¿WWE tiene que buscar reencarnaciones de sus estrellas del pasado?
Hace poco se mencionó qué, bien manejado, Luke Harper podría ser el sucesor de Kane como monstruo dominante en WWE. Es cierto que muchos estrellas logran dar de manera relativamente fácil el relevo generacional, pero hay muchos otros que se van y dejan huecos difíciles de llenar.
El caso de Kane y Harper no es complicado porque el personaje de Kane es muy predecible al ser, en un principio, un némesis maligno del Undertaker, así que Harper bien puede ser un gigante polifacético que iguale las glorias de la máquina roja de la destrucción.
Pero hay casos en los que no es necesario buscar analogías entre luchadores.
Durante la era de Hulk Hogan, la WWF intentó buscar a un sucesor idóneo, pero la lógica usada era que si Hogan era grande y fuerte, su sucesor tendría que ser más grande y más fuerte, así que buscaron a energúmenos como el terrible
El escándalo de esteroides hizo que la empresa se deshiciera de los musculosos, y obligada por las circunstancias, le dio la estafeta a Bret Hart, un gladiador pequeño para los estándares ochenteros, y que, a diferencia de la mayoría, sí sabía luchar en toda la extensión de la palabra. Aquí, Vince McMahon aprendió que no hay fórmulas mágicas para el éxito, así que nada ganaba con tratar de repetirlas.
Después de Hart, el próximo gran estrella fue Shawn Michaels, otro gladiador pequeño, pero talentoso. Tras él, el fenómeno que significó Stone Cold Steve Austin, quien combinaba características de los Hogans y los Harts.
WWE aprendió la lección, pero no lo hicieron los aficionados, pues la maquinaria de la nostalgia comienza a funcionar: ¿Cuántos “sucesores” ha tenido Stone Cold Steve Austin?
Muchos señalaron a Mr. Kennedy como el siguiente Stone Cold
. Con razón o sin ella, la verdad es que nunca hubiera podido llenar sus zapatos; lo que logró fue gracias a la confianza que la empresa tuvo en él. Kennedy ahora está convertido en el gris Mr. Anderson en TNA.En fechas más recientes volvió a surgir la sombra de Austin, pero ahora dirigida por los fans nostálgicos hacia Dean Ambrose. “¡Es el nuevo Stone Cold!”, “¡Es el siguiente Steve Austin!”, dicen muchos, pero aunque sin duda será una gran estrella, difícilmente emulará el éxito que tuvo un gladiador con tanta actitud que definió a toda una era, y que en el micrófono era inigualable.
Lo mismo puede decirse de Roman Reigns, quien a pesar de que está en una posición ideal para tomar el lugar de John Cena como principal figura, no hay que esperar que iguale a The Rock, aunque sean parientes y tengan tatuajes similares.
¿Y en cuanto al Undertaker? Es lo mismo. Sólo en los últimos años ha sido visto como un dios. Durante los noventas fue una gran figura y ya. Lo que lo encumbró fue su longevidad no sólo como luchador, sino como parte del elenco de WWE.
En lugar de nuevos Rocks, nuevos Austins o nuevos Hogans, lo mejor es dejar que los nuevos talentos brillen por sí mismos, como pasó con CM Punk y Daniel Bryan. A su debido tiempo llegará un nuevo fenómeno de popularidad.