¿Quién debe ser el nuevo rostro de WWE?
Crown Jewel nos dejó con más preguntas que respuestas; ¿qué significará el nuevo reinado Brock Lesnar para su futuro en WWE? ¿Qué consecuencias tendrán las acciones de Shane McMahon? ¿Qué sucederá con Daniel Bryan? Pero la más grande incógnita es otra: ¿a quién ve WWE como su rostro principal ahora que Roman Reigns está fuera de la discusión?
Y la respuesta es complicada de ubicar, porque no sólo los veteranos volvieron a quedarse con los focos centrales una vez más (pese a no estar a la altura), sino que ninguno de los candidatos lució bien en lo más mínimo. Analicemos, entonces, la danza de nombres, pero sin limitarnos al evento árabe, mas echando un vistazo al panorama general
1- Braun Strowman
El viernes, «el Monstruo entre Hombres» cedió ante Brock Lesnar cuatro F5s después para perder otra oportunidad dorada, apenas oponiendo resistencia. Claro, Baron Corbin lo tocó con un ataque previo, pero hemos visto ya ocasiones en que el técnico de turno logra sobreponerse ante las adversidades o, al menos, dar batalla…
Strowman parece posicionarse como una especie de sustituto de Reigns a ojos de Vince McMahon por el momento. Esa es la sensación, por lo menos. Pero ¿es conveniente? Históricamente, el gigante ha sido visto como una «atracción» -de ahí que el barbudo aún no haya saboreado un Campeonato Mundial-y no suele dar buenos números estando a la cabeza. Y sucedió hasta con el más grande de todos, el Undertaker.
Y es que, por naturaleza, tienen sus fortalezas que son pocas veces vistas, pero a su vez tienen puntos en contra que los restringe a cruzar un cierto límite, especialmente desde lo físico. Un reporte de hace unos meses arrojó que el ex Wyatt siquiera entra en las cinco Superestrellas que más mercancía mueven, un dato no muy alentador.
Vince’ometro:
2- Seth Rollins
Cuando quema la pelota es cuando el jugador tiene que aparecer más que nunca, y cuando era la hora de que «el Arquitecto» demostrase su potencial, fue menos que Dolph Ziggler. Eso, para mí, lo dice todo: Rollins no entra en la discusión. No hay mucho más para decir aparte de que tanto tiempo siendo el segundón del «Perro Mayor» pasa factura.
Salvo su época como el rudo principal de la compañía, aquella en la que cargó con el Campeonato WWE aproximadamente por un año, el oriundo de Iowa siempre se desarrolló bajo la sombra de su «hermano». Siendo el bueno de la película tuvo sus buenos momentos. Ese gaunlet de Raw quedará para el recuerdo, por ejemplo.
De todos modos, aquí es primordial tener en cuenta el hecho de que una vez te forjas una reputación por varios años, luego será difícil de revertirla en tan poco tiempo. Algo así sucede con Ziggler, su verdugo en el Jewel, y de ahí que su derrota en el PPV haya reflejado una realidad que, para muchos, se traduce en una chance desaprovechada. Y no hay suficientes «¡Burn It Down(s)!» que cambien eso.
Vince’ometro:
En un punto aparte, quiero dejar en claro los individuos que creo que no son (ni deberían ser) considerados. Porque si miramos a lo que dejó la jornada del viernes, quien mejor parado salió fueAnuncio Lesnar. Por supuesto, es muy posible que el elegido sólo esté para calentar el trono para Reigns (en caso de volver), por lo que muchos no tardaron en apuntar al actual Campeón Universal.
Pero a pesar de ser uno de los más taquilleros, no hay forma de otorgarle semejante responsabilidad. No sólo porque no cumpliría con los requisitos (empezando por el calendario), sino porque su prioridad de aquí a unos meses será exclusivamente UFC. Se estima que hará algo para los McMahon de tanto en tanto, pero sólo será para ganar dinero extra.
Y de allí pasamos a otro: AJ Styles. O cualquier histórico como John Cena (en Hollywood), Randy Orton, Sheamus,… E incluyo al «Fenomenal» en esta categoría porque se aproxima en edad a los dichos. Por lo tanto, de por sí, eso sólo mata posibilidad. Su tamaño es otro problema mayor.
Muchos se hacen ansias en gente como Dean Ambrose, Finn Bálor, The Miz o incluso Baron Corbin. La cuestión es que la visión de la cúpula directiva sobre ellos ya ha quedado en evidencia y, aunque alguno esté más adelantado que otro en la «carrera» por ver quién llega primero, lo cierto es que todos ellos parecen haber tocado techo.
Daniel Bryan es otro tema aparte. Hace unos años atrás lo aclamaba medio mundo y era pedido a gritos por el Universo WWE. De hecho, tuvo mucha de la «culpa» de la negativa sobre Reigns. Pero si entonces no logró «prosperar» en ese sentido, ahora, con un historial de conmociones que, créanme, le pesa y mucho… simplemente no hay forma.
