Villano III en sus propias palabras: Una vida dedicada a la lucha

Falleció Villano III, uno de los luchadores más importantes en la historia de la lucha libre mexicana. Un luchador admirado por propios y extraños, poseedor de técnica y fortaleza, de coraje y determinación. Es difícil imaginar la época dorada de El Toreo sin su presencia, sin sus luchas legendarias.

Falleció Villano III: Descanse en paz el inolvidable “Rey Arturo”

Recordando al enorme Villano, les traemos ahora una plática con José Miguel Alva Marquina publicada originalmente en las ediciones 445 y 446 de SÚPER LUCHAS, en 2012, cuando el luchador cumplía 40 años de trayectoria luchística. 

Mostrándose visiblemente emocionado, en muchas ocasiones durante la charla rompió en llanto, como todo un hombre que reconoce que su padre, sus hermanos y él han dejado, literalmente, la vida en el ring. 

Éste es el Villano III, en sus propias palabras.

Comencé desde niño a practicar la lucha olímpica, y al igual que a mis hermanos, mi padre no quería dejarme que me dedicará a esto. Entrenaba desde los seis años con Andrés Reyes y con El Acorazado Moreno, en el Centro Olímpico Mexicano, donde estaban luchadores muy reconocidos a nivel mundial. Hussein Himil Hermes fue el hombre que me perfeccionó y enseñó mucho de lo que sé. Él era chaparrito, pero por cada milímetro de su cuerpo, sabía todo de la lucha. Todos veían cómo arrastraba a sus alumnos y rivales. Yo tenía competencias a nivel amateur, y a los ocho años le gané al hijo del Acorazado y fui campeón nacional de mi división. En ese entonces, mis hermanos ya empezaban a luchar de manera profesional, pues entre mis dos hermanos había ocho años de diferencia, mínimo, lo mismo que pasa entre su servidor y los dos más jóvenes.

Mi papá no quería que fuéramos luchadores. Por eso mis hermanos se enmascararon, y primero fueron Las Bestias. La ventaja es que don Ray Mendoza nunca se dio cuenta de ello, porque él viajaba mucho en el interior de la república y hasta en Centroamérica, mientras que ellos aprovechaban para ir a las arenas de la periferia a luchar.

Siempre le preguntábamos a mi padre por qué no quería que siguiéramos en esto, y él nos decía: “No es malo mi trabajo, pero yo quiero que ustedes se preparen, pues su abuelo y yo sufrimos mucho”. Él no quería que padeciéramos como pasó con mi abuelo –que era panadero—y con él mismo en sus inicios, primero en el oficio, luego como boxeador, y posteriormente como luchador.

Ray Mendoza empezó a practicar boxeo, incluso enfrentó a Kid Azteca; pero en el Gimnasio Gloria, donde entrenaba, los luchadores locales se burlaban de él, hasta que les dio una demostración de lo que podía hacer, y poco a poco se metió en la lucha libre. Tomó su nombre en honor a don Ray Carrasco, y el apellido de mi madre. Tuvo nueve hijos vivos: Irma, Jesús, José, Rita, Leonor, Arturo, Raymundo, Isaura y Villano IV; además, entre José y Rita hubo uno que murió y dos más entre mi persona y la de Ray Jr. Muchos hijos, signo de lo prolífico que era mi padre en la lucha libre y en la vida.

Ya ves: hasta dos hermanos postizos tuvimos. Me refiero a Ringo y Cachorro, que empezaron a entrenar lucha con el Diablo Velasco, y para los cuales tengo todo mi respeto. Obvio, no son mis hermanos, pero por admiración a mi padre y el rollo de que Ringo se parecía a él, adoptó ese nombre.

Eso sí: a todos nos ordenó que termináramos una carrera para poder dedicarnos a la lucha libre. Así, los cinco varones estudiamos. Chucho fue profesor de Educación Física; José estudió Turismo; yo, Educación Física, también; Mundo, Odontólogo; y Villano IV estudió Gastronomía. Mis hermanos tuvieron varias etapas: a Pepe le gustaba coser en sus ratos libres; creo que hasta vendió peluches. Como mi papá nunca lo veía, él mismo confeccionaba los equipos de los dos, y después hasta algunos míos.

