La fórmula del éxito de NXT: sus temas de entrada
La tercera marca en discordia de WWE sigue en plena forma este 2017, y NXT TakeOver: San Antonio lo demostró el mes pasado. Bobby Roode venció a Shinsuke Nakamura para hacerse con el Campeonato NXT, en lo que fue una lucha bastante notable, iniciándose una nueva era que la propia WWE promociona a bombo y platillo. Y es que el ex-TNA ha protagonizado un ascenso meteórico desde su debut en verano, una conquista récord tras apenas 7 meses de trayectoria. Recordemos, no obstante, que suma ya las 40 primaveras, y la edad apremia.
Si hay algo que ayude a definir la personalidad de un luchador es su tema de entrada, y el de
De nuevo, se nos recuerda la importancia de una entrada, al menos, bajo los mayores focos de la industria del entretenimiento deportivo.
Dicha fórmula parece haber reportado éxito al producto de Triple H, pues casi todos sus gladiadores relevantes se acogen a ella. Finn Bálor fue el caso más notorio, sólo hace falta revisar su presentación durante TakeOver: Brooklyn. La dinámica se acentúa en estos últimos dos años, y coincide con las aspiraciones de competir con las dos marcas principales. De hecho, en este sentido, las escenografías de NXT guardan un encanto especial y una diferenciación que hacen lucir un mayor trabajo de fondo en comparación con los PPVs habituales de WWE, obviando «La Vitrina de los Inmortales». Sin embargo, esta no deja de ser una cita anual, mientras que los especiales de NXT son 4 por temporada.
Actualmente, Nakamura es uno de los ejemplos estrella, cuya canción consiguió alcanzar el número 1 dentro de su categoría en iTunes. Una composición destinada al éxito por lo pegadizo y reiterativo de su melodía principal, que logra instalarse dentro de nuestro cerebro de manera perenne. Similar caso resulta el «Ten» de Tye Dillinger, factor clave para el surgir de una moda, molesta en algunos aspectos, y que, por guardar ecos con el «Yes! Movement» de Daniel Bryan, impulsará seguramente al luchador hacia cotas elevadas, una vez aterrice en Raw o SmackDown. No Way Jose, Asuka o Ember Moon, aunque no de manera tan espectacular, también se suman a la fórmula.
Mirando al futuro cercano, Kassius Ohno, que para muchos siempre seguirá siendo Chris Hero, tiene en propiedad una composición que sigue a pies juntillas la receta. Precisamente, ese conflicto con su nombre anterior es algo de lo que la empresa quiere librarse, y para ello, ya están usando el tema de ariete, pues durante el mismo se corea «Ohno» en numerosas ocasiones. Una manera ¿sutil?, o al menos creativa, de borrar todo rastro del nombre que hizo grande al luchador alrededor del mundo. ¿Repetirá WWE el éxito de «The Rising Sun o «Glorious Domination»? Demos finalmente a CFO$ el crédito que merece.