Rocky Romero revela por qué no firmó con Lucha Underground

Aunque es algo que habitualmente pasa desapercibido, así como ocurre en el mundo del entretenimiento con actores y cantantes, los luchadores profesionales en Estados Unidos también cuentan con la figura de un mánager o agente, pero este no hace lo mismo que un mánager en televisión.

Sino que se encarga, en la vida real, de los negocios de los luchadores. En los Estados Unidos, el agente más famoso es Barry Bloom, quien se encargó a lo largo de años de negociar el contrato de varias Superestrellas WWE como Chris Jericho, Goldberg, X-Pac, y mucho más.

► Rocky Romero y los agentes en el mundo de la lucha libre

Todo esto desde el ámbito de la vida real y de los negocios en la vida real. Recientemente,

Y aunque esto de tener agentes o personas que manejen las agendas y contratos de los luchadores, se ve más que todo en las grandes empresas, poco a poco se ha ido expandiendo. Y recientemente, Rocky Romero reveló que él también hace uso de agentes.

Y que le parece muy importante para todos los luchadores, pues el agente que tenía, años atrás, le ayudó a llegar a una audición para Lucha Underground, a la cual probablemente no hubiera llegado si él mismo hubiera manejado la situación. Estas fueron las interesantes palabras de «Azúcar» en una reciente entrevista con Fightful Select:

«Estaba en conversaciones con ellos. No creo que estuviera contratado por NJPW ni estuviera a punto de volver a firmar… A través de mi agente de televisión recibí una llamada para ir a una audición y cuando me enviaron el papeleo pensé, ‘Oh, esto es un programa de lucha libre’.

«Sin embargo, se creó un papel para mí como conserje en el Templo de Lucha Underground, en donde eventualmente revelaría mi verdadera identidad como parte de la familia que originalmente poseía El Templo, pero fue traicionada por Cueto.

«Uno de los mayores problemas de Lucha Underground fueron los contratos de la compañía, donde firmaban luchadores en acuerdos exclusivos que podían durar hasta siete años.

«Ese fue el problema, era el contrato. Menos mal que tengo un buen agente. Cuando estaba en negociaciones con Lucha Underground, mi agente me lo advirtió: ‘Si firmas este documento, estás atado por los próximos siete años’. Así que decidí no firmar con Lucha Underground«.