Una vez, las esposas de Jorge Allende y del Cavernario Galindo, que eran las promotoras de la plaza en Aurora, le pidieron que dejaran de ser los Búfalos Salvajes para tener nombre más atractivos, entonces Jesús adoptó el nombre de Villano, basado en una historieta; y José era El Toro, pero la gente los empezó a llamar y a pedir los promotores como Los Villanos, y así ya se quedó el nombre, aunque sólo luchaban con unas zapatillas, trusa y su máscara negra, similar a la de Blue Demon. Ellos no usaban mallas, pues tenían buen cuerpo. El que metió las mallas fui yo, pues era delgadito y más pequeño que ellos.

Ídolo de barrio

Yo debuté en un jacalón el 28 de diciembre de 1971, primero como Ray Rosas, y luego fui La Mancha Roja. De ahí, y apenas teniendo 17 años, me llamaban algunos promotores para empezar a luchar por el norte del país. Fui a Tamaulipas, Nuevo León y hasta Veracruz. Ya mis hermanos eran los Villanos, pero yo aún no usaba ese nombre, primero para que mi padre no se enterara, y porque no quería tampoco quemar el nombre de mis hermanos.

Ya con mucha más experiencia, adopté el nombre de Rokambole, basado en un personaje de historieta que ayudaba a los pobres. Eso fue en la Arena de Aviación Civil, y a veces en rings de la calle. El que manejaba todo el territorio era El Loco Hernández; ahí nos dieron unas buenas luchas contra el Cordobés Rosales y contra los Marcado, hasta que el señor supo que era el hijo de Ray Mendoza, y me dijo que me iba ir muy bien, que ahora entendía de dónde salí tan bueno para la lucha.

Para ese entonces, Ray ya sabía que los Villanos eran sus hijos y había dado su visto bueno para ello, pero yo era un chamaco, y mientras estudiaba, luchaba a escondidas, hasta que en mi último año de carrera profesional, ya fui Villano III, pues mi papá ya me había dado permiso.

José Miguel Alva Marquina.

Terminé de estudiar, pero nunca ejercí. El día que egresé, ya tenía una lucha en Tampico programada y me fui inmediatamente. Enrique Estrada me ayudó con sus comentarios y me recomendó con el señor Flores, quien ahí comenzó a fijarse en mí; mientras que en Ecatepec, Salvador Reyes me debutó en el Estado de México y me presentó con el señor Benjamín Mora en la Arena Puebla. Mora, a la postre, sería el socio de Francisco Flores, pero en ese entonces apenas era un empleado más de la EMLL.

Mientras tanto, mis hermanos ya eran estrellas en la Arena México, pero yo seguía en las arenas chicas. No pisé en esos tiempos la Catedral, y alterné con mis hermanos hasta que el señor Flores tuvo la idea de juntar a los tres Villanos contra Ruiz, Gorila Osorio y Atila, en una lucha en Puebla. Pese a que ese día se presentaba la India María horas antes, la gente volvió a llenar la arena. Era una locura. Tuvimos que dejar el carro como a cinco cuadras del coso. La gente quedó fascinada en esa función. Mis hermanos me ayudaron mucho en mis inicios, era fabuloso ver cómo me aventaban impulsándome del píe para poder volar. Como te decía, en aquel entonces ellos eran peso completo Jr. y yo era peso welter.

El Loco Volador

El Pirata Moreno me acogió en su arena, la KO Algusto, en donde desenmascaré a La Cobra en febrero del 74. Fue mi primera máscara y mi primer gran trofeo. El señor tenía 27 años de profesional, yo era rudo y tenía pocos años de carrera, y la verdad no pensé que podría con el reto, pero gracias a eso, mi carrera se consolidó. No me abrí con alguien de esa experiencia, y ahí tienen los resultados.

La gente me pedía ya en la López Mateos como técnico, y ahí vendría mi presentación a la grande con los independientes. He ganado aproximadamente, 105 cabelleras y 140 máscaras; ahora sé cómo funciona todo, pues cuando uno inicia y le dan proyección, debes ser agradecido con el promotor, y sobre todo con tu público, que es el que hace a los verdaderos ídolos. Quizás había más ganas que cualquier otra cosa en aquel entonces.

