Por qué el odio a Jason Jordan beneficiará su carrera
Uno de los segmentos más reaccionarios que ha tenido RAW 25 Aniversario fue el Peep Show de Christian, donde la leyenda recibió a los Campeones Mundiales de Parejas de la marca roja, Seth Rollins y Jason Jordan. El motivo por el cual los aficionados del Barclay’s Center llenaron la atmósfera de abucheos fue porque el hijo de Kurt Angle, quien en su afán por darle una buena impresión a su padre, no dejó hablar al ex campeón mundial, relegándolo a un segundo plano.
El accionar de Jordan enfureció a la fanaticada, Christian no es alguien que suela aparecer de forma recurrente en WWE, y la chance de verlo interactuar con el público quedó desbaratada por culpa de alguien que ya era aborrecido por una gran parte de los espectadores. Sin embargo, ¿esto es malo para Jordan?
La respuesta es no, quizás lo sorprenda, pero Jordan no pasa ni mucho menos por un estancamiento en su carrera, al contrario, está fuera de él, y la explicación es la siguiente: Jordan es el hijo de Kurt Angle, o mejor dicho, Jordan es el hijo del Gerente General de RAW, Kurt Angle. En resúmenes, Jordan es el hijo del jefe.
Y no sólo es el hijo del jefe, es el hijo parásito del jefe, que consigue sus logros pasándose los valores de la meritocracia por los calzones y así opaca al arduo trabajador que sin dudas se merece una oportunidad más que él. Como si fuera poco, interrumpe constantemente al resto del elenco para manifestar su amor y gratitud por su padre, actitud odiosa si las hay.
El colmo fue que se animó a realizar el mismo acto de gracia frente a Christian, una leyenda que no suele aparecer seguido en la programación, y los fanáticos le hicieron saber a Jordan su disgusto.
Entonces, si lo único que recibe es odio y apenas tiene mérito en sus logros, ¿por qué esto es un beneficio a largo plazo? Porque ahora mismo Jordan goza de una identidad. ¿Cuántas veces hemos visto a un buen luchador y aun así cambiamos de canal? Esto sucede con 205 Live, nadie duda de la calidad de los cruceros, pero es su carente identidad lo que hace que el programa sea un fracaso.
En cambio Jordan no sólo es un buen luchador, si no que ahora tiene un propósito, una razón para desplegar su talento en el ring, demostrarle a su padre que es tan bueno como él a costa de la resonga de todo el Universo WWE. Jordan no será para siempre el hijo de Angle, pero este es un excelente puntapié para que los fanáticos pongan un ojo sobre él.
Lo catastrófico sería si todo esto generase indiferencia, y en la lucha libre generar una reacción es igual o más importante que luchar bien.