Apenas nos hemos dado cuenta, pero el tiempo ha pasado y es increíble ver adónde nos han llevado las cosas. Han transcurrido casi diez años a la fecha desde que el tridente de Charlotte Flair, Sasha Banks y Becky Lynch fuera introducido al elenco principal de la WWE como parte de la «evolución femenil» que pedían con euforia tantísimos fans enojados ante un manejo burdo hacia toda una división. No debió pasar mucho antes de que Bayley se sumara a ellas, completando así a las caras de la nueva generación de luchadoras, acaso una que regeneró el panorama como no se veía desde hacía décadas.
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► Las cuatro jinetes de la WWE
Detrás de escena, ya desde los tiempos que compartieron en NXT (la original), las gladiadoras fueron adoptadas como «las cuatro jinetes», no solo debido a su capacidad de sobresalir del resto sino que también por la amistad que las unía en los vestuarios. Entre sí dieron cátedras de lucha libre cuando las cámaras se prendían, fuera Sasha y Bayley en algún que otro TakeOver, o Charlotte y Sasha en los primeros pasos de la revolución del main roster, donde ambas fueron seleccionadas como la ruda y la técnica principales, respectivamente, estelarizando shows semanales, PPVs y marcando hitos como las primeras mujeres en protagonizar distintos tipos de estipulaciones que hasta ese momento solo estaban reservadas para los hombres.
Cómo olvidar, por otra parte, el puntapié del más iconico lapso si hiciéramos un recuento de la carrera de todas ellas: el cambio de personalidad en SummerSlam 2018 de quien fuera la menos preciada por la oficina (a pesar del permanente apoyo de la afición) Becky Lynch, dando comienzo a una auténtica popularidad que la llevó a niveles inhóspitos de estrellato, incluso siendo la cara visible de la compañía en el camino a WrestleMania 35, evento que, hecho no menor, fue encabezado por primera vez por féminas.
Desde lo sucedido en backstage (el tedioso distanciamiento real entre Lynch y Flair, mejores amigas), pasando por reconstrucciones (el turn de Bayley que la elevó como nunca antes), la controversial salida de Banks de la empresa (después de haber amenazado con renunciar años antes) y posterior firma con AEW, lesiones varias (principalmente de Flair) y la no renovación (esta vez amigable) de Lynch, mucho ha cambiado en la vida y carrera de estas cuatro amazonas. El tiempo ha pasado, por más que apenas nos hayamos dado cuenta, y consigo ha traído una nueva generación.
El tiempo de Becky Lynch, Bayley, Charlotte Flair y Sasha Banks (ahora conocida como Mercedes Moné en AEW y Japón) como las chicas top de esta industria probablemente haya quedado atrás. Si bien sus renombres les permitirán seguir ocupando un lugar privilegiado, la verdad es que la aparición de nuevas Superestrellas emergentes ha hecho que los directivos, naturalmente, hayan escogido a sus nuevas cuatro jinetes (y no, no son las otras cuatro jinetes). La idea dista de obligar a que la afición las trague por la fuerza: ha tomado años llegar a este punto, pero las cuatro plazas han sido ocupadas de forma espontánea…
► Tras bambalinas, WWE ha escogido a sus nuevas cuatro jinetes
En este 2025, podemos cercionarnos de que las nuevas Becky Lynch, Bayley, Charlotte Flair y Sasha Banks ya están aquí. La gran pregunta entonces es: ¿Y quiénes son?
#1 Rhea Ripley
La luchadora que más lejos ha llegado, si se quiere la mejor posicionada de la división a fuerza de rendimiento en años recientes. Rhea Ripley es la cara indiscutida del roster femenil de WWE.