Luego de la máscara de La Cobra, fui por la cabellera de El Mariscal, con quien fui campeón de parejas cuando era rival de La Cobra. De la KO Algusto tengo muchos buenos recuerdos: Fue ahí donde me dieron muchas oportunidades de luchar con maestros y luchadores de leyenda, muchos incluso de la edad de mi papá, pero eso sí, con mucho nombre. Siendo joven, hice pareja con El Santo y con Mil Máscaras. Para ese tiempo, ni mis hermanos habían hecho pareja con Mil Máscaras.

En esa arena, El Ratón S. me puso el mote de El Loco Volador, porque hacía vuelos que en ese tiempo no se veían. Como yo era liviano, mis hermanos me usaban como piedra de resortera. Yo implementé un nuevo estilo, más espectacular, con lances, pero yo no me puse, así sino un maestro como Cuéllar fue el responsable, y le estoy muy agradecido por todos sus comentarios. Para mí era normal lo que yo hacía, pero estaba imponiendo un nuevo estilo.

Los independientes

El señor Flores habló conmigo. Me dijo que estaba formando un grupo de luchadores independientes y que me tenía considerado como una de sus estrellas, reservándome para los grandes carteles, y así fue. Luché en el Palacio de los Deportes, en la segunda o tercera función, contra Lobo Rubio. El señor Flores me tenía en mucha estima por mis cualidades, no por ser hijo de Ray Mendoza. De hecho, yo me llevé a mis hermanos y a mi papá con los independientes.

Sucedió que mi papá era Campeón Nacional Semicompleto, pero tuvo una lesión en la rodilla y lo desconocieron. Después, en la EMLL le dijeron que sólo era para buscar un campeón interino, pero el daño ya estaba hecho. A mi padre, después de habar dejado toda su vida ahí, le querían hacer una mala jugada. Hablé con René Guajardo, y él preparó todo para el debut de mi padre con los independientes.

René no me lo creía al principió, pero mi papá estaba súper animado para irse, y lógico, no iba a dejar sus hijos morir solos allá con los de la Empresa. Ellos se dieron por mal servidos, porque pensaban que él era exclusivo, pero nunca aceptaron el daño que le habían hecho a mi padre. Mis hermanos se vieron sorprendidos cuando les dije lo que podrían granar acá en las arenas de Flores, mucho más de lo que ganaban en una semana en la otra empresa. Así, nos programaron una tarde para presentarnos los tres Villanos en la Arena Naucalpan. Yo casi siempre luchaba en el norte, pero me tuvo que soltar René ese fin de semana para la presentación en grande con mis hermanos. Ya después hicimos gira con él en sus arenas.

Algunos medios –ya vez que nunca faltan los que quieren quedar bien con la Empresa—andaban diciendo que la EMLL estaba saneando su elenco, pero sabemos que eso no era así, pues las estrellas las tenía el señor Flores, por eso, en los ochentas, los Lutheroth nos tuvieron que alquilar sus arenas para que nos presentáramos en la Pista Revolución, en Puebla, Cuernavaca y Acapulco. Los llenos en esas arenas los hacían los independientes.

El Pantera Rosa

El periodista Isaías Noriega me puso ese apodo, ya que como te decía, a diferencia de mis hermanos me vestía con las mallas rosas para que se me vieran más anchas las piernas, las zapatillas amarradas por dentro, y con una máscara que simulaba una pequeña cara de pantera, o por lo menos así lo vio este reportero.

Lo que hizo que yo me diferenciara de mis hermanos en los carteles de postín era que hacía equipo con los grandes, en parte por lo entrón, porque junto con Dos Caras, Canek y Hamada, teníamos el empuje para poder enfrentarnos con los extranjeros, darles batalla a ellos. Otro factor fue que era El Loco Volador, ja, ja, ja.

Japón, Panamá, Puerto Rico y otros países están en mi lista de los lugares que visité, pero Francisco Flores, en un principio, no me quería dejar salir de sus arenas, y yo, tonto, le decía que no quería ir al extranjero, que estaba bien aquí, que salía a muchas ciudades del interior, hasta que mi papá me abrió los ojos y me dijo que era importante que me conocieran en el extranjero. Me dijo: “Así desintoxicas a la gente de acá, así como que cobras mejor. Te internacionalizas, es un mundo es muy grande y necesario para un luchador, es necesario para ti”.

