Singular como él solo, Vince McMahon es una mente brillante. Su visión es sumamente particular y queda en evidencia con cada Superestrella cuando vemos los shows de WWE todas las semanas. El manejo y las oportunidades que recibe cada uno deriva del potencial que él ve en ellos, en un arte que atrapa la atención del lector cada vez que surge un reporte sobre el asunto.
Al ser el hombre a impresionar, sus perspectivas, aunque con el transcurso del tiempo más extremas e incomprensibles, son motivo de estudio. La suya es la voz definitiva y de ahí que su opinión sea tan buscada. Mientras que, a su vez, es un individuo difícil de satisfacer. Y en este nuevo número, les traemos la lupa McMahonesca sobre Paul Wight, Christian y los ex WWE que firmaron con AEW.
Pero antes, ¡una rápida parada por la Gorilla Position! Otras Superestrellas WWE podrían estar hoy en el lugar de Paul Wight o Christian, como lo repasamos en las 9 Superestrellas que pensaron en renunciar a WWE.
¿Qué estrella top se sintió tan mal en WWE que la llevó a una depresión y una charla con Vince McMahon en plena WrestleMania? ¿Cuál nombre totalmente inesperado se dirigió furioso al Chairman, causando que éste interrumpiera una reunión? ¿Qué ex Campeón de WWE pensó en dejar la empresa… y nunca hubiera ganado el título? Además, el combate que hizo que una Superestrella amenazara con renunciar y el posterior incidente con su rival, y el momento preciso en que a Seth Rollins le invadió una ira de la que luego se arrepentiría.
9 Superestrellas Actuales que
Quisieron RENUNCIAR a WWE:
* Si así lo quieres, puedes echar un vistazo al Vince’ometro que analiza a otros ex WWE como Chris Jericho, Jon Moxley, PAC, Jim Ross, Cody y Dustin Rhodes o Shawn Spears aquí.
► Paul Wight (Big Show)
Fue Vince McMahon el que llamó a Paul Wight después de haber firmado con AEW, deseándole lo mejor en su nueva aventura y asegurándole que la competencia había hecho una gran adquisición al contratarlo. Para llegar a esta instancia, Wight dejó atrás el nombre Big Show al rechazar un acuerdo de leyenda, considerando que aún tenía más para ofrecer al negocio.
El que haya oído la entrevista del gigante con Talk Is Jericho se enteró que por momentos, WWE no lo trataba como muchos creerían que una empresa que adora los físicos privilegiados trataría. No era uno de los favoritos, según lo que dio a entender: alrededor de cinco años antes de dejar, un directivo le reveló que su prioridad era ayudar a consolidar a los más jóvenes y ya no ocuparía estelares ni ganaría títulos. Ese es el Big Show que perdió McMahon, no el gigante imparable que alguna vez supo ser.
Vince’ometro:
► FTR (The Revival)
Ser uno de los equipos más destacados de la división por duplas de WWE no quiere decir que seas uno de los más destacados de WWE en general. Desde siempre, salvo quizá durante los 80, la división por equipos fue uno de los puntos más bajos dentro del Vince’ometro. Y los FTR, entonces conocidos como The Revival, supieron ser múltiples veces Campeones en su área.
Pero los títulos no eran lo suficientemente satisfactorios por ese mismo motivo: no tenían el prestigio suficiente para contentar a nadie que se pusiera la vara medianamente alta. Sí, McMahon consideraba que eran dignos de recibir un empuje, por más mínimo que fuese. Lo obtuvieron y hasta debieron permanecer más de lo que quisieron en su ex empleadora, pero estamos seguros de que para el jefe, dejarlos ir no fue una gran pérdida.
Vince’ometro:
► Matt Hardy
El estilo aéreo e innovador tiene sus contras. A la larga, te destruye físicamente. Tanto Jeff —que hace poco fue noticia por algunas declaraciones sobre AEW—como Matt Hardy lo están padeciendo. Ninguno de los está en un estado admirable en cuanto a movilidad, mas ambos tienen un nombre lo suficientemente grande como para mantenerse vigentes en tiempos de tanto talento nuevo.
En cuanto a la opinión de Vince al respecto, está a simple vista para todos aquellos que hayan seguido la trayectoria de «Money Matt». No sólo vio siempre a Jeff como la estrella del dúo, sino que jamás se mostró muy a favor de hacer del mayor de los hermanos un luchador estelar. Ni joven, cuando con su rivalidad con Edge se presentó la oportunidad dorada, ni como veterano, cuando el «Broken Universe» estaba en su clímax.
