Ánimo Pierroth

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19-11-2008
Recordamos el encuentro de 1993 entre Pierroth y Vampiro Canadiense vs Canek y Dr. Wagner Jr, la eliminatoria para sacar a los primeros campeones de parejas del CMLL.

La gente burlona y satisfecha gritaba hurras y porras al ídolo Pierroth por haber vencido al odioso rudo hablador que mejor debió haber estudiado locución deportiva en vez de ser luchador. Todos lo odiaban de momento, pero también lo admiraban. Su capacidad de fácil manejo de la palabra era elocuente, una vez que el micrófono llegaba hasta su boca.

Probablemente ni idea tenía de lo que iba a decir pero su capacidad de improvisación y de oración era evidente. Siempre palabras correctas para enardecer al público o para hacerlo reír por la ironía a cada frase dedicada sus rivales. Era el sello que siempre le imprimía a sus polémicas frases: “No me ganó, yo perdí” vociferaba aquella ocasión, mientras el público reía una vez más por la tremenda ocurrencia, emanada de lo mas profundo de si, debido a la impotencia de su derrota. Así era Pierrtoh en el ring, el arlequín bicolor negro-amarillo, de tez morena y de cuerpo rollizo-fornido, que a principios de los noventas por fin veía llegar el éxito, cuando las transmisiones de lucha libre regresaron y pudo darse a conocer tanto en el ring como por el micrófono y entonces los triunfos comenzaron a llegar.

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Primero al lado de Ulises y Gran Markus jr, como “los Renegados” después con Masakre y Jaque Mate formando una tercia espectacular recia y de cuidado llamada “Los Intocables”. Su rivalidad con Máscara Sagrada vaya que hizo ruido.De hecho con él estrenó su famosa y contundente llave “la pierrotina” en una lucha de relevos australianos en la Arena México en Abril de 1992.

Hablar de Pierroth es referirse a un hombre triunfador en el ring. Un rudo completo que luchaba salvaje y científico; cobarde y valiente; honrado y tramposo, en fin, un rudo con una personalidad arrolladora debido a su tono de voz y a su manera de desenvolverse en el ring. Hace unos meses se retiró de la lucha. Tiempo antes lo había anunciado y esta vez no hubo habladurías, ni promesas no cumplidas, Pierroth se retiró sin más ni más. Sus batallas ya estaban escritas en la historia de la lucha libre Mexicana. Difícilmente existen en este momento luchadores Mexicanos con la facilidad con la que Pierroth dominaba el micrófono y al público con sus diálogos.

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Hoy Pierroth Jr., Norberto Salgado se encuentra muy delicado de salud y como casi siempre ocurre en estos casos, se lamenta ver en ese estado a un hombre del cual, su recuerdo es el de un hombre lleno de energía, de un deportista completo, de alguien que parecía imbatible. Desafortunadamente no es así, todos los seres humanos pasamos por momentos difíciles en los cuales las enfermedades nos derriban. En algunas ocasiones nos ganan la batalla y en otras salimos avantes, esto último es lo que deseamos para Pierroth y esperamos que suceda lo más pronto posible.

En 1993, la Arena México hizo la eliminatoria para sacar a los primeros campeones de parejas del CMLL. Lo atractivo aquí era que participarían elementos del Toreo, como de la México, por lo que el torneo resultó todo un éxito, ya que como antaño los enfrentamientos entre los estrellas de las respectivas empresas eran un imán de taquilla. Al combate final llegaron las parejas de: Pierroth y Vampiro Canadiense vs. Canek y Dr. Wagner Jr. La lucha

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se definiría disputándose una caída en la Arena México otra en el Toreo y en caso de haber un empate, la caída definitiva sería en la Arena México. Curiosamente cada pareja ganó una caída en suelo enemigo por lo que la última caída tuvo que ser disputada y aquí los del Toreo, simplemente hicieron derroche de poder imponiéndose al bocazas y al Vampiro Canadiense.

Durante los matches previos a la final vimos excelentes actuaciones de Pierroth pues nunca le tuvo miedo a nada ni a nadie, no importando que el rival fuera la máxima estrella del Toreo: Canek, a quien en varias ocasiones le rompió la máscara y le hizo ver mal con su público.

Con este pequeño texto envío mis más fuertes deseos para que Pierroth recupere su salud y aún pueda permanecer mucho tiempo en este mundo al lado de sus seres queridos.

La imagen que acompaña esta nota, es de otro encuentro entre Pierroth y Kahoz en 1993.

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