El primer viaje que hice a Japón fue muy interesante. Era un aniversario de la New Japan. Ya habían ido muchos luchadores, como Perro Aguayo, Canek, Mil Máscaras, pero ellos iban hasta 15 días, mientras que Flores a mí sólo me dejo ir un día. Me dijo: “Vas a fallarme en México tres fechas, pero no más”. Yo estaba aún renuente de ir a Japón, hasta que me dijo que la razón era porque el Tigre Enmascarado quería luchar contra mí. Su lista de mexicanos derrotados era larga, y fíjate cuál fue mi sorpresa cuando dimos la mejor lucha de la velada, y por mucho una de las mejores de la carrera de él. Y déjame decirte que el Tigre no le daba nada a nadie, era un luchadorazo. Gracias a eso, me dieron otro contrato para ir una semana, luego quince días, y de ahí hasta un mes más.

La cueva de los independientes

Luego de ser Pantera Rosa, quise darle a la gente variedad, por eso usé mucho tiempo el equipo rojo, pero el mote ya se me había quedado, mientras que mis hermanos usaban el morado, hasta que regresaron al bando rudo y se cambiaron por el negro, para ser apodados Las Bestias Negras.

Yo no tuve mucho que ver en la rivalidad de mis hermanos contra los Brazos, salvo cuando decidieron juntar a los Brazos con el Perro Aguayo, ya que ahí éramos los cuatro Villanos vivos en ese entonces contra esos carniceros. Luego le di al Brazo de Oro varias oportunidades por el Campeonato de Peso Semicompleto WWF, pero nunca me lo ganó. Con los que sí lo perdí en el lapso en el que fui campeón, fue con Perro Aguayo, Fishman, Rambo, Gran Hamada y Pegassus Kid.

José Miguel Alva Marquina.

Con el Perro Aguayo tuve una muy buena rivalidad, y después fuimos grandes compañeros en la Empresa, pero definitivamente El Solitario ha sido mi mejor pareja. Primero era mi rival, pues yo quería vengar a mi padre por la rivalidad que ellos tenían, pero luego resultó que tras regresar de una de mis giras a Japón, el señor Flores ya me había programado como técnico, de pareja de Solitario contra Perro Aguayo y Canek, y ahí fue cuando cambié de rival por El Perro. Yo incluso había luchado contra El Solitario de pareja, pero no me esperaba esto. Todo por irme un mes a Japón y decirle a don Francisco que cuando regresara, quería que me diera una semana de descanso, y como que sí me descansó, ¡pero del bando rudo!

Fuimos grandes amigos, incluso compartíamos el auto, porque yo siempre lo llevaba a todos lados. Luego llegó Aníbal y formamos a Los Tres Caballeros, juntando experiencia, técnica y espectacularidad. Fue muy buen amigo, el mejor que he tenido. El Solitario ha sido mi mejor pareja, no me canso de resaltarlo, eso sin dejar fuera a mis hermanos y a mi padre.

Con Rambo, la rivalidad se dio primero en Monterrey, en la gira del norte. Entonces cuando se iba a hacer una función de aniversario del Toreo, se sintió confiado para poder enfrentarme. El señor Flores pactó la lucha por el campeonato el 4 de octubre de 1987, y Rambo me quitó mi cinturón. Me dio la revancha y volví a perder, así que el promotor propuso que ya nos fuéramos directo por las máscaras. Rambo era muy luchador, porque era de un estilo clásico, un gran rival sin duda.

Pegassus Kid era un luchador más joven, pesado, con más técnica, superior a mí en muchos sentidos, pero le faltaba la experiencia. Lo vencí con sus armas, lo dejé que creyera que yo era presa fácil, pero lo que hice fue cansarlo, y en esa lucha me quedé con su tapa. Sus maestros fueron Búfalo Allen y Stu Hart. A diferencia de lo que se dice, él no vino aquí aprender, el vino por el Campeonato de Peso Semicompleto WWF que yo poseía. A la larga, le salió caro, porque le quité su máscara, y tiempo después recupere el cinturón, para ahora sí ser el último monarca de esa división. Yo sé que él está muerto, y es complicado hablar de ello, pero para mí ha sido el mejor luchador que he enfrentado. Ahí demostré que vale más la maña que la fuerza. En este negocio hay que saber ganar, pero más hay que saber perder con la frente en alto. Años después aprendería esa lección.

