El Fantasma habla sobre la muerte de Rey Destroyer

A mitad de semana, la lucha libre profesional mexicana volvió a vestirse de luto, esta vez por el fallecimiento del joven gladiador Rey Destroyer, con tan sólo 22 años de edad.

► El Fantasma nuevamente expone las carencias dentro de la lucha libre profesional mexicana

Si bien esta tragedia tuvo lugar en Monterrey, Nuevo León, el Presidente de la Comisión de Lucha Libre de la CDMX, El Fantasma, fue entrevistado por el periodista Joaquín López Dóriga en su noticiario de Grupo Fórmula.

El comisionado volvió a destacar muchas de las irregularidades que existen dentro del gremio y de los contratiempos que pasa un luchador profesional en el desempeño de su carrera. Muchos de estos aspecto ya son conocidos, pero es en situaciones trágicas como el deceso de un luchador, cuando vuelven a tomarse en cuenta.

En primer lugar, El Fantasma destacó la importancia de la preparación en la formación de los nuevos luchadores, ya que muchos de los aspirantes sólo con seis meses de entrenamiento compran su licencia, cuando en el pasado, un aspirante a luchador se preparaba mínimo tres años. Al mismo tiempo, indicó que sólo la comisión que él preside, hace exámenes para otorgar la licencia de luchador profesional, situación que no ocurre con otras comisiones del resto de la República Mexicana, con lo que no se puede garantizar que un luchador esté debidamente preparado.

Siempre les digo a los jóvenes que quieren ser luchadores, que se preparen bien. Antes nos preparábamos de tres a tres años y medio antes de subir a un ring ante el público. Ahora lo quieren hacer en seis meses, pues no están bien preparados. Antes se trabajaba mucho el cuello, ahora no, por eso es muy fácil que se desnuquen.

También se refirió a los cambios que ha habido en la lucha, de pasar a sostener duelos a ras de lona a luchas más acrobáticas con peligrosos lances.

Ahora parece una competencia acrobática y es más peligroso que antes. Hay luchadores que hacen cosas increíbles afuera del ring, desgraciadamente ya no se practica la lucha como antes, con llaves y contra llaves. Con esto o se lastiman ellos o lastiman al compañero.

La Comisión de lucha libre que yo presido es la única que hace exámenes a aspirantes a luchadores profesionales; vienen incluso del extranjero a que se les haga su examen. En ningún estado de la República hacen este tipo de exámenes, ahí pueden comprar la licencia, aquí no, se la tienen que ganar.

El Fantasma volvió a hacer énfasis en la falta de protección a los luchadores (seguridad social):

Aquí al luchador profesional, desde que se empieza, se le dice: ‘estudia, trabaja y no lo dejes por este deporte’, porque uno comienza a ganar dinero cuando se vuelven luchadores estrella, cuando comienzan a viajar, pero muchos luchadores se quedan en el camino, mientras que otros llegamos a ese punto lastimados, sin dinero y sin nada.

Las garantías (como llaman a los sueldos en la lucha libre) pueden ir de los 5 mil hasta los 15 mil pesos, depende de la arena, pero los contratan para la función y ahí se termina, entonces, si sucede algo arriba del ring, el promotor se tiene que hacer cargo de su integridad física, pero hasta ahí.

Nosotros no tenemos ningún retiro, nuestro jefe es el promotor que nos contrata.

Entre entrevistador y entrevistado, volvieron a recordarse casos como el del Hijo del Perro Aguayo y La Parka, que marcaron hondamente al Pancracio nacional.

Sinceramente los luchadores ya estamos muy lastimados, mal de las cervicales, de la columna, de los hombros. Muchos de los luchadores leyenda andan en silla de ruedas, con muletas y eso que fueron grandes leyendas.

También es muy importante checar las condiciones del ring. A veces pasa que el ring lleva menos protección, a veces la pura tabla y hay luchadores que ya están acostumbrados. En el caso de este muchacho (Rey Destroyer), parece ser que hizo unas tijeras que no salieron y su cabeza pegó en el piso, según lo que me dijeron, y ahí se lastimó las cervicales.

 

La entrevista concluyó con la reflexión de que si pudo lograrse que la lucha libre profesional fuera considerada como Patrimonio Intangible de la CDMX, ojalá puedan obtenerse mejores condiciones para que los luchadores  desempeñen mejor su actividad y tengan el respaldo médico para atenderse debidamente en un caso de emergencia. Y no que hasta que vuelva pasar una nueva tragedia, nos detengamos a recordar de las carencias que los luchadores tienen en su día a día.

LA LUCHA SIGUE...
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