Stone Cold recuerda sus días en ECW y el nacimiento de Austin 3:16

A principios de los noventas, la revista Wrestling Superstars ponía a “Stunning” Steve Austin como una de las figuras que representarían el pináculo del negocio luchístico en el nuevo siglo (pronto haremos una nota sobre dicho artículo), pero Eric Bischoff no opinaba lo mismo, así que para cuando tuvo el mando de WCW, aprovechó una lesión de Austin en New Japan Pro Wrestling para despedirlo de la empresa.

Paul Heyman de inmediato lo llamó para trabajar en ECW, donde pulió sus ya grandes dotes al micrófono y preparó el camino para lo que sería Stone Cold Steve Austin en WWE, un Superestrella que salvó a McMahon de la bancarrota y que por un buen periodo de tiempo fue más taquillero de lo que había sido Hulk Hogan.

Austin fue invitado al podcast Chasing Glory, conducido por Lilian García, y habló sobre su breve etapa en ECW:

“Yo era un muy buen mecánico del ring, pero todavía no era un superestrella, a pesar de que allí me pusieron ‘Superstar’ Steve Austin. Le dije a Paul: ‘Viejo, todos van a esperar que gane el título, pero déjame perseguirlo, déjame ganármelo. Quiero volverme popular con el público de ECW’.

“Le decía que la ECW Arena era una arena de porquería, un basurero, pero lo decía como cumplido. Tenía esa atmósfera cruda y loca, donde había un montón de chicos rompiéndose los traseros para crecer ese lugar, haciendo un trabajo fenomenal y tremendas promos. Yo no quería llegar bailando el vals y que me dieran el cinturón; quería ganármelo a través del respeto de los chicos y de los aficionados”.

Cuando conoció a Vince McMahon:

“Muy al principio no me daba miedo hacerle preguntas. No me malinterpretes, Vince y yo terminamos siendo muy buenos amigos, pero como sabrás,

“Yo le dije: ‘Vince, tienes chicos que miden 1.95 y pesan 130 kilos. Yo mido 1.80 y peso 110, uso trusa negra, botas negras. Si me quitas mi personalidad, no puedo competir. Déjame ser yo mismo y puedo competir con el que me pongas’. Me contestó: ‘Ok, Steve’, y dejó de editarme, controlarme, y fue cuando comencé a volar. Tienes que controlar tu propio destino; no puedes sólo llegar y decirle a los creativos: ‘Hey, ¿no tienen nada para mí?’”.

Sobre su frase “And that’s the bottom line” y lo de “Austin 3:16”:

“Luché con Marc Mero en una de las primeras luchas de King of the Ring, y él hizo su giro detrás de mí con el que básicamente atrapa mis brazos con sus piernas y hace una rodada, pero su pie me atrapó la boca y me rompió el labio. Cuando terminé la lucha, tuve que ir rápidamente al hospital para que me cosieran, lo cual hicieron en tiempo record.

“Regresé al PPV con los puntos en mi labio superior. Vader le había dado una paliza a Jake, y realmente lo encontré muy suavecito y me puse a trabajarle las costillas. Fue una lucha rápida, y después fui a hablar por el micrófono con

“En esos tiempos, cuando pateaban un gol de campo para un punto extra en el americano, se veían unos cartelones de John 3:16 en la zona de meta. Se me ocurrió de inmediato lo de Austin 3:16. Pensé: ‘¡Diantres! ¡Creo que tengo algo bueno!’, y entonces grité lo de ‘¡Austin 3:16 dice que acabo de patearte el trasero!’, mientras me esperaban en una ambulancia para atenderme.

“En ese tiempo era rudo, así que si ves el video verás que no tuve una reacción enorme, pero fue más que decente. Mientras estaba siendo entrevistado, Vince estaba en la mesa de comentaristas hablando no sólo para la TV, sino también para la arena y me fijé que quería que dijera algo más para cerrar la promo. Así que lo primero que se me ocurrió fue: ‘¡Y esa es última palabra, porque Stone Cold así lo dice!’”.