Paso efímero por AAA

Nuestro paso por Triple A tuvo dos etapas. En la primera, yo salí por unos meses, tres o cuatro, de la empresa de Carlos Máynes para ir a la de Peña a probar suerte, pero sólo fue eso, ver qué se sentía estar con las edecanes, las luces. La segunda fue un poco mejor, cuando fui campeón de tercias con mis hermanos, y luego con Pierroth fuimos Campeones Nacionales Atómicos, ya con el mote y equipo de Las Bestias Negras, pero repito son sólo dos etapas de experimentación, sólo eso.

Cuando regresé al Toreo, a Carlos Máynes le querían vender que yo ya no era la estrella, me quisieron relegar, pero le demostré que no era así, la gente me seguía pidiendo, pero ya las entradas ya no eran lo mismo. Hicimos algunas giras por el interior de la república, pero poco a poco se fue acabando.

De ahí hubo varias pequeñas etapas: Mis hermanos se fueron a WCW, con Konnan, mientras que yo me fui a Puerto Rico, con Pierroth, a la empresa de Carlos Colón. Además me invitaron a PROMELL y a ENESMA en diferentes momentos de mi carrera, hasta que me establecí por unos años, por fin, en la Empresa.

¡Que viva el Rey!

Yo estaba en Puerto Rico, pero Paco Alonso a veces me invitaba a colaborar en su empresa en funciones chicas, e incluso me pidió que viniera para una lucha en el Aniversario de la México, además de participar en los torneos de los setentas contra los ochentas.

Luego de un tiempo, Paco Alonso por fin me dio contrato para quedarme con él en la Empresa, y ahí se dio la gran rivalidad con Atlantis que todos ya conocen. Primero calentamos al público con el cuadrangular en el que también participaron Mr. Niebla y Shocker. Debo decir que mucho fue mi idea para acrecentar el interés de la gente. Circunstancialmente, fui a una función de Navidad a Tijuana, en la que luchábamos contra Fishman y Lizmark por las máscaras en unos relevos suicidas, yo de pareja con Súper Astro, y la suerte me tocó desenmascarar a ese gran luchador, el dado de oro.

Ya sabes que a Paco Alonso siempre le calientan la cabeza y le llevan chismes, así que cuando regresé de Tijuana, me hicieron creer que él estaba muy molesto porque yo había estado allá en la lucha de máscaras. Lo busqué para hablar con él y explicarle que eso nos convenía, porque así llegaba más embalado a lucha contra Atlantis. Pero él ni enterado estaba, hasta me felicitó por eso, ya que así le convenía más para la gran lucha. “Cuando tenga que decirte algo, te lo voy a decir yo personalmente”, me dijo, y pusimos fin al tema.

Llegó la noche de esa lucha contra Atlantis. El nombre del cartel no podría ser más adecuado: “La historia nunca se repetirá”. Yo me sentía emocionado, nervioso, y al final terminé muy conmovido. Pierdo la máscara con Atlantis, como sabes, el último gran lleno de la Arena México, la última gran lucha en la que la gente se entregó a un ídolo, y debido a eso, Paco Alonso tomó la decisión de hacerme técnico, y claro con Pierroth de por medio como rival, y ahora como pareja del Perro volvimos a ser súper ídolos. Éramos imparables. Por eso Pierroth buscó de pareja a Máscara Año 2000. Éste no quería, pero aceptó porque sólo así podría con el Perro, pero le salió muy cara esa alianza. Yo fui el primero en raparlo.

José Miguel Alva Marquina.

Después de él he rapado a muchos. Uno de los que más me ha gustado vencer ha sido El Brazo, y yo sólo he perdido en una ocasión. He de confesar que me dolió más dejar la cabellera con LA Park, por el tipo de luchador y de lucha. Con Atlantis, en cambio, dimos buenas luchas; es más, de todos los que andan por ahí, Atlantis es el mejor luchador de hoy día. Ése sí es un verdadero maestro. Además, es el único que puede ser estrellón, porque es el único que lucha contra figuras o pequeños, por eso muchos de los luchadores que andan por ahí en las dos empresas, no saben más que medirse con sus iguales. Ya no van estrellas a luchar contra ellos, y cuando van, no los enfrentan contra luchadores de peso. Cómo ejemplo, yo gané mi primer título contra Huracán Ramírez.

Son 40 años de sacrificios; todos reconocen mis heridas, y mis años de entrega, sé que hay que retirarse a tiempo y no ir dar dando lástimas, pero no puedo, la lucha libre es mi vida, igual que para toda mi familia. Todo lo he dado por ella porque la amo.

