La división de pesos crucero lleva poco más de medio año en funcionamiento, y aun así, todavía no consigue generar una buena recepción por parte del Universo WWE. Resulta decepcionante ser testigo de cómo a los espectadores se les antoja indiferente la acción de los talentosos voladores cada semana, y más si tenemos en cuenta el éxito que supuso el Cruserweight Classic en 2016, que fue, sin lugar a dudas, el detonante a la hora de traer de regreso una división que fue pedida a gritos por los aficionados durante años.
En vista de la falta de interés del consumidor, muchos señalan al manejo creativo, a cargo de Vince McMahon, como el responsable del fracaso de este nuevo proyecto. Sin embargo, puede también que la falta de carisma de gran parte del elenco de 205 Live haya tenido, aunque en menor medida, cierto grado de culpa. Pues en WWE, a diferencia del circuito independiente, lo más importante es contar una historia, y el desenvolvimiento en los cuadriláteros es tan sólo uno de los tantos factores a la hora de seducir al fan casual.
Algunas excepciones como, por ejemplo, los Jack Gallaghers o los Nevilles, han sabido diferenciarse del resto gracias a ese algo que llamamos carisma, para así mantenerse relevantes, y han sido de los pocos que han podido despertar reacciones allí donde fueron. Al «Rey de los Cruceros» sólo le tomó un mes antes de hacerse con el galardón de los suyos, el «Caballero Extraordinario» formó parte de la Batalla Campal y a esta altura es un infaltable de cada edición.
Sin asumir la mea culpa, McMahon se ha limitado a señalar al talento como el responsable de la nula respuesta de los seguidores. En base a ello, buscó encontrar su salvación en los fichajes de viejas caras conocidas como Tajiri o la inclusión de otras Superestrellas como Sin Cara -que desapareció de un día para otro- o el propio Neville si hablamos de un caso más reciente. Salvo que la llegada del británico supuso una corriente de aire fresco, ninguna de las medidas tomadas pudo hacer grandes modificaciones a la percepción de los fanáticos.
El mandamás nunca fue un amante de los cruceros, y si el año pasado volvió a abrirles las puertas dentro de su programación fue gracias a la mano mágica de Triple H, pero de acuerdo a Richard Gray de Wrestling News World, la paciencia del Chairman se está agotando. De por sí esto no supone nada nuevo, pero la cosa cambia cuando las informaciones sugieren que McMahon planea tomar medidas drásticas en caso de que no se pueda revertir pronto la situación. Esto es lo que ocurre detrás de escenas según Gray:
«Vince McMahon está muy disgustado por cómo los cruceros no pueden evolucionar en Monday Night Raw. Le ha dicho a los creativos que si los ratings de sus segmentos no mejoran, quiere reducirles el tiempo a sólo un combate los lunes por la noche en lugar de los dos habituales. El tiempo que se les daba para sus luchas ya ha sido acortado.
205 Live está a salvo porque es uno de los ‘bebés’ de Triple H pero Vince ha dejado en claro que no tiene problemas en eliminar a los cruceros de Raw por completo. Estos podrían pasar a ser simplemente luchadores exclusivos de 205 Live si McMahon continúa viendo caídas en los ratings cuando ellos están en Raw.
Recuerden, no fue hace mucho que habían planes de implementar una segunda división de cruceros en SmackDown si las cosas funcionaban en el show rojo, pero esa idea está completamente fuera de discusión en estos momentos y la división de Raw está siendo microscópicamente evaluada actualmente.»