A partir del empuje que el Judgement Day recibió por parte de Triple H fue que, se podría decir, Ripley se tornó en una auténtica estrella. Y si bien ha sido «El Rey de Reyes» el responsable de tomar la determinación consciente de impulsarla de una manera muy distinta a la de McMahon, pues él había sido quien la formó y la escogió como la cara femenil de NXT en sus últimos tiempos al mando del entonces show amarillo, fue en este punto que se convenció de que Ripley podía ser una de las más grandes Superestrellas de WWE, punto.
La conexión con los fans, tanto en las arenas como en las redes sociales, donde su posición como favorita se acentuó, fue el sello autorizado para ir adelante con el proyecto de transformarla en una de las caras y por momentos hasta la cara de Raw (y por qué no de WWE), independientemente del género. Si te interesa conocer la historia completa tras bambalinas de cómo se gestó el mega empuje de la australiana de 28 años y las discrepancias entre Triple H y Vince McMahon respecto a su impulso, ¡no dudes en enterarte de todo aquí!
#2 Bianca Belair
Bianca Belair lleva varios años en lo más alto, entre más y menos. Si bien su impulso no ha sido consistente y hasta podría decirse que gozó de mejores días en comparación con la actualidad, también es verdad que la oficina jamás perdió la confianza en ella y su bajón (no decaída, hay que puntualizar) es tan solo un «bache» para ayudar a dar para arriba a otro talento recién llegado, Jade Cargill. En su trato puede notarse de igual forma que sigue siendo considerada parte de la créme.
Es más, resulta evidente que WWE ha estado reservando para una fecha especial ese combate tan anhelado contra Rhea Ripley. Ambas han calado hondo en el colectivo luchístico y desde hace mucho tiempo que los fans, nada tontos, vienen pidiendo por ese enfrentamiento que las ponga a ambas en un mismo cuadrilátero y del cual solo una salga como ganadora. Como 1A y 1B, es de lo mejorcito que WWE puede ofrecer en su menú. ¿Vibras de WrestleMania?
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#3 Liv Morgan
Hemos hecho hincapié en cómo recién en tiempos más cercanos las plazas vacantes se fueron ocupando. Porque Ripley y Belair llevan un par de años en la discusión, pero ha sido únicamente en el 2024 que los otros dos puestos restantes (aún sin dueñas) fueron ocupados. Para el primer caso no caben dudas: Liv Morgan ha tenido un año superlativo. Solo los últimos doce meses han sido suficientes para que la ex Campeona Mundial Femenil demostrase que de ahí donde está ya no ha de bajar.
Años debieron pasar para que surgiese una luchadora a la cual el papel de ruda principal le calzara como a Cenicienta el bendito zapato. Y es que lo suyo ha diferido bastante de la propia Ripley, que estando en sus mismos zapatos como la chica odiosa del Judgement Day lograba únicamente admiración por parte del Universo de la WWE. En cambio, lo que Morgan logró es hacerse odiar como solo alguien que hace un muy buen trabajo es capaz. Irritante, desagradable e insolente… ¡Y lo decimos en el buen sentido!
#4 Tiffany Stratton
La última en «clasificar» ha sido nada menos que Tiffany Stratton, ¿quién más sino?
Es también la de menor experiencia, lo que en cierta manera acota un tinte especial: todavía no sabemos cuál es su techo. El hecho de que sea «la hora de Tiffy» ha tenido su detonante en varios factores: una gran personalidad, un gran micro, un gran desempeño entre las doce cuerdas. Pavimentó su camino como todos en WWE deben antes del estrellato. Debió ser paciente a través de padecimientos para con Nia Jax, donde mostró una cara antes desconocida en ella como chica buena…
Aunque de todas es la que más debe demostrar pues su camino recién comienza, en el hecho de su coronación reside la más fiel prueba de que la confianza depositada en su potencial es indiscutible. Pero a este punto, a menos que algo dramático se interponga en el camino, describirla como «una apuesta» puede sonar hasta atrevido. Todos vemos semana a semana que el talento está ahí, que las herramientas están ahí, que la predisposición está ahí. Y así es como se adjudicó con la última vacante como jinete en la WWE.