Dean Ambrose confiesa que casi perdió la vida durante su lesión
Cual rito de iniciación en WWE, casi todos los talentos de considerable trayectoria deben pasar por una importante lesión. Dean Ambrose vivió el suyo durante la primera mitad de 2018, tras dañarse el tríceps, con un total de siete meses inactivo. Y aunque ahora parece haber vuelto más agresivo que nunca, bajo una reciente entrevista, hizo una confesión bastante impactante. Según él, casi perdió la vida durante su lesión.
No a causa directa de su dolencia, lógicamente, pero sí por complicaciones derivadas de la misma. The Monitor fue receptor de sus declaraciones
«Fue una pesadilla tras otra. Fue todo un desafío pasar por esa etapa. Acabé teniendo dos cirugías diferentes. Tuve una infección por estafilococos. Casi muero. Estuve una semana en el hospital con un gotero y tomé antibióticos durante meses, de esos que te hacen vomitar y ca$%& encima. Así que fue una época bastante dura.
«Mi brazo no se estaba curando como debía. No recuerdo cuándo empezó a dolerme el tríceps. Lo llamamos codazos Dusty. Es algo típico entre los luchadores. Te salen unos quistes de líquido en el codo de golpearte con la lona o lo que sea. Las he tenido docenas de veces en ambos codos. Pero normalmente desaparecen. Parece que lo grave estaba oculto.
«Cuando me operaron por primera vez, mi tríceps ya empezaba a estar atrofiado y a tener una pinta extraña. No podía flexionarlo durante mucho tiempo. Y la primera operación no funcionó realmente, algo pasó por el camino. Probablemente por esa infección. Es difícil poder decir cuándo se metió en mi cuerpo. Una respuesta larga para tu pregunta. Pero por momentos, me asusté. Cuando me operaron por segunda vez, en marzo, creo, mi brazo estaba tan débil y esquelético que daba grima verlo.
Ambrose relató a continuación su mudanza a Birmingham (Alabama).
«Acabé mudándome a Birmingham para asegurarme de que todo saldría bien, para estar con el doctor y con los mejores rehabilitadores. Tan pronto como tuve la primera operación, volví a casa, agarré a mi perro, di media vuelta, y me fui a Birmingham. Me quedé allí dos meses y medio o tres, hasta que ellos consideraron que yo ya estaba bien. Una vez la infección se fue de mi cuerpo, trabajé dos veces al día. Rehabilitación a tope en Birmingham dos veces al día. Haciendo todo lo posible para intentar que mi brazo funcionara otra vez. Y una vez empecé a preparar mi regreso, hice muchos progresos a lo largo del verano. Así que ahora me siento bien.»
La entrevista completa de The Monitor a Dean Ambrose puede leerse aquí.