1978; Bobby Lee, ¡vaya reto para el Santo!
Santo, el ídolo de las multitudes de chicos y de grandes, tuvo, para mediados de 1978, encuentros definitivos con un muchacho que retó toda su grandeza sin respeto alguno y con todas las ganas de terminar con el plateado que, a decir verdad, ya había conquistado todo, pero su deseo de seguir en los rings, seguía latente y se seguía entregando al publico que lo había encumbrado a lo más alto.
Bobby Lee había capturado el campeonato mundial de peso medio de la UWA ante Solar en Monterrey en Julio de ese mismo año, en donde demostró todo lo que había dicho. Unos días antes se le tachó de hablador al decir, una y otra vez, que él sería la nueva estrella de la lucha libre y esta vez tuvo oportunidad de demostrar su calidad al vencer al maestro Solar en una lucha de jóvenes llenos de calidad ofreciendo un combate de más de 50 minutos.
Bobby ganó a ley pero ahora retaba al más grande icono de nuestro pancracio nacional y su suerte pendía de un hilo.
Bobby se consagraba aún más cuando en el cementerio de las máscaras al lado de Villano III destapó a los Escorpiones dejándolos sin máscara el 13 de Agosto.
El Santo seguro de su superioridad frente al que llamaba “novato” lo retó por el título UWA en la batalla estelar de la función del 27 de Agosto donde Canek se coronó frente al maestro Louthez, un novato le había ganado a una estrella internacional en la lucha semifinal, ¡vaya sorpresa! pero aún vendría otra, porque Bobby Lee sublimándose, en su afán de querer ser mejor que el “Profe”, dio todo de si hasta que triunfó limpiamente al aplicarle una “gori especial” y ponerle las espaldas planas.
Esta humillación fue el detonante para que Santo retara por la máscara a su rival ante un público que, admirado e incrédulo, observaba al Santo, quien de alguna manera se estaba viendo cansado de bregar en los cuadriláteros. Ya no se veía al mismo luchador completo de antes, aquél luchador que se las sabía de todas, todas, porque en esta función debió haberle ganado al insolente Bobby, era el momento para demostrarle a las más de 20,000 almas de que estaba hecho y no lo logró.
Fue derrotado contundentemente por el enmascarado verde de forma limpia y la palabrería de Bobby, de terminar con el Santo, nunca tuvo más credibilidad que esa ocasión.
Nada más eran 36 años que el Santo ponía en juego aquella tarde en el Palacio de los Deportes y, a decir verdad, esta vez el Santo peligraba como nunca antes. Promociones Mora estaba sacando jóvenes extraordinarios que se estaban entregando al mil por ciento con tal de ser tomados en cuenta para los grandes carteles y las grandes oportunidades y Bobby Lee estaba respondiendo con creces, a las oportunidades brindadas por Francisco Flores.
La batalla de máscaras entre un consagrado y una joven promesa, era el platillo principal de la función realizada en el Palacio de los Deportes que agotó su boletaje desde temprano como en los anteriores cañonazos en los que Bobby había resultado triunfador. Primero desenmascarando a los Escorpiones, y después venciendo a la leyenda de leyendas de la lucha libre nacional en forma limpia.
La máscara de ese ídolo grandioso era defendida como nunca antes y Bobby solo ganó la primera caída, que en verdad puso de nervios a la fanaticada, que siempre apoyó al Santo, el cual respondiendo a las hurras y porras de los 20,000 aficionados reunidos en el “Coloso de Bronce” ganó las dos caídas restantes en un combate donde Lee, por más que hizo no pudo con el “Profe” que esta vez si le impartió lección al novato, quien aprendió que tal vez a las superestrellas puede retar, pero no a la más grande leyenda de la lucha libre Mexicana.
Bobby Lee dijo llamarse Carlos Alvarado González de 28 años y tenía un gran futuro por delante.
El Santo esa tarde volvió a brillar como lo había hecho en sus 36 años de carrera y el Palacio de los Deportes se llenaba de alegría con el grito: Santo, Santo, Santo, Santo, Santo, que elevó aún más la consagrada imagen del Enmascarado de Plata.
Sirva este texto como homenaje a Santo la más grande leyenda de la lucha libre Mexicana a nivel Mundial, en su aniversario luctuoso número 25.