El efecto Roman Reigns y por qué el término “heel” es mal entendido por los fans de la lucha
Hace una docena de años, en la Arena México, comenzaba a vivirse un nuevo boom gracias a un cambio generacional y el surgimiento de nuevos estrellas, liderados por Místico y el Hijo del Perro Aguayo. A lo largo de 2004, el CMLL intentó hacer de Aguayo un técnico que el público amara, pero los resultados no fueron los esperados. El público lo abucheaba como a pocos en la historia.
Ese año, el Perro fue odiado por los fans de la México y recibía críticas por parte de los fans de Internet, que decían “no sabe luchar”, “sólo sabe hacer tres movimientos”, “gana con puros fauls”, etcétera. No obstante, ese año fue elegido por SÚPER LUCHAS como el luchador de 2004.
Algo de lo que escribí aquella vez
“El Perro llegó a la México sin mucho apoyo. Siendo técnico, lo abucheaban aquellos que lo veían como un intruso de AAA. El Perro, a pesar de aparentar un respaldo a la causa científica, siempre se comportó como rudo, y cambió el ritmo de las luchas al emular el estilo de su padre en aquellos legendarios duelos contra gente como Sangre Chicana y El Faraón (…).
“Son memorables dos noches en la México: la del 30 de julio (cuando ganó el trofeo Leyenda de Plata ante Felino) y la del 13 de agosto (cuando empató con Hijo del Santo). En ambas, ante grandes entradas, el Perro demostró que tiene a la gente en la palma de la mano, pues nadie se movía de sus asientos con tal de increpar al joven Aguayo durante cinco o diez minutos después de haber finalizado la función y estando en el ring solamente el can con el micrófono.
“El Perro lo logró. No cualquiera obtiene esa notoriedad”.
¿No suena esto muy similar al caso de Roman Reigns en la actualidad? Además de eso,
Dicho clamor es algo nuevo, algo que sólo vemos en los aficionados de esta época, pues la divergencia que en cuanto a los estilos en la lucha profesional es algo de origen mexicano, los conceptos de “rudo” y “técnico”, y se los debemos al periodista Alejandro Aguilar Reyes “Fray Nano” (†), director fundador del diario La Afición y publicista y accionista de la Empresa Mexicana de Lucha Libre.
Fray Nano fue quien convenció a don Salvador Lutteroth en 1933 para que promoviera lucha libre profesional en vez de boxeo, dándole muchas ideas para generar interés entre los aficionados. Una que eventualmente se emprendió fue la de separar de manera pública a los buenos de los malos, a fin de que el concepto fuera más digerible: Los rudos (marrulleros que hacen uso de su fuerza) y los técnicos
Esta diferenciación de estilos existía en los Estados Unidos, pero sólo al interior del negocio. Los promotores preferían presentar sus eventos como competencias deportivas, y el que uno de los contendientes jugara el papel del malo del cuento era un recurso para generar emociones.
El lenguaje secreto de la lucha estaba basado en el de los carnavales (es decir, hablando en clave para que sólo entendieran quienes estaban dentro del negocio), así que se usaban términos extraños (y despectivos), como marks para referirse a los aficionados en general (en español el término es pichones, pues se les consideraba embaucados), o rats para referirse a las mujeres.
Y los términos elegidos para el bueno de la historia eran los de blue-eyes y babyfaces. Un luchador podía decir “you play face” enfrente de los fans y éstos no entenderían qué querían decir.
Para los malos, no existía un término en sí, lo cual parecerá extraño a aquellos que se han educado leyendo los hilarantes artículos de Wikipedia. Pero eventualmente comenzó a usarse uno derivado del término luchístico para traicionar: Heel Turn.
¿Y qué significa Heel Turn?
Es esto:
Heel Turn es un giro de talón en la terminología de la danza. Su definición es:
“Giro que se ejecuta sobre el talón del pie de soporte. El movimiento comienza con un paso atrás (punta-talón). El giro comienza cuándo el pie libre se junta con el pie de soporte, manteniéndose paralelo a él durante el giro. La transferencia de peso se efectúa una vez finalizado el giro”.
Y del término de baile usado para decir secretamente traición
Con el paso de los años, mientras en México era un concepto abierto el de rudos y técnicos, en el periodismo luchístico de los Estados Unidos buscaron términos apropiados para los malos. Los principales eran rulebreakers (romperreglas) y villains (villanos). Pero básicamente todos eran luchadores y no estaban divididos en “bandos” como sucede en la lucha mexicana.
Un campeón itinerante como Lou Thesz, por ejemplo, podía ser el chico bueno al hacer pareja con el ídolo local, pero al enfrentar a éste recurría a tácticas sucias para generar una reacción en el público positiva hacia dicho ídolo.
En algunos territorios, como el de New York, para dejar en claro quiénes eran los malos, los ponían con managers que eran de antemano odiados, como The Great Wizard y Lou Albano.
Si bien en SÚPER LUCHAS preferimos usar el término “rudo” para referirnos a los romperreglas de la lucha estadounidense, esto se debe a que es una palabra más adecuada y más digerible cuando redactamos noticias o análisis,
Porque en la actualidad podemos ver que dentro de WWE sigue sin existir la diferenciación entre buenos y malos. La palabra heel está prohibida para los comentaristas de la empresa. Y se entiende que Triple H diga que no hay necesidad de cambiar a Roman Reigns de esquina, porque ya está cambiado, los fans lo abuchean y está siendo exitoso por ello.
¿Entonces por qué la exigencia a WWE de que Roman Reigns sea heel?
WWE no necesita hacer cambios en Roman Reigns, pues gracias a sus detractores están haciendo de él el nuevo fenómeno de la lucha mundial. Para bien o para mal.