"SuperRetrospección": Los Brazos vs. Los Villanos
Después de buscar, investigar y captar los ángulos adecuados para dirigirme a ustedes y llevarlos a una de las rivalidades más sangrientas, poderosas y sumamente agresivas que ha tenido el deporte de la Lucha Libre, me cuesta aún trabajo el expresar lo que dos legendarias estirpes de luchadores con generaciones antecesoras que aún buscando bien, no encuentro un inicio clave para la rivalidad de tan “intensa” guerra campal. Esta «SuperRetrospección» va dedicada a cada uno de ustedes y espero llevarlos al pasado con una exactitud y relevancia lo más increíble posible.
- Inicio: Algún día.
- Final: octubre de 1988
Sin duda que fueron gloriosos los años 80 para la Lucha Libre en México y por lo regular en todo el mundo.
En estos años se vivió una época gloriosa en nuestra lucha libre con la legendaria empresa del Toreo, era en verdad la mejor empresa de lucha libre que existía en ese momento tal vez en todo el mundo, pues la entrega de los luchadores en el ring de la plaza de toros, era total y precisamente ahí fue donde comenzó la etapa de las tercias, ya que infinidad de luchadores deseaban una oportunidad en el selecto grupo independiente.
Se puede decir que todo comenzó cuando el promotor Flores decidió programar al Perro Aguayo, Texano, Signo y Negro Navarro en unos relevos australianos para enfrentar al Santo (en su despedida), Gori Guerrero, Huracán Ramírez y el Solitario.
Aquella inolvidable tarde, el Perro se perdió en su enfrentamiento contra el Solitario, por lo cual los tres jóvenes se enfrentaron a las leyendas al grado de provocarle una severa lesión al Santo que lo hizo desvanecerse. Esa tarde nacieron los Misioneros de la Muerte y una nueva época de la lucha en México. Se creó hasta el Campeonato de Tríos del Toreo de Cuatro Caminos para dar mayor auge y seriedad en las tercias. Sin embargo,
Las acciones comenzaban desde las dinastias y en un inicio, en ambos lados sólo se encontraban dos integrantes de cada dinastía, pero al darse el auge de las tercias, dos nuevos integrantes llegaron, el Brazo y El Villano V y llegaron con el odio necesario para ayudar a su bando para destruir al de enfrente. Por lo regular la desventaja numérica era evidente cuando los Villanos se reunían, pues ellos eran cinco con el Villano II mientras que los Brazos sólo eran tres y en ocasiones éstos se llevaron tremendas palizas de parte de la dinastía imperial.
Hermanos en la lucha y hermanos de sangre, hijos de dos grandes protagonistas de la lucha libre Mexicana durante muchos años: Shadito Cruz y Ray Mendoza respectivamente, muchachos con talento natural para el deporte y herederos de las hazañas de sus padres, sin el odioso, trillado y quemado mote de “
Su lucha no era una lucha común, era una lucha ultra violenta que llegaba a causar espanto entre el público que veía sus combates.
Se desató toda furia, rencor y odio que había entre las dos estirpes de luchadores. La batalla por las máscaras, era el plato de un posible final sangriento que pasaría a la historia sin duda alguna. Las algarabías se pondrían de pie y se asombrarían de cada acción en ambos bandos. Y es que aunque no lo crean y parezca mentira, para el público resultaba mucho más atractivas las máscaras de los Brazos que la de los mismísimos “Rudos”, que como decían sus nombres, eran todos unos Villanos. La calidad luchística era garantía además de la intensa “guerra” dentro del ring y los “gorditos” sin duda que eran los que mayor calidad luchística aportaban.
Fue precisamente en su temporada de independientes que los aficionados bautizaron al Brazo de Plata como el “superbrazo de plata” por los impresionantes vuelos que realizaba, para más tarde convertirse en “Superporky”.
Ya las dinastías de ambos accionares eran estrellas consolidadas, pero sus ganas de triunfo nunca dejaron de existir.
De hecho, cualquier lugar donde se anunciaban con su rivalidad era un total lleno y por ello en 1988 ya se comenzaba a rumorear la batalla de Máscaras y en el transcurso de ese mismo año se confirmó la lucha. Por fin Los Brazos vs. Villanos en lucha por las máscaras y la tan grandiosa “Batalla del Siglo
Todo había sido anunciado como un hecho, pero algunos problemas con una dirigente de Lucha Libre Internacional que quiso aprovecharse de la rivalidad para conseguir más dinero en sus bolsillos, hacia que los luchadores no quisiesen entrarle y estuvieron a punto de cancelar el evento, hasta que una empresa que increíblemente ofrecía a los luchadores 50 millones de pesos por cada uno de ellos por apostar sus máscaras. Estamos hablando de que en la actualidad esta cifra sería similar a 500,000 pesos por lo cual los luchadores no lo pensaron dos veces y aceptaron firmar para esta nueva empresa. Siber era el nombre de la dicha empresa, que era conformado por un grupo de personas que en ese tiempo tuvieron gran influencia promotora en diversas partes de la República. El grupo era comandado por Carlos Elizondo y en Asociación con Productora de Espectáculos Mexicanos, decidieron promover la batalla e idearon también promover una nueva empresa de luchas en el D.F. comenzando su promoción con el choque de máscaras en el Palacio de los Deportes; la fecha de la hora cero sería el viernes 21 de octubre de 1988.
