Arn Anderson recuerda dejar la NWA por WWE en 1988
Allá por 1988, Arn Anderson y Tully Blanchard eran uno de los elementos más fuertes de Jim Crockett Promotions (WCW), tanto como equipo -eran los Campeones Mundiales de Parejas- como integrando la facción The Four Horsemen. En aquella época, después de una rivalidad de ambos con los monarcas, Barry Windham traicionó a Lex Luger para unirse a la misma. Sin embargo, no estaban contentos con sus salarios y ese año dejaron que sus contratos expiraran para unirse a la WWE (entonces WWF).
35 años después, The Enforcer recuerda aquella época en un episodio reciente de The ARN Show, lo que nos lleva a conocer un siempre interesante consejo de todo un veterano de sus tiempos de luchador como a saber qué fue lo más difícil que tuvo que afrontar al hacer la transición de juna empresa a la otra.
Sobre su rutina previa a la lucha: «En cuanto a mi preparación antes de una lucha, dedicaba aproximadamente 30 minutos antes del combate para estirarme adecuadamente. Utilizo bandas elásticas para obtener un bombeo ligero y asegurarme de estirar bien. Es crucial romper un poco de sudor antes de atravesar el telón. Repito la misma rutina cada noche, sentándome en una toalla en el cemento para estirar a fondo los isquiotibiales y la ingle. Sabes, la clave está en no descuidar esos músculos, asegurándome de estirarlos correctamente para evitar tirones en la ingle. Y amigo, si alguna vez has sufrido uno, sabes lo doloroso que puede ser. Tirones en los isquiotibiales y demás, pueden paralizarte completamente en este negocio.»
Sobre la parte más desafiante de la transición de la NWA a la WWE: «El aspecto más desafiante fue, sin duda, el viaje. Pasamos inmediatamente a estar en la carretera 24 días al mes, dejando solo seis días en casa. Si bien no fue tan difícil para mí en ese momento porque aún no tenía hijos y, creo, no estaba casado, entiendo que para aquellos con una familia es una situación mucho más complicada. Cuando tienes esposa e hijos, las ausencias prolongadas generan preguntas dolorosas como ‘¿Cuándo volverás a casa, papá?’ Después de un tiempo extenso lejos, eso puede resultar bastante difícil. Por lo tanto, la parte más desafiante es, sin duda, estar lejos de casa.»