Kofi Kingston como Campeón WWE, ¿error o acierto?
Por estas fechas, muchos fans piensan que pocas Superestrellas en WWE merecen lo que está viviendo Kofi Kingston en esta ruta a WrestleMania. Un duro luchador, veterano y con una trayectoria de más de una década que le convierte en uno de los individuos más longevos bajo los servicios de los McMahon, sí, pero además, un caso que ha de ser analizado en profundidad.
No nos confundamos, el hombre atravesó el éxito, el cariño, y también el fracaso y el olvido. Salvo pequeños tramos, siempre siendo menos de lo que podía ofrecer.
Imposible no remontarse a 2009, a aquel momento en que todo le encaminaba a la oportunidad dorada, palpando el olor a puestos estelares y con el apoyo del universo WWE a su favor. Un incidente con un
Sin embargo, su carisma y su gran papel entre las cuerdas lo consolidaron como un sólido peón de medio cartel. Ya conocemos su historia. Ganó incontables veces todos los Campeonatos secundarios por haber: Intercontinental, de los Estados Unidos, de Parejas (en sus varias facetas)…
Lo que cambió todo, lo mejor que pudo pasarle, se concretó el 21 de julio de 2014. Entonces nadie apostó un centavo por el nuevo conjunto conformado por tres gladiadores que, a ojos de los fans, no eran más que un rejunte; una mala idea, incluso, pues los New Day podían ser vistos, y muchos así lo vieron —exageradamente—, como una unión estereotipo y racista.
Porque eran todos de color, predicaban y bailaban en una iglesia, en un molde que molestó a extremistas. Pero con el tiempo, el rechazo y la indiferencia se tornó en aceptación y, más adelante,
Desde la mudanza a SmackDown Live, la cosa fue en picada. Si en Raw coqueteaban con el main event, en el show azul se limitaron a una división por parejas chata y reiterativa. Terminaron perdiendo fuerza, popularidad… hasta que surgió esto.
Los focos están hoy en el ganés de 37 años, y que alcanzará a contender por el Campeonato WWE en el máximo escenario del mundo, es inminente. La pregunta que me hago, no obstante, quizá cause molestia entre algunos:
Es un presente muy alocado el de la WWE de 2019. Se sienten los cambios en el aire, hay mayor recepción a la opinión de la afición, pero puede que se haya distorsionado demasiado. Puede que se haya ido muy lejos.
Lamentablemente, la apertura de este puente se ha efectuado de manera abrupta. Cito al caso Jinder Mahal, extremo como lo fue; de un «jobber» por excelencia que pasó de ser el máximo monarca de la noche a la mañana.
Salvemos las distancias, por favor, entre el «Maharaja Moderno»
Este par de meses cumplieron en cuanto a la historia, pero no es suficiente para alguien que se concentró en un papel cómico por los últimos tres, cuatro años y nunca saboreó un mero estelar individual en PPV a lo largo de su carrera. Lo que nos lleva a lo siguiente: ¿alcanza sólo con el apoyo de la gente?
El título WWE ha perdido demasiada relevancia en años recientes, con varias manchas como las de Mahal, la intervención de James Ellsworth y la eterna sombra del Campeonato Universal. Le pese a quien le pese, una conquista del africano sería otro punto negro.
Entonces, un Kofi Kingston como Campeón WWE, ¿error o acierto? Haré el papel de aguafiestas, pero me decantaré por la primera opción.