Las expectativas en el público en general eran enormes. La República Mexicana se detuvo ante tal hecho. La batalla más sonada, más esperada llegaría a su fin. No había otra noticia más importante en el ámbito de la Lucha Libre en todo el país. Sería la primera vez que se tendría un enfrentamiento de tal magnitud, interés e importancia. Sin duda uno (si no el más) de los más importantes en la historia de la lucha libre en México.
En el mes de octubre comenzaron los asuntos de promociones que al final terminaron por arruinar todo sistema del accionar luchístico de ambas dinastías. Se anuncia que la posible plaza del combate sería Tijuana o Ciudad Juárez, posiblemente el Domingo 16 de Octubre. Todo era confusión e imprecisión. Aún con este brutal golpe, y sin saber ni la fecha exacta ni el local de la presentación de la lucha de máscaras, Siber hizo todo lo posible para que la función tuviera tintes de seriedad y formalidad tal y como lo merecía un combate de esta relevancia. Se llegaba a mencionar en tal boicot que en el hotel Sevilla Palace en Paseo de la reforma 105 se realiza la lectura de reglas para la “
- La lucha no terminará en tanto no hayan sido rendido los tres miembros de un equipo en la caída final.
- Los capitanes serán el Villano I y el Brazo de oro.
- Se practicará un examen antidoping antes de que suban al cuadrilátero.
- Cuando se rinda uno de los contendientes inmediatamente hay que soltarlo y no continuar aplicando el castigo, para evitar una lesión.
- Los perdedores se comprometen a quitarse las máscaras sin necesidad de presión alguna.
- No habrá empate, en caso de darse la tercera caída, habrá una vuelta más o las que sean necesarias hasta que haya un equipo ganador.
- No habrá indulto.
- El combate será sancionado por el presidente de la Comisión de Box y Lucha del D.F. Licenciado Sergio Alvarez Castro.
- En caso de que el médico encuentre, al acercarse el final de la batalla, que alguno de los sobrevivientes tiene una herida que sangre profusamente, el match se detendrá y habrá un descanso, para que sea o sean atendidos, a fin de evitar una decisión técnica o detención médica y evitar así un supuesto fraude.Anuncio
- Podrán subir los equipos con dos seconds cada uno.
- Los colosos se comprometen a llegar a la arena con dos horas de anticipación.
- Se comprometen a desarrollar un combate dentro de todo lo reglamentario y evitar marrullerías de cualquier especie, como el usual faul y plancha que no ven los referís a veces y todo lo que se asemeje.
Después de varias trabas y dimes y diretes de algunos empresarios que, por aprovecharse de la expectación del público en general casi arruinan la lucha de las dinastías más sangrientas de la historia, tanto Villanos como Brazos subieron al ring de forma valiente y profesional a un compromiso boicoteado y del cual ya estaban enfermos de presión y amenazas. Primera caída para los Villanos, segunda para los Brazos, caídas en las que parecía que en cada lance se les iba la vida. Los Brazos sacaron la reciedumbre de sus corpulentos cuerpos e intentaban con su peso de aplastar la técnica infinita de los Villanos morenos de fina estampa que salieron a lucir sus castigos aprendidos al lado de su padre Ray Mendoza que se encontraba en una de las esquinas como sécond, al igual que Shadito lo hacía con sus hijos convirtiéndose en al cuarto mosquetero del Diablo, para refrendar el dicho:
La tercera caída mostró al aficionado presente todo el odio y la furia que de sus adentros emanaba para los contrarios. El Brazo de Plata estrelló por más de quince ocasiones al Villano V contra el poste haciéndolo sangrar de forma impresionante. Las rodillas del maestro Villano I fueron castigadas de forma bestial, le patearon hasta el cansancio las coyunturas de las piernas.
