Opinión: El buen wrestling desinteresado

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28-11-2010
Por º XaviER Avilés ¡Hola! Antes que nada, gracias por la perspectiva que nos han obsequiado a

Por º XaviER Avilés

¡Hola! Antes que nada, gracias por la perspectiva que nos han obsequiado a los lectores para entender la verdadera lucha libre, parece que hoy los aficionados se han despertado con una tristeza por lo que ha sucedido recientemente y por ello creo importante que antes de entender el reciente desinterés por el buen wrestling entendamos el buen wrestling desinteresado, esta es mi opinión.

Es un día un tanto nostálgico, se ha observado a los verdaderos amantes del wrestling que por años se han hecho llamar extremos y que han presumido de tener un corazón violento al borde de las lágrimas, aquellos gritos ensordecedores se han visto convertidos en un nudo en la garganta de cada verdadero aficionado, cabizbajos y solo conservando en la memoria los mas profundos sueños de aquella

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ECW que no ofrecía más que un verdadero espectáculo entre hombres, héroes completamente desinteresados del dinero, por la fama, que no les importaba ver sus caras al siguiente día en revistas, en periódicos, que no les interesaba hacer películas, ni si quiera les importa que la gente estuviera de acuerdo con ellos, pero que sin saber ni entender por qué la gente no hacía más que amar lo que veía, sencillamente aplaudir cada movimiento, gritar, ponerse de pie, soñar.

Simplemente dioses de la lucha libre combatiendo por lo que más amaban en sus vidas y que paradójicamente eran héroes que no les importaba arriesgar su salud, ni su carrera, incluso ni su propia vida por una oportunidad de alcanzar la gloria, de conquistar un verdadero campeonato mundial, títulos que aun conservaban un valor, no la absurda importancia que se les da hoy, aficionados que aun conservan la ilusión añorada de ver de vuelta los grandes y espectaculares momentos legados por WCW, momentos que todo aquel que se haga llamar “aficionado número uno” jamás deberá olvidar, pero que contrastantemente hoy se han despertado con la tristeza, con un vacío provocado por lo que alguna vez inundado su corazón de miles de emociones y aquel corazón extremo se ha invadido con el desconsuelo de saber que los grandes días y los grandes momentos del deporte que más los apasiona están en agonía,

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el ver a Sabu, el más grande homicida decir adiós es casi tan nostálgico como saber que los días de gloria están tan lejanos, que el imperialismo de unos cuantos y la tantas ideas absurdas de los creativos, gente a la que se les ha encomendado la difícil tarea de hacer soñar a los aficionados, de hacerlos vibrar, de hacer que se ilusionen, no han hecho más que provocar que los amantes de esto hoy decidan apagar sus televisores antes de ver cómo lo que aman se ha convertido algo tan simple, en algo tan vano y todo por que la verdadera esencia llego a olvidarse.

Llegó a un punto donde se ha dejado de lado y donde ya no parece importante pare este imperio monopólico que ha sentado sus bases en ventas y ganancias y no en la verdadera propiedad de la lucha libre, no en la magia de un ring, no en los sueños de los aficionados que fusionándose con los anhelos de las más grandes superestrellas llegaron a construir momentos de ensueño, las mesas rotas, el crujir de los huesos, las viejas trampas, el clásico sillazo, los alambres de púas que en aquel entonces y pese al dolor parecían coronar el esfuerzo de nuestros ídolos, hoy parece se ha satanizado en el wrestling americano, yo en lo personal no dejaró de ver esto, no dejaró lo que más amo solo por culpa de un grupo de creativos y gerentes que parecen ineptos para llevar y controlar la ilusión de los aficionados, no lo dejare porque ya no estará Sabu, si no al contrario esperaré ansiosamente el día en que regrese a alborotar esto.

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Incluso ver a Dreamer me recordó que aun él, jamás fue el mejor en ECW pero si fue el hombre que jamás perdió las esperanza y llevo hasta el último momento su sueño de revolucionar la industria a la forma en que él añoraba, a como él la había soñado y las palabras dirigidas para despedir al más grande luchador extremo de los tiempos modernos me han hecho entender algo, y es que no necesitamos dejar de ver esto, ni se necesita una revolución de empresas, ni de creativos, se necesita una revolución de sueños, antes de que nosotros como aficionados, como amantes de la verdadera lucha libre podamos hacer algo para entender el reciente desinterés por el buen wrestling debemos comprender el verdadero wrestling desinteresado, entender a aquellos hombres que desinteresadamente nos dejaron un legado de vida, de amor por la lucha libre y quizá el día que lo entendamos y en verdad nuestros sueños sean recuperar la esencia de wrestling, tal vez ese día podamos hacer algo para recuperar la verdadera esencia de la lucha libre.

Gracias por leerlo.

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