WWE reducirá su número de PPVs en 2017
La IWC está definiendo esta nueva etapa de la historia de WWE, con contrataciones, bookeos y oportunidades que parecen intentar contentarla a cada paso que se da tras el cacareado Draft del 19 de julio. No es casualidad que en apenas 9 meses tras su debut, AJ Styles, un favorito de internet, se haya hecho con el Campeonato Mundial WWE. Torneos como el Cruiserweight Classic, la apuesta definitiva por NXT o el ya histórico Sasha Banks vs. Charlotte dentro de la Celda Infernal, vienen a corroborar un cambio de dinámica promovido por dicho «lobby».
Y como los seguidores son soberanos, parece que la compañía buscará un revulsivo ante el último tirón de orejas.
Pero la apuesta no ha dado resultado, y ahora se piensa justamente en virar hacia el sentido contrario, es decir, reducir el número de PPVs. No existen más datos sobre qué eventos concretos se eliminarán del calendario, aunque de nuevo NXT puede ser la perjudicada, pues recordemos que los TakeOver llevan robando (con justicia) la legitimidad a muchos eventos de las dos marcas principales, tal y como ocurrió con NXT TakeOver: Dallas un par de días antes de WrestleMania 32.
Por ahora, hay 6 citas programadas hasta la próxima edición de «La Vitrina de los Inmortales»: Survivor Series (20 de noviembre), TLC (4 de diciembre), Roadblock (18 de diciembre), Royal Rumble (29 de enero), ¿Elimination Chamber? y Fastlane (5 de marzo). De las apuntadas, sólo EC sigue sin confimarse oficialmente, pese al interés por traerla de vuelta. Ahora, con la coyuntura de recortes, podrían revocarse estos planes y ser la primera sacrificada. Febrero debe contar con una cita relevante, por lo que la lógica impone su continuidad.
Tal vez el problema reside en la segunda mitad del calendario. Justo tras Battleground (2016) comenzó la saturación de fechas, dinámica acentuada a partir de septiembre con dos PPVs exclusivos de cada marca en un mismo mes. Los ratings no crecen a la altura de lo esperado, de ahí la prontitud en realizar el Goldberg vs. Brock Lesnar II o los rumores de un cambio a rudo de John Cena, y la pérdida de magia seguramente está detrás de buena parte de ello.
Hace casi 3 meses, ya predije en un artículo que esto podía llegar a ocurrir, y ha sucedido más pronto de lo esperado. La pregunta que ahora cabe plantearse es si la Brand Extension no ha respondido simplemente a unos intereses familiares, más que a una verdadera intención por renovar el producto. Sea como fuere, ya resulta tarde para dar marcha atrás. En conclusión, la noticia que nos ocupa viene a demostrar de nuevo la falta de firmeza creativa de la que WWE hace gala.