Ruiz vs. Joshua, se acaba el sueño

Ruiz vs. Joshua en su segunda versión fue más esperada incluso que la primera versión.

Es que la primera vez nadie esperaba nada y en la segunda ocasión levantó la expectativa y la necesidad de mantener el sueño: de que el «gordito» le gana al «deportista», de que el boxeador en desventaja, con el corazón suficiente, puede vencer.

Y aunque así lo demostró en la contienda del 1 de junio, Ruiz no logró replicar la hazaña el 7 de diciembre. Le duró 6 meses el encanto de ser el primer mexicano en coronarse campeón de peso completo.

Un camino lleno de contradicciones y dichos. Manny Robles decía que Andy no se presentaba en el entrenamiento. Luego salían a decir que ya había empezado a trabajar.

Joshua por su parte subía fotos ni siquiera de preparación, sino imágenes en las que parecía más promocional de cualquier marca.

Y no porque deban dejar un registro de cada paso que dan, pero sí dan pauta de en qué están enfocados. Ya de por sí estar en redes sociales habla de estar usando tiempo de entrenamiento para otra cosa. Más cuando eres profesional de élite.

Que si Andy llegaría más delgado y todo mundo en los análisis se rasgaban las vestiduras porque eso sería cambiar la fórmula ganadora.

Joshua con las fotos donde se ve relajado o como fisicoculturista.

La cosa se puso más interesante al cierre. Joshua compartió una foto donde se ve súper marcadísimo.

Y en el pesaje todo lo contrario.

Joshua más ligero que la pelea anterior y Andy mucho más pesado. Todos los análisis previos se fueron a la basura.

Más peso, más dificultad para desplazarse. Menos peso, más movilidad.

Eso determinó el rumbo de la pelea. Andy llevaba más peso para tener más contundencia en el golpeo.

Anthony iba menos pesado para tener velocidad.

Pero ni una ni otra.

Ni Joshua fue rápido al ataque y tampoco contundente pero sí efectivo con su estrategia.

Ruiz ni siquiera demostró que le afectó el exceso de peso porque no fue tras Joshua, no intentó cortale las salidas, no hizo movimientos veloces para cortar distancia.

Joshua cargó todo su peso en la pierna de atrás para tener la opción de salir en cuanto acabara su secuencia de ataque o en caso de que Andy le cayera encima.

Sin embargo Andy no estuvo tan cerca de hacer eso. Estuvo tras la línea que le marcó Joshua con el jab y no pasó de ahí.

Por ahí del quinto round y el octavo Ruiz le conectó un golpe (en cada uno) contundente. De inmediato Joshua amarró a Andy para romperle el ritmo a Ruiz  volver al suyo: 1-2 y para atrás.

Joshua ganó con poco. Ruiz perdió con nada.

Una defensa exitosa se logra haciendo un buen trabajo. Andy no hizo ni bien ni mal, simplemente no hizo.

Ruiz vs. Joshua es la muestra de cómo pelear para atrás, en el caso de Joshua. Ruiz vs. Joshua es el ejemplo de cómo no se prepara una pelea de defensa titular, en el caso de Ruiz.

En la derrota no hay excusas. No importa lo que aplicó o no en la primera si no pudo replicarlo en la segunda. O si no supo cómo ajustar para la defensa. O si de plano no corrió y se la pasó de fiesta.

A nadie le importa el camino cuando el resultado es adverso, hablando del público.

No le quita el mérito de lo obtenido anteriormente a Ruiz, pero sí lo deja en una mala posición por no haber sido responsable, cosa que incluso podría costarle una nueva oportunidad titular.

LA LUCHA SIGUE...
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