De alguna manera, puede decirse que WWE propició la creación de Control Your Narrative, movimiento con el que EC3 y Adam Scherr, sus principales impulsores, vivieron una catarsis que les hizo no querer volver a atarse a ninguna compañía luego de la experiencia vivida en WWE, considerando ambos que el exceso de politiquería y corporativismo en la lucha libre estuvieron detrás de sus despidos.
Y aunque la vimos en el último Royal Rumble femenil, Sarah Logan supone un caso similar al de Carter y Scherr, e incluso más agudo, pues desde que formara parte de los recortes de WWE en abril de 2020, la gladiadora sólo ha vuelto a subirse al ring para dicho compromiso del pasado enero, cuando recordemos que incluso llegó a anunciar su retiro apenas dos meses después de aquel cese.
No obstante, la antigua integrante de Riott Squad confesó el pasado mes querer retomar su faceta competitiva una vez su hijo (nacido en febrero) la deje descansar un poco mejor.
«Estoy planeando volver a luchar algún día, pero creo que necesito dormir más de dos horas durante la noche. Cuándo lucharé de nuevo dependerá de Cash.
«¿A tiempo completo? No estoy segura. Realmente me gusta mi granja y la vida en este momento. ¿Lucha libre a tiempo parcial, uno o dos eventos aquí y allá? Probablemente, aunque no lo sé. Quién sabe».
► Control Your Narrative suma nuevo ex-WWE
Previo a su paso por WWE, Sarah Logan luchó para empresas como CZW, SHIMMER o ROH, por lo que tal bagaje seguramente le facilitaría hacerse un hueco en la escena independiente estadounidense, considerando la candencia actual de GCW o Warrior Wrestling.
Pero la gladiadora, quien figura bajo la denominación de Sarah Rowe al contraer matrimonio con Erik de The Viking Raiders (de nombre real Raymond Rowe), ha decidido «controlar su narrativa», según anuncia vía Instagram.
«Soy más mala en persona que cuando luchaba.
«Eso va a cambiar.
«13 de mayo, Cleveland
14 de mayo, Detroit»
Se trata del primer talento del que tenemos constancia formará parte de un show de Control Your Narrative, empresa que en su corta vida se está ganando bastantes detractores por la supuesta vinculación de algunos de sus miembros con ideología de extrema derecha, así como por sus peculiares reglas luchísticas que suponen un dardo hacia buena parte del estilo que se practica en las «indies» actuales.