3- Drew McIntyre
Si hay alguien que no debemos pasar por alto, es este hombre. Irreconocible en su versión 2018 si con una cápsula del tiempo regresáramos a 2014 y los 3MB, este McIntyre tiene todo lo necesario para ser la envidia del mundo luchístico. Todavía está fresco y debe darse a conocer mejor ante el público mainstream, pero agárrense, porque su futuro es brillante.
Con un Vince M. que hará lo imposible para ubicarle lo más alto posible, podría decirse que depende del mismísimo escocés qué tan lejos podrá llegar. Pero ser la cara visible de una empresa como WWE lleva su tiempo y su inversión. Roman no se hizo de la noche a la mañana y fue cuestionado hasta hace muy poco. ¿Sería, entonces, demasiado apresurado para McIntyre?
A su vez, tampoco está garantizado que como técnico funcione tan bien como como rudo, su faceta más desarrollada. Toda una apuesta, considerando además que no es nacido en los Estados Unidos. Y no sería el primero (Sammartino o Hart lo preceden), pero habría que ver qué tanto pesa en la decisión. Ya se ha dicho: creo que, por lo menos, será «el Randy Orton» contemporáneo.
Vince’ometro:
4- Ronda Rousey
Si lo fue en UFC, ¿por qué no en WWE? Ronda Rousey es por lejos la Superestrella, hombre o mujer, más reconocida de la empresa de cara al mundo. Todavía tiene progresos que hacer, pero el cielo es su límite y no tengo dudas de que, quizá ofreciendo aún más tiempo y dedicación, podría cargar con la compañía en sus espaldas.
El asunto pasa por tres cuestiones: ¿estaría dispuesta a evitar sus demás proyectos para enfocarse de lleno lleno a la lucha libre?; y, ¿se comprometería a permanecer en la organización a largo plazo en caso de una no vuelta de Reigns?; y la última, pero no menos importante, ¿estaría dispuesta WWE a tener como peón dorado a una mujer?
«Rowdy» no sale a colación lo suficiente, pero es una de las vías menos rebuscadas. El gran «pero», como siempre los hay, radica en el hecho de que la división femenil necesita de reforzarse para alimentarla y dar paso a rivalidades que atrapen al espectador casual. Y ese, conocedores, es quizá el mayor hándicap.
Vince’ometro:
Y así como en un apartado junté a las estrellas que están fuera de la conversación, también me gustaría añadir unos pocos que podrían llegar lejos no en el corto plazo, pero sí de cara a años próximos; talentos de NXT u otros ambientes.Anuncio
A veces uno no encuentra donde busca. Mientras que Raw y SmackDown apuntan a un cierto público, NXT lo hace para otro más reducido. Tommaso Ciampa, Johnny Gargano, Ricochet o Aleister Black sufren del mal «Styles», pero si mencionamos a Matt Riddle o el Velveteen Dream, la charla se torna más receptiva.
Siempre estamos hablando desde una perspectiva McMahonesca, claro. Pues estamos lidiando con dos talentos de gran carisma, uno de ellos al cual, para un gran conocedor como Dave Meltzer, no le falta nada (Riddle). Y grandiosos en el ring, también. No serán los más altos ni los más morrudos, pero como dice el lema, «nunca digas nunca».
A prestar suma atención a Lars Sullivan. Conociendo los gustos del mandamás, podríamos estar ante el más grande proyecto a futuro
Un infaltable de cada semana en Raw es Elias. Uno de los gladiadores favoritos de Vince. Y que tan pronto como se supo lo de Reigns, se cambió al bando técnico y empezó a ganar como nunca antes. ¿Coincidencia? Lo dudo. Un fuerte candidato, pero que debería dejar de lado ciertos aspectos de su personaje y, ciertamente, mejorar su desempeño en lucha.
Finalmente, las potenciales Superestrellas del 2019: Cody Rhodes y/o Kenny Omega, que si estaban esperando «al momento perfecto», no encontrarán uno más oportuno que el actual. Y que pocos dudan que rápidamente se acomodarían en los estelares, pero ¿qué tanto acordaría a impulsarlos la oficina?
Conclusión personal:
Por lo que percibo, McMahon todavía no se decide por su próximo (por más que sea momentáneo) chico top. Y no descarto la idea de que, como mensaje para Roman, no apueste por nadie en concreto hasta la vuelta de su verdadero «El Hombre».
De ser así, ¿mantendrá ese punto de vista por mucho tiempo? ¿Qué sucederá si el samoano no es capaz de volver a calzarse las botas? Es una decisión muy complicada que debería estar estudiando atenta y cuidadosamente.
La opción más atractiva desde una perspectiva personal sería la de un Rollins bien impulsado (obviando a un Omega que, dada su estatura, nunca podrá abrirse paso hasta puestos tan elevados), pero todas las papeletas hacen creer que McIntyre será el que haga rodar la pelota.