Que el retorno de Edge y su victoria del Royal Rumble varonil 2021 sea el principal foco de atención actual dentro de WWE, revela el estado de la compañía y de toda la industria «mainstream» estadounidense. Esa dificultad por pasar página con respecto a una época, los años de las «Monday Night Wars», que nunca se repetirá, pese a los intentos de la compañía McMahon y de AEW a la hora de sacar de sus urnas a veteranos «part-timers».
Lógico que, así, los dos eventos de mayor enjundia de los próximos meses, AEW Revolution 2021 y WrestleMania 37, vayan a tener en veteranos sus principales focos de promoción; con la primera lucha de Sting en seis años y un magno evento de WWE cual desfile de viejas glorias.
Si no existe una nueva ola que otorgue suficiente confianza a las promociones para realizar el cambio de ciclo (en buena parte, por la propia inoperancia de estos mandamases), ¿qué podemos esperar que ocurra?
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► El «bendito» problema de WWE y AEW
Por eso ahora resulta curiosa la reciente observación que realiza Nick Aldis en el podcast The Angle, donde cree precisamente lo contrario: que WWE y AEW tienen exceso de grandes nombres, lo que, de resultas, es contraproducente. No obstante, análisis similar en este sentido, al realizado por un servidor el pasado mes sobre la paradójica política de contrataciones de McMahonlandia.
«No puedes tener una compañía llena de tipos top, porque al final, lo que pasa es que algunos tienen que trabajar en los puestos de mitad de cartel y algunos tienen que abrir el cartel. Cuando tienes un elenco lleno de estelaristas alguien va a estar descontento, y entonces los fans van a estar descontentos y entonces los rumores van a empezar a circular y a acusarlos de enterrar al talento y cosas así.
«No envidio a WWE por esta situación, porque son los líderes del mercado con una cantidad increíble de dinero en beneficios, así que pueden salir ahí fuera y hacerse con Bobby Roode, Cesaro y esos tipos que pueden trabajar en lo más alto con la programación adecuada, pero tienes a Roman [Reigns]. Así que la gente dice que están malgastando a Cesaro, que lo infrautilizan y lo infravaloran. Pero mira, le están pagando, y sólo hay un hueco disponible en la cima».
