Dean Ambrose se enojó con un oficial de WWE: "¡¿Me llamas ahora?!"
Dean Ambrose sin la lucha libre es como pez fuera del agua y hay imágenes que lo respaldan. Alejado de los cuadriláteros, físicamente incapacitado y con poco contacto con su esposa, el resultado es un Ambrose cascarrabias. Justificado o no, el siguiente video nos deja con la duda de cómo no volvió como villano desde un primer momento.
Como parte del especial de WWE Network WWE Chronicle, el canal de YouTube de la compañía publicó recientemente un adelanto del seguimiento que el ex Campeón WWE tuvo durante sus últimos días de rehabilitación. Una edición que no difiere mucho de otras pasadas como las de Shinsuke Nakamura, Samoa Joe o Batista, salvo por los momentos de fastidio del ex Shield.
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=Y4KxLnUfg5U]
Y no fueron pocos. Pues de los doce minutos de duración, puede verse cómo en las escenas que dan inicio y final al resumen aparece una faceta bastante enojada del «Lunático Radical».
La recapitulación abre con el protagonista dando un sermón al camarógrafo:
«Me hiciste la misma pregunta como quince veces. Y tengo muchas cosas en las que pensar y tú me sigues preguntando sobre lo mismo. Te doy la misma respuesta siempre: no lo sé, ¿está bien? No voy a inventar una respuesta para ti… ve a buscar a alguien más, dale un guión y haz tu pequeño show sobre otra persona.
«Deja de intentar hacerme decir las cosas que quieres que diga. (….) Quiero volver al ring, quiero volver a hacer lo que hago, volver a la vida… No intento ser un idiota (con el camarógrafo), pero me preguntas siempre lo mismo y ves cómo eso me enoja pero sigues haciéndolo. Te doy la cortesía de poner una cámara sobre mi rostro y tú haces tu pequeño juego».
Fueron meses difíciles. Una lesión seria, cirugía incluida, pero que fue más allá de las consecuencias habituales. El tiempo fuera fue lo de menos; Ambrose estuvo cerca de la muerte por una inflamación. Contó que sintió un dolor en su brazo derecho y que lo ignoró, pensando (y esperando) por que fuese algo pasajero. Al día siguiente, tras ir al gimnasio, despertó y notó cómo su extremidad «estaba dos veces más grande».
Dean Ambrose confiesa que casi perdió la vida durante su lesión
Lo más fuerte llega en el minuto 10:50. En uno de sus primeros entrenamientos desde su recuperación —aún sin sentir demasiada fuerza en su brazo—, suena su teléfono. Quien lo llama es un oficial de WWE (cuya identidad no se da a conocer), pero el luchador no oculta su frustración y, sin pelos en la lengua, le regaña por no haberse preocupado por él antes:
«Sí. No lo sé, hombre. Sí, sí, sí, sé lo que está ocurriendo. He estado sintiéndome bien. Me he estado sintiendo de maravillas. Gracias por preguntar. Sí, estaré allí. (…) excepto por los últimos meses en los que casi muero, pero gracias por llamar; ahora sí me llamas’.
«Me desconcentran de lo que estoy haciendo. Aparentemente el mundo está por explotar. Ahora tengo que tomarme un avión hasta el otro lado de la costa con casi nada de antelación. Volví a estar disponible por treinta segundos y ya estoy enojado».