Cody Garbrandt recuerda su más grande victoria en UFC
Lo que Cody Garbrandt logró en UFC 207 en 2016 pasará a los libros de historia de UFC como una de las mejores actuaciones de un retador al título que hemos visto. El artista del nocaut 10-0 era un no favorito significativo por una buena razón contra, posiblemente el mejor peso 135 de todos los tiempos, Dominick Cruz.
Garbrandt había reunido una impresionante racha de finales y tenía una buena narrativa con Cruz debido a la historia del campeón con la derrota de los peleadores del equipo Alpha Male. Sin embargo, «No Love» fue capaz de vencer al campeón en su propio juego, poniendo en el tipo de rendimiento que nadie podría haber esperado.
En una reciente aparición en el Podcast de Jaxxon, explicó cómo fue capaz de conseguir la mayor victoria de su carrera y hacer que pareciera fácil.
► Las claves de Garbrandt para vencer a Dominick Cruz
Garbrandt dijo que ya sabía mucho acerca de Cruz antes de la pelea y que eso eliminó la necesidad de tratar de analizar el estilo poco ortodoxo que «The Dominator» utiliza para estar un paso por delante de sus oponentes en todo momento.
El aspirante
Para empezar, estaba rodeado de varios peleadores que ya se habían enfrentado a Cruz dentro del octágono y que pudieron transmitirle lo que habían aprendido. Garbrandt también pasó por las primeras etapas de su carrera mientras veía a Cruz ascender por la WEC y llegar a la UFC, por lo que había estado estudiando su juego durante muchos años.
Por último, como declaró en el podcast, Garbrandt también cree que su entrenamiento desde una edad temprana le ayudó a enfrentarse a un rival como el campeón, que estaría en constante movimiento. Esta, afirma, era la pieza que le faltaba al rompe cabezas que tantos otros no tenían.
«Como he dicho, viéndole, conocía su ritmo y su juego de pies, simplemente observándole una y otra vez, y luego simplemente mi estilo. Mi tío estuvo allí desde el principio, así que me preparó para este tipo de peleas. Me movía mucho, me mantenía firme, en guardia alta, con pequeños ángulos, moviéndome con él.
Esa es una cosa, creo que mucha gente llega allí con Dominick y son como, ‘Ah, su juego de pies, que es poco ortodoxo, se mueve de manera diferente,’ y que acaba de tipo de sentarse allí y esperar a que él consiga su ritmo. Tienes que bailar con él, no puedes dejarle bailar».