Marco Corleone y los riesgos en que incurre al hacer proselitismo electoral

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02-06-2017
México es un país que recibe con gusto a todos los extranjeros, en especial a aquellos que vienen

México es un país que recibe con gusto a todos los extranjeros, en especial a aquellos que vienen aquí a dejar lo mejor de si, gente que trabaja, gente que promueve nuestra cultura, gente que se siente mexicano (aunque no lo sea). Esa gente cuya actividad dentro de nuestro país, hace que sean admirados, respetados e idolatrados.

Y es queMéxico tiene esa calidez que enamora a todos los que aquí vienen, y entonces deciden que quieren pasar el resto de su vida aquí, con el clima, con las tradiciones, con la gente de México sin importar su lugar de origen.

La lucha libre no es la excepción, pues muchas empresas grandes y pequeñas han traído extranjeros que vienen aquí con la ilusión de aprender, de mejorar su accionar luchístico. Por supuesto que saben que es un buen escaparate y que el nivel vale la pena para venir a probarse con el talento local,

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así que muchos han hecho giras de forma continua a nuestro país, pero otros, simplemente deciden quedarse.

Es el caso de Mark Jindrak, conocido en México como Marco Corleone, de ciudadanía estadounidense, quien ya tiene varios años en nuestro país. Él mismo dice con orgullo que se siente como un mexicano, tan es así que contrajo matrimonio con una mexicana, Miroslava Luna.

Pero no se trata de hacer más bella su historia de amor, sino de entender una cosa que está sucediendo y que es de llamar la atención, como que en el Estado de México hay elecciones próximamente y que el señor Jindrak no ha dudado ni un momento el posar sonriente a lado de la candidata del Partido Acción Nacional, la señora Josefina Vazquez Mota, en una clara muestra de proselitismo político en apoyo al partido blanquiazul.

Esto no tendría nada de malo, de no ser por un detalle que quizás para muchos es insignificante, pero para otros es una cuestión de legalidad muy importante, que es el famoso artículo 33 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que habla de que sólo los mexicanos podrán intervenir en asuntos políticos del país.

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Cierto, Jindrak se casó con una mexicana y eso hace que esté en la aptitud de ser un ciudadano mexicano, con todo los derechos y obligaciones que esto confiere, pero no lo ha hecho, así que Mark Robert Jindrak no es ciudadano mexicano, pero sí es un extranjero con legal estancia en el país. Es decir, su residencia es permanente al haberse casado con una mexicana.

No hay que confundir los términos: una cosa es adquirir la nacionalidad mexicana por naturalización y otra cosa es la residencia permanente en nuestro país, que se define de la siguiente manera:

Los extranjeros con residencia permanente pueden permanecer indefinidamente en México y esa condición jurídica permite a los extranjeros participar en actividades lucrativas en el país, más no políticas.

La residencia permanente puede ser adquirida después de un período de 4 años bajo un estatus de residencia temporal, entre otros supuestos previstos en la Ley de Migración.

La residencia permanente puede obtenerse también por otros medios:

Sistema de puntos – Con la finalidad de atraer profesionistas y técnicos especializados, y desarrollar la capacitación y crecimiento en distintas áreas, se establece un sistema de puntos mediante el cual extranjeros pueden adquirir la característica de Residente Permanente (con derecho a entrar y salir del país y realizar todo tipo de actividades lucrativas) cumpliendo con un sistema de puntuaciones en educación y experiencia laboral.

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Unidad familiar – El extranjero contrae lazos familiares con alguna persona de origen mexicano. Se permite el ingreso y estancia de distintas personas con vínculos familiares a los mexicanos, y se facilita la expedición de la condición de estancia de residente temporal y permanente (como lo es el caso de Jindrak).

Esto es, que en la actualidad, Mark Robert Jindrak es un extranjero con una legal estancia en nuestro país, que cuenta con una residencia permanente en México, pero que no es ciudadano mexicano. Algo así como Vin Diesel que se casó igual con una mujer de origen mexicano pero no por eso ya es mexicano, al menos no legalmente.

Sin embargo, y regresando al punto, Marco Corleone se encuentra haciendo campaña a favor de Josefina Vazquez Mota, candidata del Partido Acción Nacional para la gubernatura del Estado de México,

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pero no es mexicano, es un extranjero con legal estancia y residencia permanente en nuestro país, y esto iría en contra de la Constitución.

Yo no creo, que hubiera lugar a pensar en que debería ser expulsado; en todo caso, él podría alegar que su personaje fue contratado para ello, pero que no lo hace a título personal, además de que honestamente, si gente que realmente ha sido nociva para el país como Laura Bozzo no fue expulsada, el que Marco Corleone esté haciendo proselitismo a favor de un partido, no debe considerarse algo tan grave, sobre todo si tomamos en cuenta las encuestas que colocan a la candidata por debajo de los punteros.

Insisto, no se trata de acusar a Corleone de nada, por el contrario, ojala alguien pudiera decirle que tenga cuidado con sus actividades. Él se ha ganado el cariño de todos aquellos que disfrutamos la lucha libre, él se ha establecido en nuestro país con todo el respeto y el honor que a muchos mexicanos les falta. Ya lleva a México en su corazón y eso, hace que sea no solo querido, sino respetado.

Si en un momento él decide naturalizarse y ser mexicano con todos los derechos, creo que muchos lo festejaremos, e incluso, si es que le gusta eso de la política, hasta podría participar en alguna contienda para un puesto de representación popular. Seguro lo haría mejor que los que hoy ocupan ese puesto.

Marco Corleone/Mark Jindrak es, insisto, alguien que merece solo cosas buenas…

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