La última vez que las cámaras de la WWE grabaron a Ronda Rousey luchar allá, fue en SummerSlam de 2023.
Recientemente ella ha vuelto a los titulares de la mano de su libro autobiográfico: «Our Fight», que promete ser polémico.
Una muestra de ello son los siguientes títulos de notas.
- Ronda Rousey: «Que se j*dan Bruce Prichard y John Laurinaitis».
- Ronda Rousey: «Iba a hablar más mi*rd de WWE en mi libro».
- Ronda Rousey de la cultura en WWE: «Sexista y patriarcal».
- Ronda Rousey de Vince McMahon: «Es difícil diferenciar a la persona del personaje».
Pues bien, es hora de profundizar en su nada amable opinión sobre John Laurinaitis.
► Ronda Rousey: «John Laurinaitis sólo era un síntoma de todo lo que estaba mal dentro de WWE»
Volvamos a su libro autobiográfico, «Our Fight». Pautado para publicarse el 4 de abril. Pero, disponible en preventa en estos momentos.
Para empezar, dice lo siguiente sobre cómo fue saboteada NXT.
«La gente estaba emocionada por NXT de una manera que no lo estaba por Raw y SmackDown, que constantemente se basaban en repetir las mismas historias una y otra vez. A medida que NXT crecía y se volvía evidente que había potencial para expandirse y obtener ganancias, de repente se volvía atractivo para Vince. En el otoño de 2019, WWE lanzó un programa semanal de NXT, programado para competir en el aire con AEW. Ahora, NXT estaba en alza, pero también lo estaba AEW. Luego, Triple H casi muere, sufriendo insuficiencia cardíaca y requiriendo cirugía.
«Se alejó para ocuparse de su salud, y en su ausencia, los compinches de Vince vieron una oportunidad. NXT estaba perdiendo la batalla de ratings contra AEW, le susurraron a Vince. Se necesitaban cambios. Fue así como John Laurinaitis, un ex luchador convertido en ejecutivo de la WWE y un imbécil en general, terminó dirigiendo NXT.»
Aquí fue cuando empezó a hablar de Laurinaitis y su enfoque.
«Laurinaitis se había hecho un nombre como un luchador promedio pero de ninguna manera sobresaliente antes de pasar a interpretar un tipo de autoridad en el ring y luego a productor. Parecía y actuaba como un universitario de sesenta años, Alto, rubio y con un mentón hendido, siempre parecía estar frunciendo el ceño, incluso cuando sonreía. Su voz ronca le valió el apodo de Johnny Laryngitis, que era una de las cosas más amables que le decían.
«Mientras que Triple H buscaba talento y potencial en los prospectos de NXT, parecía que John Laurinaitis buscaba atractivo sexual. Filtró aún más la lista de NXT, despidiendo a todos los que parecían tener más de veinticinco años y desviando la atención de reclutamiento lejos de los circuitos independientes a favor de personas rubias de lugares como las Universidades de Florida y Tennessee. Culpar a Laurinaitis por la caída, lo que Vince básicamente intentaría hacer unos meses después, sería fácil, pero Laurinaitis solo era un síntoma de lo que estaba mal dentro de WWE. Honestamente, el drama real era mucho mejor que cualquier cosa que WWE pudiera escribir.»
El cambio de NXT es palpable desde hace años, con un cambio de enfoque en a quiénes reclutar y el tono de las historias.
La camada comandada por Shawn Michaels es muy distinta a la recua que lideraba Triple H en antaño.
Finalmente, en la variedad está el placer. Hay muchos paladares para satisfacer y entre más opciones, mejor para nosotros como público.