"Memorias de un Cuadrilátero": Lucha Libre Dominicana: Jack Veneno vs. Ric Flair

Era increíble ver la cantidad de personas que estaban llegando después de armar el cuadrilátero, te juro que nunca imaginé ver tanta gente entrar al espectáculo. Tenían que haber por lo menos unas 10,000 personas cuando pasó el penúltimo combate.

LA SALIDA:

Todos querían toparle, era como a los políticos o aquellos cantantes de merengue de la época. Con su capa de la bandera dominicana y su vestimenta cruzada de tres colores, estaba imponente.

Lo primero que me llegaba a la cabeza era la imagen de su inicios. Sí, cuando conocí aquel jovencito y a sus sueños de ser luchador, de ser como «El Enmascarado de Plata», de ser como El Santo. A los 16 años comenzó sus prácticas en un pequeño gimnasio mientras estudiaba, entonces la lucha libre todavía era algo nuevo, algo desconocido en la isla de Santo Domingo.

Había tomado su nombre de una novela de Marcelo Fuentes y se apodó Jack Veneno. Con el pasar de los años su personaje creció así como su carrera y su físico. Todo esto junto a un grupo de jóvenes que venían empujando fuertemente en este negocio.

EL ASCENSO:

Cuando cruzó a toda la fanaticada se detuvo a saludar a su madre que le esperaba en uno de los laterales del cuadrilátero. Luego pasó hacia el frente, para comenzar a discutir con el norteamericano.

Entró después como relámpago al cuadrilátero, con el estilo peculiar que le caracterizaba y de inmediato comenzó hacer gestos de que esa misma noche iba a enterrar de cabeza a Ric Flair frente a todos los fanáticos.

Todo esto sobre «Mí Cuadrilátero», como lo llamaba desde que había comenzado con este trabajo de ayudante de armador. La paga no era nada buena, pero podía estar cerca de algo que me apasionaba, que me hacía sentir importante y esta noche lo confirmaba. Había tomado la decisión el mismo día en que vi a Jack Veneno junto al árbitro El Príncipe darle una paliza a un grupo de rudos.

FRENTE A FRENTE:

Ahora tenía que demostrar todo lo que había aprendido y de qué habian servido todos esos años de práctica. Y fue como esa noche de 1982 inició aquel combate, el cual siendo honesto recuerdo con lujo de detalles como si fueran escenas de programa de televisión que me llegaran a la cabeza. Hasta me atrevería a narrarlo sin temor a equivocarme.

Comenzaron pulseando en el mismo centro del cuadrilátero.

Rápidamente Jack Veneno lo tomó con un candado, a lo que Ric Flair respondió intentando llevárselo con un fallido derribe de brazos.

Tomándolo con otro candado, Jack Veneno le repitió la movida hasta sacarlo de balance. Era la primera vez en el combate donde Ric Flair se derrumbaba completamente.

Luego vino uno de mis momentos favoritos, me refiero a «La Manigueta», sin duda una de las movidas más importantes de toda la noche.

Pero Ric Flair reaccionó con una guillotina de soga.

Minutos después este se repuso y sacándolo del cuadrilátero le golpeó con cada uno de los póstes hasta hacerlo sangrar.

¡La gente no paraba de gritar!

Luego Ric Flair intentó aplicarle Suplex y fue cuando le tomó con «La Polémica», la llave que le prepararía el camino para su momento de gloria.

Cumpliendo luego con su promesa de enterrar de cabeza al norteamericano para así llevarse la victoria.

EL DESPUÉS:

No sospeché

Jack Veneno se había catapultado a la gloria y le había regalado a la «Lucha Libre Dominicana» su momento más importante de la década de los 80 o mejor aún, de toda su historia. Había escrito con tinta de sangre su nombre en los libros del deporte dominicano y había abierto la puerta que le llevaría a convertirse en un símbolo de la cultura dominicana a nivel internacional.

Me había regalado a mí y a todos los que estuvimos allí presentes el ser parte de la noche más increíble que jamás haya ocurrido en el deporte de los encordados dominicanos. Me había regalado a mí y a todos los que estuvimos allí presentes la noche en donde se convirtió en «La Leyenda».