Como era previsible, la promoción cruzada que protagonizaron AEW e IMPACT! Wrestling a finales de 2020 se extenderá a 2021. Por lo pronto, su concreción más importante hasta la fecha está programada para el próximo día 16, cuando en el PPV Hard To Kill de la otrora TNA, Kenny Omega y The Good Brothers enfrenten a Rich Swann y Motor City Machine Guns, mientras «The Cleaner» se dejó ver este martes por AXS TV.
► Un «crossover» de dudoso beneficio para AEW
Scott D’Amore es uno de los nombres que más pecho están sacando de su alianza con los Élite. Si ya lo hizo el pasado mes, lanzando de paso un dardo a WWE, ahora se extiende al respecto bajo entrevista concedida a Sports Illustrated. Y quiero detenerme en cierta línea de su promoción de la estelar lucha de Hard To Kill.
«Esto no es sólo una oportunidad para ver a Kenny Omega. Es una oportunidad para ver a Kenny Omega reunirse con Karl Anderson y Doc Gallows. Es una reunión del Bullet Club, y los pones ahí con Rich Swann, quien está demostrando que puede ser un gran campeón mundial, y The Motor City Machine Guns, uno de los equipos más icónicos de la lucha libre, especialmente en Impact Wrestling. Es un equipo que a menudo no se tiene en cuenta por sus contribuciones en cuanto a revolucionar la lucha libre de duplas, y son tan autóctonos de Impact como cualquiera. Esto es un combate para los fans de la lucha libre, tienes la oportunidad de ver a estos seis hombres sobre el ring».
Y lo resaltado pone de manifiesto esa condición de producto exclusivo para acérrimos del wrestling del que quiere desmarcarse AEW a fin de crecer y dar un salto a las «grandes ligas», pues el objetivo último, según reveló Cody Rhodes, es competir de tú a tú contra Raw en un futuro no muy lejano.
Problema que un servidor ya expuso al inicio de la andadura televisiva de Dynamite, que ya se mueve en la frontera del millón de espectadores semanales. Crecimiento que no ha llegado, seamos claros, gracias a su alianza con Impact, sino a la irrupción de nombres como Sting o Shaquille O’Neal, y que pese aún estar en fase inicial, no creo suponga un crecimiento sustancial de sus números de audiencia de aquí a los próximos meses.
A cambio, Impact sí saldrá bastante beneficiada, y puede comprobarse en la cantidad de espectadores que congrega desde que Don Callis se llevó a Omega a las noches de los martes. Una relación parasitaria que podría ir más allá si se produce una invasión en toda regla por parte de Impact sobre las pantallas de AEW, como varios implicados llevan sugiriendo durante semanas.
