Holy Merde! — Una mirada a la empresa francesa Rixe Catch

Desde WCW Millennium Final, ninguna promotora de primer nivel mediático ha realizado en Alemania un evento de categoría PPV. Y hace ya casi 21 años de aquella cita que tuvo de gran ganador a Sting, veterano hoy a las puertas de su retiro.

Pero la rentabilidad pospandemia del mercado europeo está propiciando un nuevo frente en la guerra WWE vs. AEW. Como contrarresto a la segunda entrega de All In London, McMahonlandia anunció Bash In Berlin, «premium live event» previsto para seis días después en la capital germana, el próximo 31 de agosto.

Unas pretensiones de WWE que parece no quedarán ahí, según Fightful. Tras UK y Alemania, Francia sería el próximo objetivo del gigante estadounidense.

► El amour fou

¿Por qué Francia? Como expuse, WWE goza de presencia televisiva en aquellos lares, y el hecho de que París estuviera incluida dentro de la más reciente gira europea de la compañía (única fecha fuera de UK) puede darnos evidencia de que no sería un rumor gratuito.

Cuando WWE llevó a cabo su house show desde la Accor Arena, algo destacó por encima del resto de fechas: la pasión del respetable. Caso de la mostrada hacia Baron Corbin, receptor de unos cánticos de apoyo que no creo «The Lone Wolf» vuelva a escuchar en su vida, a menos que vuelva allí. O hacia Seth Rollins, cuyo tema de entrada fue coreado durante cerca de 15 minutos.

Pero tal amour fou no es inherente a WWEQue se lo pregunten a Will Ospreay.

Vídeos grabados durante el estelar del Episode XII de Rixe Catch, donde Ospreay luchó contra Tristan Archer, sobra decir que los seguidores que acudieron al Palais des Sports de Dreux tenían ganas de ver debutar a «The Assassin» bajo los focos de esta promotora.

Habrá competido veces durante el presente año Ospreay, y ninguna de sus otras implicaciones ha generado tanto entusiasmo, incluso por delante de su mágica noche en All In London. Un Ospreay que se quedó con esta cara al comprobar cómo se las gastan en Rixe, entre cánticos de «Holy merde!»

Superluchas - Una mirada a Rixe Catch: Un luchador sin camisa parado en un ring.
© Rixe Catch

Aquel duelo del pasado 25 de febrero hizo que muchos supieran por primera vez de Rixe Catch, al tener a Will Ospreay como uno de sus protagonistas y al ser cubierto por Dave Meltzer (quien lo valoró con ****1/4).

Ahora, a tenor del citado reporte de Fightful, seguramente muchos podrán comprobar que el catch levanta pasiones en Francia a todos los niveles, más allá del «mainstream».

Tal vez su escena local no goce hoy de la misma candencia que la británica o la germana, pero posee una tradición con similar solera, remontándose a aquella edad dorada de la lucha «made in France», entre la década de los 50 y la de los 70, donde Popoff llenaba arenas y esta disciplina era un entretenimiento de masas impregnado de enormes reminiscencias circenses y carnavalescas, con un estilo entre las doce cuerdas y personajes del que la WWF de los 80, por ejemplo, luce muy deudora.

Como impagable tributo hacia aquellos años, Rixe Catch quiso que Popoff, ya casi octogenario, saliera del retiro sobre sus rings. Una noticia, de repercusión internacional en la indutria luchística, que antes del debut de Ospreay sirvió para poner en el mapa a Rixe Catch.

► El querido pueblo de la lucha

Superluchas - Dos luchadores en un ring de lucha libre con un espectáculo de fuego.
Rançon Photographie – Twitter: @Rancon_Photo

La imagen adjunta, del duelo que disputaron Jack Sans-Nom e Yngvar Ravenson en Episode XVI de Rixe Catch («spot» que emula el de la célebre instantánea del choque Atsushi Onita vs. Mr. Pogo de 1995 en FMW), ilustra de idónea manera el espíritu de esta promotora fundada cuatro años atrás por Albert Roche y radicada sobre la población de Mordelles.

Rixe ha venido a derribar todas las puertas del circuito francés, y probablemente el secreto de su éxito descanse en su facilidad de afiliación. Rixe no exige horas y horas de seguimiento, ni una suscripción a ningún OnDemand. El teleaficionado, ausente de sus shows por distancia y/o dinero, tiene ante sí cierta herramienta que según Billy Corgan es una socia «horrible para la lucha libre»: YouTube.

Cada mes, Rixe sube dos tipos de contenido. Por una parte, sus historias principales, recogidas en esos Episodes. Y por otra, la serie Intrépide, donde talentos noveles son protagonistas, cual marca de desarrollo. Una fórmula que funciona, al propiciar una conectividad tan directa con el producto, donde hay cabida para esos grandes personajes en la tradición de Poffo, estrellas foráneas del panorama actual (Drilla Moloney debutará en Episode XVII), y sí, también lanzallamas.

Si consideramos su presupuesto, resulta encomiable el mimo que pone Rixe a la hora de contar historias, desarrollando tanto rivalidades como luchadores en las mencionadas entregas de Intrépides (especial mención al trabajo con Gustave Le Brun y Jacob Vadocq). He aquí el primer factor diferenciador entre su producto y el del resto de promotoras francesas.

El segundo, sus combates. Y en esto comprobamos que ninguna promotora que quiera ser considerada puntera actualmente puede adolecer de un buen factor «in-ring». Albert Roche está muy al tanto de ello, y su plausible labor como promotor descansa en la concreción de emparejamientos efectivos.

Supo ver, por ejemplo, el potencial del reciente «first time ever» entre Connor Mills y Ultima Sombra en Episode XVI. O el aún más brillante Aigle Blanc (carne de compañía «mainstream» si nadie lo remedia) vs. Robbie X del Episode XV, al nivel de una final del Best of the Super Juniors.

Con Rixe Catch a la cabeza, acompañada de las más veteranas International Catch Wrestling Alliance y Association les Professionnels du Catch (casas que revivieron la lucha libre en Francia allá por inicios de los 2000), esta escena debería por fin dar un paso adelante y aspirar a sentarse en la misma mesa que la británica y la germana; ayudada, espero, por la publicidad de la presumible realización de Backlash 2024 sobre la nación de la libertad, igualdad y fraternidad.

LA LUCHA SIGUE...
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