Función Monstruo: El día que un Villano lloró.

Función Monstruo: Homenaje al Villano III

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10 comentarios en «Villano III en sus propias palabras: Una vida dedicada a la lucha»

  1. Que gran historia, lastima que sea con su fallecimiento que pudimos leer esto.
    Era un señor muy lúcido, en ese último párrafo diseccionó uno de los grandes problemas de la lucha mexicana hoy en día.
    Además, que sorprendente eso de que dice que Chris Benoit es el mejor luchador al que se enfrentó en su carrera.

  2. Que gran historia, lastima que sea con su fallecimiento que pudimos leer esto.
    Era un señor muy lúcido, en ese último párrafo diseccionó uno de los grandes problemas de la lucha mexicana hoy en día.
    Además, que sorprendente eso de que dice que Chris Benoit es el mejor luchador al que se enfrentó en su carrera.

  3. yo recuerdo q la revista del señor Ocampo q lo quiero musho tenia ferias actibidades culturales de la lucha libre pa q todos vean lo bonito de este deporte y recuerdo al señor Everardo Ferrer y a Pepe Miguel Alva 1 presentaron funcion monstruo con Dan lee y empujaron pa q don Arturo Días Mendoza el Villano III estubiera presente con la idea de omenajearlo en vida pq conocian el cuento Villano y recuerdo q fue en la cantina la imperial por Tacuba yo estava trabajando por hay y pude entrar.
    hay abia poca gente pero todos fans de las luchas ablaron sobre el libro de dan y tenia dedicatoria para villano recuerdo q el anbiente era muy entre cuates pero no nos conosiamos. el Dan Lee no echo choro y leyo todo el cuento y le decia a don Arturo toda su admirasion y la nuestra pos pa q por el y por el ser humano lleno de heridas q estava homenajeando, el don Arturo puso atención y andava serio y nosotros atentos cuando leyio la parte q Atlantis le gano su mascara el Villano se puso a llorar vi a mi idolo llorar batos fue comovedor con un chingo de sentimiento me hiso acordar a cuando mi padre se separo de mi y me meti en la historia y creo q si mi jefe huviera estado hay tambien me huviera rajado y luego le aplaudimos como se merese luego deso y ya todos calmados nos quedamos a charlar y el relato decenas de anecdotas de luchas yfue una gran experiencia q siempre agradecere y m toco vivir
    Hora q murio me da un shingo de rabia pq era buena persona y se nos fue gracias a eso pude conoser al señoron Arturo dias el gran Villano III te quiero musho ocampo pum pum pum

  4. yo recuerdo q la revista del señor Ocampo q lo quiero musho tenia ferias actibidades culturales de la lucha libre pa q todos vean lo bonito de este deporte y recuerdo al señor Everardo Ferrer y a Pepe Miguel Alva 1 presentaron funcion monstruo con Dan lee y empujaron pa q don Arturo Días Mendoza el Villano III estubiera presente con la idea de omenajearlo en vida pq conocian el cuento Villano y recuerdo q fue en la cantina la imperial por Tacuba yo estava trabajando por hay y pude entrar.
    hay abia poca gente pero todos fans de las luchas ablaron sobre el libro de dan y tenia dedicatoria para villano recuerdo q el anbiente era muy entre cuates pero no nos conosiamos. el Dan Lee no echo choro y leyo todo el cuento y le decia a don Arturo toda su admirasion y la nuestra pos pa q por el y por el ser humano lleno de heridas q estava homenajeando, el don Arturo puso atención y andava serio y nosotros atentos cuando leyio la parte q Atlantis le gano su mascara el Villano se puso a llorar vi a mi idolo llorar batos fue comovedor con un chingo de sentimiento me hiso acordar a cuando mi padre se separo de mi y me meti en la historia y creo q si mi jefe huviera estado hay tambien me huviera rajado y luego le aplaudimos como se merese luego deso y ya todos calmados nos quedamos a charlar y el relato decenas de anecdotas de luchas yfue una gran experiencia q siempre agradecere y m toco vivir
    Hora q murio me da un shingo de rabia pq era buena persona y se nos fue gracias a eso pude conoser al señoron Arturo dias el gran Villano III te quiero musho ocampo pum pum pum

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