"Es difícil ver partir a los viejos enemigos, pero rezo por el alma de Muhammad Ali": Antonio Inoki
El pasado sábado 4 de junio, el legendario Antonio Inoki recibió con gran pesar la noticia del fallecimiento de Muhammad Ali, el gran ícono deportivo del siglo XX.
Ali, no solo fue el enorme campeón de boxeo que todos conocimos; también fue una figura ligada a la lucha por los derechos civiles en los Estado Unidos de los años 60 y además sentó un precedente en el mundo de la lucha libre internacional.
El 26 de de junio de 1976, Ali se enfrentó a Antonio Inoki en el famoso «Different Style Match«, en el Nippon Budokan, encuentro considerado de alguna manera por Inoki como el punto de partida de donde se desarrollaron las MMA. A
Incluso Ali fue uno de los invitados especiales a la ceremonia de retiro de Inoki del pro wrestling japonés, ocurrida el 4 de abril de 1998 en el Korakuen Hall.
Por tal motivo, Inoki organizó una conferencia de prensa, en un conocido hotel de Tokio, para expresar su pesar por la partida de Ali, víctima de problemas respiratorios derivados del mal de Parkinson, enfermedad que lo aquejó por casi 30 años.
Inoki señaló:
«Es difícil ver partir a los viejos enemigos, pero rezo por el alma de Muhammad Ali. El combate que tuvimos cumplirá 40 años e irónicamente en el pasado evento de IGF (Genome.36) se recordó este gran encuentro por la importancia que tuvo para la lucha mundial. Incluso mi intencion era que estuviera presente en dicho aniversario, por lo que me puse en contacto con sus familiares, pero por sus condiciones de salud le era imposible viajar incluso se planteó la posibilidad de que alguno de sus familiares nos acompañara, pero ahora esto no podrá ser.
Anuncio«La última vez que coincidí con él fue en la ceremonia donde fui exhaltado al Salón de la Fama de WWE en 2010. Viendo hacia atrás, es difícil no reconocer la presencia de Ali por su carisma y fuerza, pero estas son las circunstancias de la vida, y quiero dar gracias a esta vida por haberlo conocido y poder rezar por un alma valiosa de verdad». Concluyó