Que Jim Ross luce más perdido en AEW que Bob Dylan en la grabación de «We Are The World» es un hecho incontestable cada semana para quien siga AEW Dynamite, pese a que poco a poco, el veterano ya comience a orientarse mejor entre tantos nuevos nombres.
Ross pertenece a la vieja escuela, esa que tanto se escandalizó con aquel Will Ospreay vs. Ricochet del Best of the Super Juniors de NJPW de hace cuatro años, o la misma que se echó las manos a la cabeza a finales del pasado año con ese Blake Christian vs. Jordan Oliver en Game Changer Wrestling.
► El lavado de cerebro de la «nueva ola»
Y siendo toda una institución dentro de la industria, JR no ha tenido cortapisas a la hora de criticar algunos tics que considera inherentes a AEW y las nuevas generaciones. Si primero consideró que los Élite hacían demasiado uso de acrobacias, apuntando a la necesidad de mejorar en cuanto al aspecto narrativo, ahora abre un interesante debate con estas declaraciones recientes, hechas al amparo de su podcast ‘Grilling JR’.
«Creo que incluso en AEW tenemos algunos duraciones de combates que a veces, parecen ser demasiado largas. A los tipos les han lavado el cerebro con la idea de, «Tengo que tener 15 minutos, tengo que tener 18 minutos». ¿Por qué? ¿No eres lo suficientemente bueno para contar tu historia en el tiempo que te dieron? Aparentemente, no. Creo que es una gran falacia en la industria hoy que tengas que tener un número concreto de minutos para contar tu historia. ¿Dónde está escrito eso? No estoy de acuerdo con esa filosofía».
Pese a lo dicho por JR, AEW no presenta por lo general luchas demasiado largas, especialmente desde el azote de la pandemia. Pudo comprobarse en All Out 2020, donde sólo tres combates pasaron de 20 minutos.
Quizás New Japan Pro-Wrestling sea la más célebre compañía que practica tal estilo de cocción a fuego lento de sus encuentros de mayor importancia, en una praxis que casa realmente con la propia filosofía oriental.
Por citar una referencia habitual para la comunidad luchítica, si repasamos la lista de combates de cinco estrellas (o más) de Dave Meltzer, pocos bajan de los 20 minutos. Curiosamente, el último de AEW en sumarse a la célebre retahíla, ese «Parking Lot Fight» entre Best Friends y Santana & Ortiz, no llegó a los 15 minutos, y gran parte de su calidad se debió a la historia narrada.