Vince’ometro:
► Lance Archer/Colt Cabana/Matt Sydal/Trent
Hoy por hoy, incluir a Lance Archer en una lista común con gladiadores como Colt Cabana o Matt Sydal es impensado. Sin embargo, cuando éstos, Trent también, pasaron por WWE, todos formaban parte de una misma categoría: la de los intrascendentes, la parte baja del cartel. Lance era Vance; Cabana, Scotty Goldman; Sydal, Evan Bourne; Trent, Barretta.
Los cuatro eran los típicos nombres que habituaban en WWE Superstars, que podían recolectar alguna victoria en el show de los relegados, pero que cuando aparecían en Raw o SmackDown, si es que tenían la oportunidad en absoluto, era sólo para caer derrotados frente a sus rivales de turno. Especialmente con Archer, resulta extraño recordar sus etapas en suelo McMahon. Un McMahon que seguramente ni siquiera los recuerde de sus pasos previos en su compañía.
Vince’ometro:
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► Christian
No nos dejemos llevar por la gran imagen que dejó Christian Cage en sus últimas apariciones en WWE. Si quedó en los últimos cuatro del Royal Rumble o fue el estelar de un Monday Night Raw fue sólo por ser el mejor amigo de Edge, tan sólo como un añadido para la historia de redención de su compañero. Es algo duro de decir, pero es la cruda realidad. Basta con ver la carrera del «Capitán Carisma» al servicio de los McMahon para saberlo.
Sí, hay unos veinte días como Campeón Mundial (en dos reinados distintos), pero también sabremos que McMahon odiaba su rostro tanto que quiso hacer que un punto azul siguiera a su rostro a todas partes y se negaba a darle un considerable impulso porque lo veía como demasiado propenso a las lesiones, eso sin mencionar que no creía que tuviera lo necesario para ser alguien de renombre. Ahora bien, estamos seguros de que con otros ojos lo ve Tony Khan.
Vince’ometro:
► Sting
Nadie, ni Vince McMahon, puede negar el impacto y la popularidad de Sting en la industria luchística. El mismísimo Chairman lo tuvo en todo momento como el fichaje a concretar durante décadas (lo contactaron en los 80, los 90, los 2000 y los 2010s). «The Icon», no obstante, siempre se le resistió. Aparentemente, el problema siempre era el mismo: no estaba dispuesto a cumplir el pesado calendario de WWE.
Sin embargo, había otro «pero» que el «Stinger» no sacaba a relucir y era el temor a ser sepultado por ser «el último soldado de WCW». Cuando finalmente firmó en 2014, dejó atrás ese miedo y probó suerte, pero se encontró con que aquella previsión era un hecho, y los tantos «no» que le dio a McMahon lo condujeron a perder todos los combates individuales que disputó. En resumen, Vince sí lo veía como una estrella. Eso sí, jamás quitó el pie del freno.
Vince’ometro:
► Jake Hager (Jack Swagger)
Hay dos Jack Swaggers. El Jack Swagger que Vince siempre quiso, que ganaba Campeonatos Mundiales y aspiraba a ser un sólido estelarista regular, y el Jack Swagger que Vince obtuvo, y que no cumplió con las expectativas que el mandamás tenía depositadas en él. En ECW y SmackDown, vimos al primero. Luego, con la unificación de las marcas hacia adelante, fuimos testigos del último.
Este último tuvo, de hecho, sus tiempos buenos. Swagger pudo hacer funcionar el eslogan de «We The People!». Fue la oportunidad perfecta para impulsarlo, mas para entonces el Presidente ya no estaba interesado en él. A partir de entonces, obtuvimos su faceta más pobre: aquel que ni aparecía en televisión y si lo hacía, era para perder. A varios les costó un tiempo adaptarse al hecho de que AEW lo hiciera alguien de importancia por sus últimas imágenes en WWE.
Vince’ometro:
► Miro (Rusev)
A cualquiera que mirase WWE en 2015 y se le preguntara qué Superestrellas veía como las potenciales estrellas a futuro, cualquiera echaría un vistazo al elenco y uno de los primeros nombres que diría sería Rusev. No tan distinto a otros diamantes en bruto como Bobby Lashley, Umaga o Wade Barrett, el búlgaro cayó en las garras de John Cena. Eso no pareció ser el final, sin embargo. Post-Cena, parecía que sus mejores tiempos estarían por venir.
Después de mejorar mucho y pulirse en todos los sentidos, irónicamente, McMahon perdió interés en él, y fue así como empezó a posicionarlo en historias románticas y plazas secundarias. Hubo algún que otro rumor de un pedido por su liberación no concedido en 2018, aunque finalmente Rusev fue despedido dos años después. Ser dejado ir por ninguna razón no habla muy bien de la opinión de tu jefe sobre ti, pero siendo justos, en algún momento su visión fue muy distinta.
Vince’ometro:
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