Aquello ya pintaba para una tragedia. Tras varias equivocaciones Villano V fue eliminado por el de Plata y el Brazo, para después éstos fueron eliminados por el Villano IV y I, quedando sólo el Brazo de Oro, que sacando fuerzas de lo más recóndito de su casta de ídolo, pudo eliminar al menor de la dinastía, quedando frente a frente los dos comandantes que tras una secuencia de gritos de dolor, por la aplicación de los más severos castigos y llaves científicas, se acercaban cada vez más y más al final de la histórica y sangrienta batalla. Parecía que la juventud del Brazo de Oro se impondría cuando se lanzó desde una esquina en una plancha, pero el Villano levantó las rodillas donde se incrustó el joven Brazo de Oro.
El maestro Villano I finalmente había sacado el 10 % que jamás le había enseñado a nadie y con esto prácticamente terminó con toda la enjundia, fuerza y resistencia del Mosquetero mayor que se revolcaba de dolor en la lona de ese ring, mientras la poca gente enmudecía cuando el Villano se acercó a cubrir el cuerpo de su rival; en ese momento solamente las gotas que caían del cielo en el techado de la Plaza y las tres palmadas de Ciclón Veloz unida a la del Bucles, se escucharon.
Los Brazos
Todos los luchadores se felicitaron y así entre los poquitos aplausos del público reunido y un conmovedor «¡Nooo!» Los Brazos se destaparon apareciendo ante nosotros tres rostros infantiles, como de niños grandes, dando a conocer sus nombres: Jesús, José y Juan Alvarado Nieves, los cuáles lloraban la derrota al lado de sus rivales, rompiendo el mítico misterio de su rivalidad extradeportiva, abrazándose ganadores y vencidos, olvidándose por un momento de su rivalidad cocinada a fuego lento durante 4 años.
La verdad nunca supimos si los gladiadores lloraban por el fragoroso combate, por la conclusión de la rivalidad o por la manera y las circunstancias en que ésta concluyó, por lo que haya sido, esta batalla en verdad levantó una expectación indescriptible en el medio de la lucha libre, fue un capítulo de punto y aparte de nuestro espectáculo.
Los Villanos
Como se podrán imaginar todo lo que sucedió tras esta batalla fue deprimente, sobre todo para los Brazos, pues tras perder la lucha también perdieron plazas de trabajo por el veto impuesto por la contadora Flores. La garantía prometida no les fue otorgada nunca, por el fracaso de la función y cuando el cielo estaba más nublado para ellos, una luz apareció de la nada, pues desde su primera presentación sin máscaras en el Club Sertoma de Celaya, el público les respondió de una forma impresionante, acogiéndolos como nuevos ídolos rudos de México y desde entonces los Brazos no necesitaron de sus máscaras para ser unas estrellas, unos ídolos, unos imanes de taquilla. El Ratón S. publicaba previamente lo que sucedería en caso de que los Brazos perdieran sus máscaras en la revista “Espectacular” muy acertadamente. Su transformación de rudos sanguinarios a unos rudos simpáticos fue increíble; simplemente se metieron de lleno en el corazón de los aficionados y desde ese entonces hasta el día de hoy los Brazos y los Villanos brillan con luz propia, demostrando que una empresa no es la que los hace estrellas, sino su talento y carisma con el motor que hace que funcione este negocio: el público.
Lo vivido aquella noche fue un total y esquicito espectáculo de Lucha Libre. Aquella lucha tuvo de todo. Y el conmovedor final fue el cierre perfecto a una rivalidad que aunque fue manchada por la mercadotecnia y personas que casi ensucian la dignidad de ambas dinastías. Fue sin duda la batalla más emocionante, triste, aguerrida, sangrienta y grandiosa de toda la historia de la Lucha Libre.
¿Sabías que?
- El Villano II lamentablemente se suicidó porque no pudo recuperarse de una lesión.
- Villano III perdió la tapa ante Atlantis, y Villano V le quitó su máscara Ultimo Guerrero.
- Su padre RAY MENDOZA se oponía rotundamente a que ellos fueran luchadores, así que ellos luchaban enmascarados como las BESTIAS NEGRAS I y II, posteriormente los BÚFALOS SALVAJES allá por 1968 y ’69, cuando su padre se dio cuenta de esto les exigió que si querían ser luchadores deberían de estudiar y entregarle un título, como dato adicional todos los Villanos se recibieron en diferentes carreras.
- Cuando Villano V perdió la mascara se reveló que era dentista y desde entonces su clientela ha aumentado. «Maldito» jajaja.
- Se rumorea que los Villanos están siendo actualmente maestros de algunos luchadores de FWC.
La pregunta del día es…
¿Crees qué esta bien considerarla la mejor rivalidad de todos los tiempos?
Decídanlo ustedes. Los verdaderos fans y críticos del deporte.
Pido disculpas porque tuve problemas de índole muy personales y no pude hacer SuperRetrospección el día viernes.