WWE no le ve futuro a 205 Live y podría cancelarlo eventualmente

Si WWE sigue produciendo 205 Live no es porque el show haya sido fructífero. Se podría decir con seguridad que tras el arribo de Triple H al mando de la parte creativa se ha podido mejorar el producto dada la inclusión de historias más desarrolladas. El cambio de día, pese a la pre-grabación, también contribuyó a un pequeño crecimiento.

Pero los resultados arrojados no son ni por asomo lo que se esperaba cuando se volvió a apostar por la división morada volviendo a 2016 y la división de marcas. En retrospectiva, queda claro que todo sucedió «en el momento y lugar ideal», ya que el Cruiserweight Classic, una muestra de expansión y diversidad de WWE, fue un rotundo éxito y por entonces se requerían de nuevos talentos para alimentar otro Draft. 

Así, no sería exagerado señalar que la decisión de revivir a los cruceros fue quizá una excusa. Pero después de las grandes críticas recibidas por el torneo, los oficiales no vieron cómo no se podía hacer de esto un experimento y continuar con el proyecto que ya se había iniciado. De paso, ahorrar gastos y evitar re-contratar a Superestrellas del pasado que serían difíciles de satisfacer económicamente.

En ningún momento Vince McMahon vio en 205 algo grande ni le auguraba grandes planes, mas pensaba de hacer de la división una que mantuviera expectantes a los aficionados con luchas de nivel en una época donde los fans más acérrimos eran cada vez más vocales. El objetivo, aunque obviamente sin los mismos protagonistas, era al menos acercarse a lo que era en los años dorados de WCW.

Desde las primeras semanas, en cambio —puede que debido a la forma en que McMahon lo proyectó—, el silencio del público dejó en evidencia lo peor. Y ante la poca atención del Chairman, no se hicieron cambios inmediatos y el interés decayó prácticamente a nada. Sin historias de por medio y menos desarrollo de los personajes involucrados, a casi tres años de su implementación, la sensación es que deja mucho que desear.

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Ya de por sí no eran su fuerte, pero McMahon empezó a tener varios dolores de cabeza al notar que los combates de cruceros no «aportaban nada» a Monday Night Raw tras mucho tiempo y empezó a amenazar con quitarlos del programa emblema de WWE. Se tardó un poco, pero finalmente lo hizo. La gota que colmó el vaso fue la salida de Enzo Amore, a quien McMahon percibía como la única «estrella» del show.

Prefirió entonces dejarle las llaves a su yerno y lo ha considerado un problema menos. De hecho, es una de las pocas cosas que no supervisa en detalle. Pero de todas maneras, lejos está de querer darle un impulso nuevamente. Pero no es sólo él, porque a todo esto, el mismísimo Triple H, considerado «el padre» de 205, ya no lo ve con los mismos ojos. 

Con todas las tareas a su cargo, Hunter no es tan cuidadoso de la división como lo era al principio. Hasta ahora, llevarlo a cabo es una rutina, pero muchos no le ven pies, cabeza ni futuro y aunque no se ha discutido en profundidad, no sería extraño que se opte por dar marcha atrás de una vez por todas.

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Eso de no ver luz al final del túnel va ligado con el pensamiento de que ya hay demasiados Campeonatos en la compañía y aún hay más por agregar. Y en todo caso, 205 Live no difiere demasiado de una versión «menos producida» de NXT, por lo que en un escenario como éste, el talento podría ir al territorio de desarrollo. En el caso de muchos, para perfeccionarse. Sin mencionar que para ellos sería un paso adelante.

Una de las más grandes críticas que recibe la empresa es que lleva a cabo demasiado contenido semanal. Eso también pesa. Demasiadas cosas entran en la bolsa. Asimismo, la posibilidad de meter en la ecuación a grandes nombres como Rey Mysterio, Ricochet, Tomasso Ciampa o Johnny Gargano está, pero los directivos no creen que el show sea lo suficientemente grande para albergarlos.

Es más, es todo lo contrario. Una prueba de ello es que se extraiga a gente como Drave Maverick o Lio Rush para utilizarlos en Raw —que incluso ejercen bajo distintos comportamientos y bandos—. La creencia es que aquellos pesos cruceros que califiquen para el peso pero tengan potencial para la administración, no serán «desperdiciados» allí, lo que en definitiva siempre dejará con gusto a menos a 205. Un círculo vicioso.

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