron. Se nota que ambos se estudiaron, porque hay contraofensivas que sólo eran posibles si se conocía la rutina del rival.
Gargano y Black demostraron porque Triple H y compañía les tienen tanta confianza. Desde los primeros minutos del encuentro la gente no paraba de gritar sus nombres, luego los dejaron sin aliento con secuencias fluidas y agresivas. Como por ejemplo ese vuelo de Gargano que Black interrumpió de un rodillazo.
En un punto del encuentro Gargano clamó por piedad. Black cayó en el engaño pero de una fulminante Black Mass, Black cerró esta rivalidad llena de furia.
2- The Greatest Sports Entertainer Of All Time
Ciampa se ha declarado durante meses como la más grande Superestrella del entretenimiento deportivo. Aún falta camino para que respalde sus palabras, pero va por buen camino.
Por otra parte Dream es un espectáculo. Desde su entrada homenajeando a Hollywood Hulk Hogan, nos estaba preparando para un encuentro que sería épico.
Tal vez algunos comparen esa faceta de Dream con el Dolph Ziggler que imitaba leyendas. Pero lo de Dream va más allá, juega con la psicología de su rival. Tomemos el caso de su lucha ante Ohno donde se vistió como boxeador (una referencia a
Ahora bien, con Ciampa era clara la estrategia: la imagen de Hollywood Hulk Hogan es la que se tiene por antonomasia de la más grande Superestrella del negocio, entonces, evocarlo en su vestuario era la forma de Dream de meterse en la cabeza de Ciampa, quien, en su afán por demostrar que era mejor, cometería muchas imprudencias.
El único problema en el plan de Dream, de decirle con sus movimientos e indumentaria que habían Superestrellas más grandes que él (no es gratuita La figura 4 al pie que Dream le aplica), era que Ciampa ante todo es un sádico. Ciampa se impuso y se mostró fuerte ante una estrategia que le había funcionado hasta ahora a Dream. Dejándonos a cambio un joya de lucha que merece ser vista una y otra vez.
1- La carnicería de los War Raiders
La WarGames Match del año pasado fue una genialidad brutal. Este año ambos cuartetos superaron la brutalidad con algo de drama, creatividad y la cuota aérea de Ricochet.
No hay mucho que decir acá más allá de que es una lucha obligada para todo el que se considere fanático de las luchas. Puesto que antes de que se habilite el conteo o la rendición como al minuto 20, la lucha consiste en molerse a golpes entre todos.
La aparición de mesas, sillas, tachos de basura y dementes como los War Raiders, sólo hace de esto el festín violento que todo entusiasta de los deportes de combate quiere ver. Está bien de historias y moralejas, pero a veces con una buena paliza tenemos suficiente.
Undisputed Era, War Raiders, Ricochet y Pete Dunne cerraron una de las narraciones más largas en la historia de NXT (que va desde el debut de Adam Cole y todas sus consecuencias) con broche de oro.